China ha estado reformando sus políticas en un esfuerzo por desalentar la inversión extranjera en empresas muy consumidoras de energía, de elevadas emisiones contaminantes y con base en recursos, llamadas industrias "chimeneas" .
Al presentar hoy un informe de trabajo en la primera sesión de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), el primer ministro Wen Jiabao dio a conocer la determinación de China para concluir con su postura como centro global de esas industrias.
"Limitaremos o prohibiremos inversión extranjera en proyectos que son de uso intenso de energía o altamente contaminantes, limitaremos o prohibiremos la inversión extranjera en algunas áreas de explotación de recursos y corregiremos las prácticas ilegales para atraer la inversión extranjera", dijo Wen. "Ampliaremos la extensión y la profundidad de la apertura de China".
La actitud cambiante del gobierno hacia la inversión de ultramar, que enfatiza la conservación de energía y la protección medioambiental, tiene por objetivo ser racional y científica.
Zhang Yansheng, jefe del Instituto de Economía Exterior afiliado a la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, dijo: "Debido al tamaño de la economía china , creo que la comunidad internacional se beneficiará de los ajustes políticos del país hacia la inversión de ultramar en términos de recursos, protección ambiental y equilibrio del comercio global".
Bajo la edición revisada del Catálogo de Planificación para las Industrias de Inversión Extranjera, promulgada por el gobierno en diciembre, los inversionistas de ultramar son alentados a entrar en áreas como reciclaje, producción limpia, energía renovable, protección ambiental y uso eficiente de los recursos.
Tienen restringido o prohibido entrar a los sectores de uso intenso de energía y contaminantes o a ciertas áreas de explotación de recursos y ya terminaron los descuentos fiscales de exportación en 1.115 artículos de estos sectores.
Zhang dijo que las reglas más estrictas no significan que la inversión de ultramar no es bienvenida.
China ha sido una de las naciones más exitosas en términos de inversión extranjera en las últimas tres décadas, con una cantidad pagada el año pasado de casi 74.770 millones de dólares.
Zhang descubrió en su investigación que la inversión extranjera aumentó el uso total de energía en China, aunque mejoró la eficiencia de energía.
El énfasis en las estadísticas respecto al uso de la inversión extranjera en el pasado, sin embargo, produjo resultados negativos que no pueden ser ignorados. Algunos departamentos y muchos gobiernos locales hicieron de la cantidad de inversión extranjera parte del trabajo de un funcionario.
Un reporte emitido a fines de febrero por el Consejo de Cooperación Internacional de China en Ambiente y Desarrollo reveló que la cantidad de inversionistas de ultramar que invertían en industrias contaminantes representaron el 30 por ciento de las empresas de inversión de ultramar en 1995 --y 84,19 por ciento en 2005.
La inversión de ultramar en protección ambiental comprende un magro 0,2 por ciento del total, según el informe.
Las prácticas pasadas de inversión extranjera de China significaron que había esencialmente subsidiado a los consumidores extranjeros con sus recursos y materia prima, pero que había quedado con enormes cantidades de contaminación, dijo Ren Yong, subjefe del centro de investigación de política ambiental y económica de la Administración Estatal de Protección Ambiental.
En Qingdao, un sitio turístico de verano de la costa oriental, el gobierno de la ciudad no había aprobado ni una instalación de industia pesada de inversión de ultramar desde la segunda parte de 2006. Sun Hengqin, subdirector del buró de economía extranjera y comercio de la ciudad de Qingdao, dijo: "Ya no es la época en que entre más inversión de ultramar era mejor, ya somos más selectivos".
Zhang dijo que China ha entrado a una nueva etapa de perspectiva del uso de la inversión de ultramar.
"Se pondrá gran atención a la calidad de la inversión de ultramar y su armonía con la estrategia de desarrollo económico general de China", señaló.
Añadió que los inversionistas de ultramar deben ubicar centros para investigación y desarrollo, operaciones y logística aquí en China, en lugar de mudar sus "chimeneas".
Los controles más estrictos no han disuadido a los inversionistas, al menos hasta ahora. China tuvo 11.200 millones de dólares USA de inversión de ultramar pagada en enero, alrededor de 110 por ciento más anualmente.
Philip Tong, presidente de la asociación de empresas de inversión de ultramar en Shunde, una ciudad en el delta del río Perla, dijo que las reglas del juego han cambiado. Tong, que también opera un negocio de partes de autos en Hong Kong, añadió: "Debemos apresurarnos a saber cómo adaptarnos a la situación cambiante".