China cambia radicalmente las modalidades tradicionales de protección del medio ambiente, al pasar de la toma de medidas en la etapa de terminación de una obra a la adopción de medidas de supervisión y control durante todo el proceso. La Ley de Fomento de la Producción Limpia entró en vigor el 1 de enero de 2003 y la Ley de Evaluación de los Efectos Medioambientales, el 1 de septiembre del mismo año. Ambas leyes proporcionan garantía a este cambio. La primera exige controles en todos los eslabones de la producción, desde el diseño de la producción, la selección y uso de energéticos, las materias primas y materiales, las tecnologías y técnicas, el mantenimiento y reparación de los equipos, el reciclaje y aprovechamiento de los residuos, etc., todo con el fin de disminuir la generación de contaminantes y fomentar el aprovechamiento mediante el reciclaje de los recursos. La segunda exige a los departamentos correspondientes del Consejo de Estado y de los gobiernos locales de los municipios con nivel de división administrativa de distrito urbano para arriba efectuar la evaluación de los efectos sobre el medio ambiente, redactar informes o explicar por escrito los planes relacionados con el aprovechamiento de terrenos, los planes sobre la construcción, explotación y aprovechamiento de las regiones, de las cuencas de los ríos y esferas marítimas. La Administración General Estatal de Protección Medioam-biental adoptó y puso en práctica desde octubre de 2002 la medida concreta de enviar personal especializado a 13 obras de importancia nacional, entre ellas el ferrocarril Qinghai-Tíbet, que enlaza la provincia de Qinghai con la región autónoma del Tíbet, y el proyecto del gaseoducto oeste-este, a supervisar las condiciones del medio ambiente en el curso de las obras. Durante la segunda fase de la construcción del dicho ferrocarril, terminada en julio de 2006, con el fin de proteger el medio ambiente, se incluyeron en el diseño muchos puentes para evitar la obstrucción de los hábitats y las importantes zonas de actividad de los animales salvajes, y se construyeron diferentes conductos para ellos en diversos tramos. Dentro de la jurisdicción de Tíbet se levantaron puentes con una longitud total de 13 kilómetros. En la construcción del ferrocarril de meseta se invirtió un total de 1.200 millones de yuanes en las obras de protección medioambiental, batiendo récord en la historia de la construcción ferroviaria de China.
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