Matrimonio por la "suerte" e hijos de sangre cruzada


    Casi todos los primeros trabajadores chinos eran hombres. Según datos, en los 25 años subsiguientes a 1849, llegaron tan sólo 150 mujeres chinas. Consecuentemente, la gran mayoría de los chinos tuvieron que formar hogar con mujeres locales.

    Al comienzo, debido a las diferencias de raza, religión y costumbres y a la no comunicación por la lengua, los chinos encontraban difícil formar familia con mujeres locales. Algunos simplemente convivían con hembras indígenas o negras y pocos pudieron tener matrimonio formal. Así, sus hijos nacieron peruanos.

    Muchos matrimonios eran formados por la necesidad y no por el afecto. Pongamos un caso registrado en un libro de historia: Un contratante chino fue a una montaña y trajo de regreso a un grupo de mujeres indígenas para un igual número de trabajadores compatriotas que le habían pedido el favor y le habían prometido un buen pago. Estas mujeres, que preferían tener maridos chinos, eran llevadas a una habitación y se ponían de pie cara a una pared. Después, el contratante llamó adentro a los trabajadores y les exigió estar de pie cara a otra pared. Ahora, batió las manos y ambos grupos dieron media vuelta. Los que estaban frente a frente, serían cónyuges. Su matrimonio se decidió por la "suerte" y no se permitía contradecir. Después, las parejas tuvieron que estar juntas y llevar una vida difícil, ayudándose una a la otra.