China seguirá una política monetaria austera para resolver su problema de liquidez excesiva, mientras que invertirá centenares de miles de millones de yuanes como fondos agregados en la agricultura, la educación, la asistencia médica, y el sistema de seguridad social nacional.
El primer ministro Wen Jiabao hizo esta declaración en su Informe sobre la Labor del Gobierno, presentado esta mañana en el acto inaugural de la primera sesión de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo chino.
La aplicación de una política monetaria austera obedece principalmente a la fuerte posibilidad de un repunte de las inversiones en activos fijos, del pertinaz exceso de la emisión monetaria y la concesión de créditos, de la contradicción aún no aliviada resultante de la sobreliquidez y de la notoria presión del alza de precios, dijo el premier.
Sin embargo, señaló, es necesario aplicar una política fiscal prudente para impulsar la reestructuración y el desarrollo coordinado, aumentar los gastos en áreas como los eslabones débiles, mejorar la vida del pueblo, y profundizar la reforma.
La política fiscal de China siempre se ha aplicado a la par de la monetaria, sin importar si fueran proactivas, prudentes o austeras. Los economistas consideran que la ruptura de la tradición que se presenta este año obedece a los esfuerzos gubernamentales de prevenir el sobrecalentamiento de la economía y de utilizar los frutos del rápido crecimiento económico de las últimas tres décadas en beneficio del pueblo, sobre todo los habitantes rurales y los de escasos recursos en las ciudades.
Cuando el público general tiene más para gastar, puede convertirse en otra fuerza para estimular el desarrollo económico nacional en el futuro, dijeron los observadores.
Este año el gobierno central planea programar en el presupuesto un déficit de la hacienda central de 180.000 millones de yuanes, 65.000 millones menos que el presupuestado el año pasado. Además, se propone programar una inversión financiada con deudas públicas por un monto de 30.000 millones de yuanes, 20.000 millones menos que el año pasado, según el informe.
Al mismo tiempo, la hacienda central asignará 562.500 millones de yuanes como gastos para la agricultura, el campo y el campesinado, es decir 130.700 millones más que el año pasado.
La hacienda central aumentará su inversión en materia de educación de los 107.600 millones de yuanes del año pasado a 156. 200 millones, y las haciendas territoriales a su vez aumentarán también las suyas.
China extenderá para la población urbana el seguro de asistencia médica básica a modo de experimento a más del 50 por ciento de sus ciudades. Se aplicará de modo generalizado en el campo de todo el país el sistema de asistencia médica cooperativa rural de nuevo tipo, elevando en dos años de los 50 a los 100 yuanes anuales por persona la cuantía normativa de la financiación, y, dentro de esta cuantía, la hacienda central y las territoriales aumentarán de 40 a 80 yuanes el subsidio por persona a los campesinos incorporados.
Además, la hacienda central asignará 83.200 millones de yuanes en apoyo a la reforma y el desarrollo de los servicios sanitarios, esto es, 16.700 millones más que el año anterior, dirigiéndolos prioritariamente al campo y las entidades de base.
Para acelerar el fomento del sistema de seguridad social, el gobierno central destinará este año 276.200 millones de yuanes, con un incremento de 45.800 millones con respecto al año anterior.
Unos 6.800 millones de yuanes se usarán para el fomento del sistema de viviendas de bajo alquiler, con un aumento de 1.700 millones en relación con el año pasado, y los gobiernos territoriales de las distintas instancias deberán aumentar igualmente sus inversiones en este aspecto.
Este año se solucionará el problema de seguridad de agua potable a favor de otros 32 millones de habitantes rurales, aumentará en 5 millones el número de familias rurales usuarias de gas metano, y se apoyará la construcción de una partida de proyectos grandes y medianos para la explotación y distribución del mismo.
Jia Kang, director del Instituto de Investigación de Ciencia Fiscal subordinado al Ministerio de Hacienda, dijo que un costo fiscal más eficaz debe dirigirse a tratar un mayor número de " puntos débiles" sociales, cuando el gobierno intenta aliviar el conflicto entre la creciente renta fiscal y el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía.
"Tenemos que lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, además de conceder más importancia al bienestar social", añadió Jia, quien también asiste a la primera sesión del XI Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino ( CCPPCh, máximo órgano asesor político del país).