realidad del incremento de los ingresos en los últimos años del país como los diversos factores de disminución de ingresos, por lo que esta es una programación activa y prudente.
Cabe señalar que los proyectos de presupuestos y los índices para 2007 que presentamos a esta Sesión para su examen y discusión han sido elaborados de acuerdo con los nuevos rubros de clasificación de ingresos y gastos gubernamentales, y que, para facilitar el examen y la discusión de los diputados, en la tabla de los proyectos de presupuestos para 2007 hemos realizado por separado y conforme a los nuevos rubros un ajuste correspondiente de las cifras de la ejecución presupuestaria de 2006.
La programación de los gastos prioritarios y las principales políticas fiscales y tributarias de la hacienda central para 2007 son las siguientes:
1. Seguir disminuyendo adecuadamente el déficit de la hacienda central y reajustando y optimizando el rumbo y la estructura de la utilización de las inversiones gubernamentales. La regulación y el control macroeconómicos constituyen una necesidad objetiva para mantener el desarrollo de la economía estable y relativamente rápido. De acuerdo con el espíritu de la Conferencia Central sobre el Trabajo Económico y la nueva situación del desarrollo económico, para 2007 se ha reajustado el déficit de la hacienda central, programándolo en 245.000 millones de yuanes, 50.000 millones menos que el presupuestado del ejercicio anterior, y se prevé que el peso correspondiente de este déficit en el PIB seguirá reduciéndose hasta el 1,1%. Se asignarán 130.400 millones de yuanes como inversión total del Gobierno Central, 15.000 millones más que los 115.400 millones presupuestados de 2006. De esa cantidad, 50.000 millones corresponden a fondos para proyectos a financiar con deuda pública, 10.000 millones menos que el año anterior, y 80.400 millones a inversiones en la construcción básica dentro del presupuesto, 25.000 millones más que lo presupuestado del año pasado. Se van a reajustar y optimizar en mayor medida el rumbo y la estructura de la utilización de dichos fondos e inversiones, dirigiéndolos a los eslabones débiles del desarrollo económico y social, con preferencia a la mejora de los servicios públicos rurales.
2. Potenciar las diversas políticas fiscales y tributarias de apoyo a la agricultura y beneficio al campesinado para acelerar el fomento de un nuevo agro socialista. Esta última tarea constituye un aspecto significativo de la edificación de una sociedad socialista armoniosa, y también una medida de suma importancia para impulsar el desenvolvimiento coordinado entre las zonas urbanas y las rurales y el desarrollo económico. Poniendo en práctica sólidamente el principio de “conceder más beneficios, reducir los cobros y
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