|
|
El gobierno de la Región Autónoma del Tíbet se ocupa con prioridad de los asuntos que se relacionan con proyectos de inversión extranjera a cada etapa de la operación, planificación, ratificación y verificación del proyecto, examen de los capitales consagrados a los trabajos relacionados con el proyecto, inicio de los trabajos de construcción, formalidades necesarias para la fundación de la empresa, y la inscripción y el registro de la empresa. El gobierno de la Región Autónoma tiende a proteger los derechos e interesas legítimos de los inversionistas extranjeros en virtud de la ley. El inversionista extranjero puede dar mandato legal a familiares o amigos residentes en China para que ellos se encarguen de la gestion del capital y bienes de la empresa a capitales extranjeros o de la empresa admnistrada en cooperación en la Región Autónoma del Tíbet; él tiene igualmente el derecho de concederles o hacerlos herederos de sus bienes. En el caso que el inversionista extranjero quiera transferir su empresa al Estado o si, en función del interés público, el Estado debe de recuperar la dicha empresa, él debe respectar los procedimientos legislativos estipulados y acordar las indeminizaciones correspondientes. Si el inversionista extranjero
que ha invertido en la Región Autónoma del Tíbet
está implicado en un litigio aparecido durante la ejecución
del contrato o en relación con el contrato, las partes interesadas
deberán, en lo posible, resolver sus diferendos a través
de la negociación, cuando una de las partes se niegue a negociar
para solucionar los problemas, o que la mediación y la negociación
no llegan a resolverlo, el inversionista extranjero puede presentar su
demanda de arbitraje, después de haber obtenido el consentimiento
de las otras partes, a una oficina de arbitraje dependiente de otras provincias
del interior de China o a la oficina a escala nacional, o internacional.
Los inversionistas extranjeros pueden comprar bienes inmuebles en el Tíbet. La ley ofrece en efecto una modalidad de concesión con el fin de permitir a los inversionistas extranjeros el derecho de ocupación de la tierra, la duración de la concesión se establece entre 50 y 70 años. La empresa de capitales exclusivamente extranjeros que ocupa un terreno público en la Región Autónoma del Tíbet, se beneficia, durante el tiempo de construcción previamente definido, de la exoneración del impuesto sobre la propiedad de la tierra, este ubicada en la ciudad o en las aldeas, si su duración de explotación es mayor a diez años; si la empresa ocupa una tierra cultivada, ella está exonerada del impuesto de ocupación de la misma. A partir del año de su puesta en servicio, la empresa paga la mitad del impuesto sobre la tierra, durante ocho años. En el caso que el tiempo de explotación sea menor de diez años, la empresa que ocupa un terreno cultivado está igualmente exonerada del impuesto sobre la ocupación de tierras cultivadas, y, durante la duración de los trabajos de construcción, está exonerada del impuesto sobre tierras, tanto en la ciudad como en las aldeas. En lo referente a las empresas de capitales mixtos o las empresas de cooperación o bajo otra forma de explotación, que ellas retomen el terreno de una empresa que ya existe de la Región Autónoma del Tíbet, o que ocupen, después de ratificación, un nuevo terreno, están exoneradas del impuesto sobre la tierra, tanto en la ciudad como en las aldeas, durante el tiempo de construcción previamente definido; y, en el caso que ellas ocupen terrenos cultivados, serán exoneradas del impuesto sobre ocupación de tierras cultivadas. Además, a partir del año de su puesta en servicio, y durante ocho años, están exoneradas del impuesto sobre la tierra. En cuanto a las empresas de capitales extranjeros que se lancen en la explotación y la producción, ellas se beneficiarán de los privilegios en los que concierne al pago de impuestos sobre tierra. La explotación de los recursos minerales de la Región Autónoma del Tíbet debe de conformarse a la ley y se pagará por ella. Con la excepción de ciertos recursos minerales particulares, cuya lista ha sido fijada por el Estado, los inversionistas extranjeros están autorizados a proceder a la prospección y a la explotación de los otros tipos de minerales, bajo la forma jurídica de empresas de capitales mixtos, de capitales extranjeros o de cooperación, después de la ratificación del gobierno de la Región Autónoma del Tíbet. En virtud de la Ley sobre los Recursos Minerales de la República Popular China y los Reglamentos de Administración sobre la Recaudación de Gastos Compensados de los Recursos Minerales, todos aquellos que explotan un yacimiento, cualquiera que fuera su categoría económica o su modo de explotación, deberán pagar el impuesto y la tarifa sobre el recurso mineral, (en lo que se refiere a la energía geotérmica, la greda utilizada para la construcción de ladrillos y tejas, las rocas arenosas, los suelos arcillosos y el mármol que sirven como material de construcción).
