China ha incrementado el presupuesto de defensa para mejorar la calidad de vida de los soldados y oficiales en lugar de comprar bombarderos avanzados, afirmó hoy jueves en Beijing Zhao Qizheng, ex presidente de la Oficina de Información del Consejo de Estado.
Con esta suma sólo podrían comprarse algunos bombarderos sigilosos modelo B-2, destacó Zhao en la sesión anual del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, máximo órgano asesor político del país.
El B-2 es un tipo de bombardero costoso de fabricación estadounidense, que se convirtió en el centro de atención de los medios de comunicación después de un accidente aéreo. Se estima que la fabricación de un avión B-2 cuesta al menos 1.200 millones de dólares.
"No vamos a comprar bombarderos, no queda mucho dinero para realizar investigaciones de alta tecnología, pero en lugar de esto, intentaremos mejorar el bienestar de los soldados y oficiales", explicó Zhao.
Jiang Enzhu, portavoz de la sesión anual partamentaria, reveló este martes que China planeaba incrementar su presupuesto de defensa nacional a los 417.769 millones de yuanes en 2008, lo que supone un crecimiento interanual del 17,6 por ciento, unos 57.229 millones de dólares según la tasa de cambio a finales del año pasado.
Liao Xilong, representante de la Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo del país, y también director del Departamento General de Logística del Ejército Popular de Liberación de China, hizo un llamado a la comunidad internacional para que valore los gastos militares de China desde un punto de vista imparcial. "Con un territorio tan extenso, China no ha invertido lo suficiente en la defensa nacional," señaló.
Asimismo, puntualizó que el presupuesto de defensa nacional de China es transparente, mientras que Estados Unidos siguen siendo opacos en los gastos militares, excluyendo de los gastos en la investigación nuclear, así como los de la guerra en Afganistán y en Irak.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático condenó que Estados Unidos han fabricado en repetidas ocasiones su informe anual sobre el poder militar de China, pues considera que esto se trata de una distorsión de la verdad.
