Desde fines de los años 50, una industria moderna ha comenzado a desarrollarse en la Región Autónoma del Tíbet. Desde entonces, una decena de sectores industriales han aparecido: la producción de electricidad, la explotación de minerales, la industria de la lana, de la madera, la agroalimentaria, de impresiones, de materiales de construcción, la mecánica y las pequeñas industrias de transformación. En la actualidad existen más de 260 pequeñas y medianas empresas, y 51 000 obreros y empleados trabajan en las empresas del Estado.

A mediados de los años 50, con el fin de solucionar la falta de petróleo y de carbón en la región, se construyó en Lhasa la primera central eléctrica del Tíbet, la Central Eléctrica de Lhasa. Poco después, el Estado hizo una gran inversión en la construcción de la más grande central geotérmica de China, de una capacidad de mil millones de kw, en Yangbajan. En los últimos años se ha iniciado, sucesivamente, la construcción de la central hidráulica de Yamzhog Yumco y la de Chalong. La primera parte de los trabajos han entrado en la fase de instalación de equipamientos. En 1994, la potencia instalada de todas las centrales eléctricas de Tíbet se elevaba a 140 000 kw, y la producción de la electricidad anual, a 430 millones de kw/h.

En lo referente a la explotación minera, la producción de cromita se elevó a 75 000 toneladas anuales, la de bórax, a 1 500 toneladas/año y la de boromagnesita a 16 000 toneladas/año. Además, está previsto terminar la construcción de la mina de cromita de Norbu Sa y de Shannan, y proceder a su puesta en servicio.

El gobierno de la Región Autónoma del Tíbet presta gran atención al desarrollo de la artesanía local de las minorías. En 1994, el valor global de la producción artesanal del Tíbet alcanzó los 50 millones de yuanes, con más de 2 000 productos. Este artesanado local cuenta con más de trece sectores, y sus productos principales son los kadian (cojines de lana), los tapices, las sabanas de fieltro, el pulu (producto de lana del Tíbet); los mandiles bordados, la manta tibetana, los vestidos, peinados y zapatos tradicionales; los muebles de estilo tibetano, tazones en madera, adornos en oro y plata, y otros objetos artesanales. Todos son a la vez, objetos de uso diario de los tibetanos y recuerdos comprados por los turistas. El pulu es un articulo muy popular fabricado por las familias tibetanas, sus lugares de producción más importantes son, Shannan, Xigaze, y Lhasa. Los tapices tibetanos son productos de artesanía tradicional. El tapiz de pequeñas dimensiones que sirve como cojín para poner sobre la cama es llamado kadian en lengua tibetana. Gyangze es la zona de mayor producción de kadian, y célebre, tanto en China como en el extranjero, por sus métodos originales de fabricación y por los colores vivos y frescos de sus productos. Actualmente, además de la Fábrica de Tapices de Lhasa y la Fábrica de Kadian de Gyangze, existen otros numerosos talleres de producción en las aldeas y en las regiones ganaderas de la altiplanicie del Tíbet. El puñal tibetano de múltiples usos, que puede servir como adorno, arma defensiva o de herramienta necesaria para la vida cotidiana, tiene en Lhasa, Lhaze, Damxung e Yi'ong, sus más célebres centros de fabricación. Los puñales tibetanos tienen un gran éxito tanto en el mercado interno chino como en los mercados foráneos. Existen muchos tipos de sombreros tibetanos, entre ellos el gorro de flores doradas es el más conocido y es fabricado, mayoritariamente, en Lhasa y Xigaze. Los gorros de gran calidad tienen dos versiones, uno de uso masculino, y, otro, femenino. Su uso está muy extendido entre los habitantes de la ciudad y entre los ganaderos viviendo en la altiplanicie.