El primer ministro chino, Wen Jiabao, admitió hoy que su país se está enfrentando a un aumento de la presión inflacionaria y que la tarea de controlar la inflación es "ardua".
"El aumento de la presión que hoy ejercen el alza de los precios y la inflación representa el problema que más preocupa a las amplias masas populares", dijo Wen al presentar el Informe sobre la Labor del Gobierno ante la I Sesión de la XI Asamblea Popular Nacional, inaugurada este miércoles en Beijing.
En 2007 el Indice de Precios al Consumidor (IPC) se elevó un 4, 8 por ciento sobre el año anterior, con un considerable margen de aumento principalmente en los precios de los alimentos y la vivienda, añadió Wen.
En enero del presente año, el IPC registró una subida récord del 7,1 por ciento, debido a factores que incluyen el desastre provocado por las fuertes nevadas que afectaron a la mayor parte del país, y la subida en los precios de los alimentos durante la Fiesta de Primavera (Año Nuevo Lunar chino).
Una encuesta vía Internet realizada antes de la sesión de la APN por varios portales del país indicó que el aumento de precios constituye "una de las principales preocupaciones" de los internautas chinos.
Wen dijo en su informe que el alza de precios ha afectado bastante a la vida de las masas, sobre todo a las personas de bajos ingresos.
Según cifras del Buró Nacional de Estadísticas, el precio de la carne de cerdo, al cual se habían atribuido los recientes incrementos en el IPC, se elevó un 58,8 por ciento en enero.
"Dado que persisten los factores causantes del alza, la presión de esta seguirá siendo bastante grande este año. Al mismo tiempo, mientras suben sin cesar los precios de los medios de producción y desmesuradamente los de los activos, tales como los bienes raíces, la tarea de prevenir la inflación va a ser bien ardua", añadió.
El gobierno se ha fijado la meta de controlar el alza del IPC en alrededor del 4,8 por ciento, apuntó Wen.
Por su parte, el profesor Wei Jie, de la prestigiosa Universidad Qinghua, comentó que la fuerte alza del IPC supone una alerta para China, que debe considerar un cambio en su modalidad de desarrollo económico dentro de los próximos dos o tres años.
"Tenemos que pasar de la antigua práctica de promover el crecimiento económico con alta dependencia en la inversión y exportaciones, al aumento de la demanda y el consumo nacionales", dijo Wei, experto en administración de negocios.
Durante ese proceso de transformación, el gobierno debe tomar medidas administrativas para prevenir excesivas alzas de precios, y manejar de manera adecuada los asuntos sociales pertinentes y diversos problemas relacionados con la vida del pueblo, destacó.
En su opinión, China debe mantener un crecimiento anual del 6 al 8 por ciento para evitar un sobrecalentamiento.
El año pasado, el PIB del país más poblado del planeta registró un aumento del 11,4 por ciento para situarse en unos 3,43 billones de dólares.