Este año, el gobierno de Shanghai sometió por primera vez el canon de cesión de terrenos a la supervisión de la asamblea popular municipal, con respecto a la cantidad cobrada al año y el uso de tales fondos. Además se comprometió a publicar gradualmente a la sociedad las operaciones de las cesiones de terrenos.
El sometimiento del ingreso y egreso de este canon no tributario a la supervisión de la asamblea popular municipal supone una exploración provechosa en la reglamentación del sistema de control fiscal y el fomento de la hacienda transparente. En la actualidad, los gobiernos de las distintas instancias perciben, además de ingresos tributarios, cobros administrativos, multas y cánones de cesión de terrenos, cuya cantidad es igualmente cuantiosa e incluso superior a los ingresos tributarios en algunas áreas. No obstante, la supervisión y el control al respecto no son optimistas.
Algunos dirigentes locales tienen un criterio erróneo, tomando dichos ingresos no tributarios, llamados comúnmente“fondos extrapresupuestarios”, como dinero exento de supervisión. En lugar de cobrarlo y usarlo conforme al sistema de control del presupuesto y balance, lo han retenido para otorgar primas y crear cajas chicas. Lo más grave es que ciertos dirigentes han transferido los ingresos pertenecientes al presupuesto a los fondos extrapresupuestarios para disponerlo a su albedrío.
Los hechos han corroborado que del poder sin restricción nace inevitablemente la corrupción. Los ingresos gubernamentales fuera de la supervisión se convierten con gran posibilidad en “fondos problemáticos”. A través de los informes anuales rendidos por los departamentos de auditoría a nivel central y local se ven casos de que millones de yuanes de fondos extrapresupuestarios no se registran en la cuenta o se los anota en la cuenta clandestina”. Un buen número de funcionarios destituidos en años recientes tuvo relación directa con el control desordenado de los fondos extrapresupuestarios. Algunos los dilapidaron para fines personales y de familiares y otros los prestaron a empresas a cambio de beneficios propios. En algunas zonas, las autoridades cobran repetidamente fondos extrapresupuestarios bajo diversos pretextos, aumentando en gran medida el costo de la gestión de las empresas locales y agravando la carga de la vida de la población.
Sólo intensificando la supervisión sobre los fondos extrapresupuestarios considerándolos como si fueran parte del presupuesto, se podrá reglamentar su cobro y uso. Cualquier gobierno que toma como criterio el consentimiento y la satisfacción de las masas para calificar su trabajo administrativo, acepta con agrado la supervisión del pueblo. Se espera que más gobiernos sometan los fondos extrapresupuestarios a la supervisión de las asambleas populares a fin de que se emplee en forma transparente el dinero cobrado al pueblo para él mismo.