Por primera vez en su vida, Hu Xiaoyan entrará al Gran Palacio del Pueblo, una de las construcciones más imponentes que rodean la Plaza de Tian'anmen en el centro de Beijing. Lo hará para asistir a la sesión anual del parlamento chino, que se inaugurará este miércoles. Y no lo hará como turista sino como legisladora.
"Siento que todo el mundo me está mirando, y la presión es grande", dijo Hu, una trabajadora inmigrante de 34 años de la meridional provincia de Guangdong, quien llegó la capital ayer domingo.
Hu es una de las tres trabajadoras inmigrantes de origen rural que fueron elegidas como diputadas a la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo de China. Las otras dos provienen de la oriental metrópoli de Shanghai y la suroccidental municipalidad de Chongqing, ciudades que cuentan con gran número de este tipo de trabajadores.
Nacida en la provincia de Sichuan (suroeste), Hu ha trabajado durante cinco años en una compañía de cerámica de la ciudad de Foshan, Guangdong, y recientemente fue promovida al cargo de subjefe de taller. La mayoría de los empleados de la compañía son, como ella, originarios de las zonas rurales del país.
Hu y otro candidato fueron seleccionados por las uniones comerciales de Guangdong, y el pasado 21 de enero finalmente fue elegida como diputada a la APN en una sesión de la legislatura provincial.
Ella conserva su trabajo en la empresa, pero ahora dedica el tiempo libre a su nuevo rol. No tuvo problema en abandonar su siesta de dos horas después del almuerzo, y suele pasar las noches recolectando las opiniones y propuestas de sus compañeros y colegas. Incluso ya ha abierto un "blog", y recibe no pocos correos electrónicos de sus electores. Por supuesto, las solicitudes para entrevistas por parte de periodistas nacionales y extranjeros se han convertido en el pan de cada día.
Hu se ha tomado tan a pecho su cargo, que incluso ya dio una conferencia de prensa, y ha realizado una serie de sondeos para conocer mejor sobre la situación de sus compañeros. Pero al mismo tiempo no pierde la humildad, y dice que simplemente se está esforzando para ser una verdadera portavoz de aquellos a quienes representa, y no una estrella de los medios de información.
En vista de que sólo pudo terminar la educación secundaria, le ha costado un gran esfuerzo escribir las dos propuestas que presentará a la asamblea.
La nueva legisladora ha pasado más de una noche en vela revisándolas, contó su esposo, Liu Jiaming, quien trabaja en la misma empresa.
"He solicitado la ayuda de varios ex diputados para la última revisión, esta ya es la tercera versión", dice, apuntando a la copia.
En su primera propuesta pide que el gobierno ayude a los obreros inmigrantes a integrarse con el ambiente social en el que trabajan.
Los sueldos deberán seguir siendo aumentados, y es necesario incrementar la seguridad para las mujeres que trabajan como inmigrantes, sugiere Hu.
La segunda propuesta se refiere a los niños que deben quedarse en sus lugares de origen, algunos de ellos incluso sin posibilidades de ir a la escuela, cuando sus padres se desplazan a las zonas urbanas para buscar trabajo.
Las autoridades deben llevar a cabo investigaciones y registrar a los niños, así como establecer "líneas calientes" destinadas a ofrecer un contacto fácil y económico entre padres e hijos.
Con sus colegas Kang Houming, de Chongqing, y Zhu Xueqin, de Shanghai, Hu Xiaoyan asisitirá a la primera sesión de la XI Asamblea Popular Nacional que se inaugura este miércoles. Las tres serán el centro de atención entre los casi 3,000 diputados.
De acuerdo con Tang Jun, investigador de política social de la Academia de Ciencias Sociales de China, los trabajadores inmigrantes, como uno de los grandes e importantes grupos de la sociedad, tienen sus propias y distintivas demandas.
Los diputados de dicho grupo estarán en capacidad de expresar directamente sus necesidades gracias a sus propias experiencias personales y a que tienen la oportunidad de comunicarse mejor con los demás obreros.
"La entrada de los obreros inmigrantes en la máxima legislatura y su participación en política tienen una gran significación tanto real como simbólica", afirmó Xu Yaotong, profesor de política del Instituto Nacional de Administración de Beijing.
Sin embargo, tres diputados no son suficientes para representarlos a todos, dice Xu. "El número debe aumentar, y también es necesario elevar su capacidad de participación y deliberación en los asuntos estatales".
La cantidad de trabajadores de origen rural en China se calcula en alrededor de 150 millones. Estos humildes obreros se han convertido en el pilar de la mano de obra en el país, pero al mismo tiempo se enfrentan con varios problemas, como retrasos en el pago de sus salarios, ausencia de compensación por accidentes de trabajo, acceso limitado a los servicios de salud, y las dificultades tanto para brindar la educación a sus hijos como para acompañarlos en el proceso.
La sesión anual de la APN de marzo del año pasado aprobó un borrador de resolución sobre elecciones legislativas, en el que se estipulaba que las provincias y municipalidades con grandes poblaciones de obreros inmigrantes deberían tener una cuota de diputados a la APN para ellos.
Guangdong cuenta con unos 20 millones de obreros de origen campesino. En noviembre pasado, seis de ellos fueron elegidos para formar parte del legislativo provincial.