La nevada de comienzos de año, en lugar de presagiar una abundante cosecha agrícola, causó una grave catástrofe en vastas áreas de China. Si bien la lucha contra el desastre ha logrado una victoria preliminar, la capacidad de China para vencer definitivamente las consecuencias sociales y económicas sigue enfrentando la prueba. Aunque la capa superior prestó suma importancia al rescate y ganó con su actitud activa y transparente elogios de la opinión pública, las pérdidas económicas calculadas en más de 100 mil millones de yuanes; la débil capacidad de diversas localidades en cuanto al transporte, suministro eléctrico e infraestructura, y las insuficientes medidas de respuesta ante emergencias sociales son difíciles problemas que discutirán las próximas sesiones.