El gobierno de la Región
Autónoma apoya y sostiene a las empresas de la Región Autónoma
o las empresas creadas en cooperación en el interior de la Región
Autónoma del Tíbet, a utilizar las materias primas provenientes
del interior como del exterior de la Región, igualemente los productos
semi-terminados, la tecnología y los equipamientos, para crear
empresas de capitales chinos o extranjeros o empresas de cooperación
en los países vecinos de China, que exporten la totalidad de su
producción hacia el extranjero. Las empresas cuya producción
está destinada a la exportación, está autorizada
a utilizar productos importados a cambio de materiales y productos necesarios
para los trabajos de construcción, así como para la producción
y la vida cotidiana, de las otras regiones de China. Con la excepción
de las mercaderías destinadas a la exportación sobre las
cuales el Estado tiene un derecho de preferencia, así como en las
mercaderías cuya explotación ha sido confiada a una compañía
específica designada por el Estado, el poder de otorgar licencias
de import-export está confiada al departamente administrativo encargado
de los intercambios comerciales y económicos con el extranjero,
dependiente de la Región Autónoma del Tíbet, según
una cuota fijada por el servico ministerial concernido.
El comercio fronterizo puede referirse a todos los objetos de la vida cotidiana y los medios de producción de la empresa, provenientes de la Región Autónoma del Tíbet, o de otras provincias y regiones de China, o de países extranjeros. El Departamento Administrativo Encargado de los Intercambios Comerciales y Económicos con el Extranjero de la Región Autónoma del Tíbet encarga al departamento local de administración del comercio fronterizo de la región donde se instala la empresa concerniente, de entregar la licencia de importaciones y exportaciones. Los productos provenientes del comercio fronterizo, después de la ratificación del gobierno de la Región Autónoma del Tíbet, pueden ser enviados hacia las otras provincias y regiones de China.
El impuesto sobre la industria y el comercio, sobre la renta y los derechos de Aduana, serán reducidos o exonerados en función del total y de la categoría de la inversión así como de la duración de explotación de la empresa extranjera. El impuesto sobre la renta de explotación de las empresas creadas por industriales extranjeros en la región del Tíbet, es calculado según una tasa de base del 10%, a partir del año de obtención beneficios, y estas empresas son exoneradas de los impuestos locales sobre los beneficios. Las empresas que operan la explotación de fuentes de energía, las empresas de transporte, de comunicación, agrícolas o ganaderas, que se dediquen a estas actividades durante más de 10 años, pueden ser exoneradas del impuesto sobre los beneficios durante los 5 primeros años a partir del año de obtención de dichos beneficios, y este mismo impuesto será reducido de la mitad del 6to. al 8vo. año. Las empresas que se dediquen al procesamiento de productos agrícolas y ganaderos, aquellas que producen especialidades culinarias o de artesanía local, las empresas turísticas y las pequeñas industrias de elaboración, que se dediquen a estas actividades durante más de 10 años, podrán ser exoneradas del impuesto sobre los beneficios durante los 4 primeros años a partir del año de obtención de dichos beneficios, y ese mismo impuesto será reducido de mitad del 5to. al 6to. año. Las empresas turísticas cuyas inversiones son mayores a 5 millones de dólares americanos o 30 millones de yuanes, y la duración de explotación es superior a 10 años serán exoneradas del impuesto sobre los beneficios durante los 3 primeros años a partir del año de obtención de dichos beneficios, y este mismo impuesto será reducido de mitad el 4 año. En cuanto a las empresas que no entren en las categorías mencionadas, ellas serán exoneradas del impuesto sobre los beneficios el 1er. y 2do año de ejercicio, y dicho impuesto será disminuido de la mitad el 3er. año.
Si el industrial extranjero importa materias primas, materiales suplementarios, materiales de embalaje, piezas sueltas, y otros elementos para la necesidad de su empresa, y los utiliza para producir o manufacturar productos que serán destinados únicamente a la exportación, él será exonerado de la tasa industrial y comercial y de los derechos de aduana. Las empresas cuyos productos son exportados en parte, serán exoneradas de los derechos de aduana y de la tasa industrial y comercial sobre los materiales y piezas importadas que contienen esos productos; en lo que se refiere a los productos vendidos sobre el mercado interior chino, la empresa puede pagar, según los reglamentos en vigor, la mitad solamente de los impuestos debidos, así que de los derechos de aduana sobre las materias primas y piezas de equipos importados.
|