La topografía y la orografía de China son el resultado de la elevación de la meseta Qinghai-Tíbet, el accidente geológico más importante en la historia del planeta en los últimos millones de años. A vista de pájaro, el territorio chino desciende gradualmente, como una escalera, de oeste a este. A consecuencia del choque entre los bloques Indico y Euroasiático, la joven meseta Qinghai-Tíbet se ha venido combando de manera constante, hasta alcanzar una altura media superior a cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Se le conoce como el “Techo del Mundo” y constituye la primera grada topográfica de China. El Qomolangma, principal pico de la cordillera del Himalaya ubicado en esta meseta, con sus 8.844,43 metros sobre el nivel del mar, es el más alto del planeta. La segunda grada, con alturas entre mil y dos mil metros sobre el nivel del mar, está compuesta por la altiplanicie de Mongolia Interior, la meseta de los Loess y la meseta de Yunnan-Guizhou, junto con las depresiones de Tarim, de Junggar y de Sichuan. Tras las montañas Hinggan Mayor, Taihang, Wushan y Xuefeng, en el borde oriental de la segunda grada, los terrenos descienden hacia la costa oriental y se encuentran a una altura que oscila entre los 500 y mil metros sobre el nivel del mar. La tercera grada la conforman llanuras y colinas, entre ellas destacan, de norte a sur, las llanuras del Nordeste, del Norte de China y de los Cursos Medio e Inferior del Changjiang. Estas llanuras están rodeadas por alturas de poca elevación. Al este de la tercera grada viene la cuarta, una zona de mares cuya profundidad no alcanza los 200 metros de profundidad, y que constituyen la prolongación submarina del territorio continental de China. Ríos y lagos Por el territorio chino fluyen numerosos ríos, de los cuales más de 1.500 poseen cuencas que superan mil kilómetros cuadrados de extensión. Como en su mayoría nacen en la meseta Qinghai-Tíbet, el desnivel de descenso de las aguas entre sus nacimientos y sus desembocaduras es muy grande y, por ende, los recursos hidrográficos de China son muy ricos, con unas reservas estimadas en 680 millones de kilovatios, ocupando el primer lugar en el mundo. Los ríos chinos se dividen en dos grupos: exorreico y endorreico. Las cuencas del primer grupo representan el 64% de la superficie continental nacional. Los ríos Changjiang (Yangtsé), Huanghe (Amarillo), Heilongjiang, Zhujiang (Perla), Liaohe, Haihe y Huaihe discurren de oeste a este para verter sus aguas en el Pacífico. El río Yarlung Zangbo (Yarlung Tsangpo), en el Tíbet, luego de abandonar China, desemboca en el Índico. El Gran Cañón del Yarlung Zangbo es el mayor del mundo, debido a sus 504,6 kilómetros de largo y 6.009 metros de profundidad. El río Ertix, en Xinjiang, discurre en dirección norte, y tras salir del país se dirige hacia el Ártico. En cuanto al otro grupo, o sea, los ríos interiores o endorreicos, que llevan sus aguas a los lagos o desaparecen en los desiertos o depresiones saladas, sus cuencas ocupan el 36% de la superficie terrestre del país. El Tarim, que corre a lo largo de 2.179 kilómetros por el sur de Xinjiang, es el río endorreico de mayor longitud de China. El Changjiang, con sus 6.300 kilómetros, es el más largo de los ríos chinos y el tercero del mundo, detrás del Nilo y el Amazonas. En su curso superior serpentea por entre altas montañas y profundos valles y de ahí su riqueza en recursos hidráulicos. Constituye también una gran arteria de transporte entre el oeste y el este del país, y se conoce como “vía fluvial de oro”. Sus cursos medio e inferior son zonas de clima templado y húmedo, con abundantes precipitaciones y tierras fértiles, lo que las convierte en importantes zonas agrícolas. El Huanghe ocupa el segundo lugar entre los ríos chinos, con sus 5.464 kilómetros. En su cuenca hay hermosos y excelentes pastizales, una agricultura desarrollada y abundantes yacimientos minerales. Es una de las regiones donde nació y se consolidó la antigua civilización china. El Heilongjiang, en el nordeste, mide 4.350 kilómetros, de los cuales 3.101 kilómetros discurren por territorio chino. El Zhujiang o río Perla, en el sur, fluye a lo largo de 2.214 kilómetros antes de desembocar en el mar Nanhai. Además de los ríos, está el Gran Canal Jinghang, cuya excavación se inició en el siglo V antes de nuestra era. Parte de Beijing en el norte y, luego de fluir a lo largo de 1.801 kilómetros, termina en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, en el sur, comunicando los sistemas hidrológicos de cinco ríos: Haihe, Huanghe, Huaihe, Changjiang y Qiantangjiang. En el territorio chino encontramos numerosos lagos, como las estrellas que salpican el firmamento. Los cursos medio e inferior del río Changjiang y la meseta Qinghai-Tíbet concentran la mayor parte de ellos, de agua dulce en los primeros y de agua salada en la segunda. De agua dulce, el Boyang, el Dongting, el Taihu y el Hongze son los más importantes; el Boyang, de 3.583 kilómetros cuadrados de superficie, es el más extenso y se encuentra en el norte de la provincia de Jiangxi. Los principales lagos de la meseta Qinghai-Tíbet son el Qinghai (Mar Azul), el Nam Co (Namtso) y el Siling Co (Silingtso). El Qinghai es el más grande, con una superficie de 4.583 kilómetros cuadrados y se encuentra en el nordeste de la provincia de Qinghai. Clima La mayor parte del territorio chino, debido a su situación geográfica en la zona templada septentrional, posee un clima moderado, con las cuatro estaciones bien marcadas, favorable para el hábitat humano. Es un clima que se caracteriza por los monzones continentales. Desde septiembre