Desde que se entregase la primera medalla, las preseas de las Olimpiadas de Beijing han atraído la atención de deportistas y espectadores de todo el mundo. Conozcamos mejor el diseño y fabricación de estas obras de arte únicas.

Por primera vez en la historia de las Olimpiadas, las medallas son una refinada combinación de metales preciosos y jade, que en la cultura china denota tanto elegancia como clase.

Los expertos han comentado que el diseño de las medallas combina hábilmente elementos occidentales y orientales. Para su producción se importaron 13 kilos de oro y 1 tonelada y 300 kilos de plata de Australia, así como casi 7 toneladas de bronce de Chile. En cuanto al jade, proviene de la montaña Kunlun, en el oeste de China.

La técnica especial de colocación del jade en el metal se remonta a la dinastía Han, hace alrededor de 2000 años.

Los expertos han desvelado que el secreto de la combinación de jade y metal radica en la capa interna de la medalla metálica y en la hendidura del anillo de jade. A continuación, se coloca entre las dos piezas un anillo de cierre para unirlas. Asimismo, el anillo de cierre amortigua las vibraciones y protege el jade de impactos.

Una de las principales preocupaciones de los fabricantes era asegurar que la pureza de los metales cumplía en su totalidad con los niveles del COI.

Los fabricantes en Shanghai, también tuvieron que tener en cuenta la humedad de esta ciudad durante el mes de junio. Para asegurar que los colores de la plata y el bronce se preservasen a la perfección, tuvieron que utilizar potentes máquinas secadoras para disminuir la humedad de dentro del establecimiento.

Sus esfuerzos adicionales han merecido la pena. Las medallas han cosechado elogios no sólo en Beijing, sino en todo el mundo. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Beijing esperan que la elegancia y delicadeza de sus medallas se recuerde y aprecie mucho después del final de las Olimpiadas.