hasta abril, los monzones secos y fríos soplan desde la Siberia y la meseta Mongolia, y se van debilitando conforme avanzan, lo que provoca grandes diferencias térmicas entre el norte y el sur. De abril a septiembre, la corriente de aire húmedo procedente de los mares del este y del sur eleva las temperaturas y ocasiona abundantes lluvias. Por lo general, la diferencia de temperaturas entre el norte y el sur es mínima. De acuerdo con los índices de temperatura, el territorio chino se divide en seis franjas climáticas, de sur a norte: ecuatorial, tropical, subtropical, tropical-templada, templada y templada-fría. Las precipitaciones pluviales disminuyen de sudeste a noroeste. Las diferencias entre una y otra zona son abismales, al punto que en la costa suroriental pueden sobrepasar los 1.500 milímetros anuales, mientras que en el noroeste, por ubicarse en el interior del continente, son inferiores a los 200 milímetros. Recursos del suelo y minerales Cuando se habla de las tierras y de los yacimientos minerales de China se barajan cifras enormes. Las tierras cultivadas y boscosas, las praderas, los eriales y los desiertos se distribuyen sobre amplias extensiones. Las tierras cultivadas están principalmente en el este, las praderas en el norte y oeste, y los bosques se concentran en el nordeste y en las zonas fronterizas del suroeste. China tiene 130.040 mil hectáreas de tierras cultivadas, ubicadas sobre todo en las llanuras del Nordeste, del Norte de China, de los Cursos Medio e Inferior del Changjiang, en el delta del Zhujiang y la depresión de Sichuan. La llanura del Nordeste es la mayor, con una superficie superior a los 350 mi kilómetros cuadrados. Gran parte de esta llanura es de suelo negro y fértil. En ella se cultiva principalmente trigo, maíz, soya, sorgo, lino y remolacha. En la llanura del Norte de China la tierra cultivada, parda, tiene una gran profundidad y produce trigo, maíz, mijo y algodón. La llanura de los Cursos Medio e Inferior del Changjiang está colmada de lagos, lagunas, ríos y riachuelos, y goza de gran fama, hasta el punto que se le conoce como “la tierra de los peces y del arroz”, por ser la principal productora de arroz y de peces de agua dulce; además, es rica en té y en gusanos de seda. La depresión de Sichuan, calificada de “país del palacio celestial”, tiene tierras rojas y un clima templado húmedo, que a lo largo de las cuatro estaciones favorece el crecimiento de diversos cultivos, entre los que destacan el arroz, la colza y la caña de azúcar. El delta del río Zhujiang es rico en arroz, con un rendimiento de dos, y hasta tres, cosechas al año. La superficie boscosa es de cerca de 175 millones de hectáreas. En las cordilleras Hinggan Mayor, Hinggan Menor y Changbai, en el nordeste, se ven por doquier inmensas extensiones de rodenos (Pinus koraiensis), alerces (Larix), Larix olgensis y demás aciculignosas, así como abedules (Betula platyphylla), robles (Xylosma japonicum), fresnos (Fraxinus mandshurica), álamos (Populus), olmos (Ulmus pumila) y otros árboles de hojas anchas, lo que hace de ellas las zonas de bosque natural más grandes de China. En segundo lugar está la zona de bosques naturales del sudoeste, donde, además de árboles valiosos como la teca Rangoon (Tectona grandis), el sándalo violeta (Pterocarpus indicus), el alcanforero (Cinnamomum camphora), el Phoebe nanmu y el achiote (Bixa orellana), abundan la Picea asperata, el abeto y el Pinus yunnanensis. Xishuangbanna, en el sur de la provincia de Yunnan, es una zona de frondosos árboles tropicales de hojas anchas, excepcional en China, que posee más de cinco mil especies exóticas, por lo que se conoce como “reino de la flora”. La superficie de tierras cubiertas por mantos herbáceos naturales es de alrededor de 400 millones de hectáreas. A lo largo de una franja de tres mil kilómetros desde el nordeste hasta el suroeste, se reparten numerosos pastizales. En Mongolia Interior está el mayor pastizal natural de China, criadero por excelencia de ganado bovino, caballos Sanhe y ovejas mongolas. El sur y el norte de la cordillera Tianshan, en Xinjiang, son también zonas de importantes pastizales naturales con excelentes razas de ganado, entre las que destacan los caballos Ili y las ovejas de lana fina. Aunque en cifras absolutas China figura entre las primeras naciones del mundo en cuanto a superficie cultivada, bosques y pastizales, su numerosa población hace que sean muy pequeñas las cifras relativas. En el indicador per cápita la tierra cultivada es tan sólo un tercio del promedio per cápita mundial. China posee todos los minerales hasta ahora conocidos en el mundo. En la actualidad, tiene reservas reconocidas de 158 elementos minerales. Sus reservas globales ocupan el tercer lugar del mundo. Se encuentran en primera fila, a nivel mundial, sus reservas de carbón, hierro, cobre, aluminio, antimonio, molibdeno, manganeso, estaño, plomo, cinc y mercurio. Las reservas básicas de carbón son de 332.600 millones de toneladas, principalmente en el noroeste y norte, en los territorios de Xinjiang, Shanxi y Mongolia Interior. Las reservas básicas de minerales de hierro, 21.600 millones de toneladas, se encuentran en el nordeste, norte y suroeste. China es rica también en minerales como el petróleo, gas natural, esquistos bituminosos, fósforo y azufre. Las reservas de petróleo se localizan fundamentalmente en el noroeste y, también, en el noreste, en el norte y en la plataforma continental de los mares poco profundos del oriente. Las reservas de tierras raras de China son mayores que el total del resto del mundo.
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