Nueva carta a los compatriotas taiwaneses

(Publicada el 25 de octubre de 1958 y escrita por el camarada Mao Zedong)

Compatriotas militares y civiles de Taiwan, Penghu, Jinmen y Mazu:

Nosotros comprendemos perfectamente que la absoluta mayoría de ustedes son patriotas y que los que quieren ser esclavos de los norteamericanos son una reducida minoría. Compatriotas: Los asuntos de los chinos deben ser resueltos entre los mismos chinos. Si no pueden ser resueltos ahora, en el momento, pueden ser discutidos después. Dulles, mandadero político, siempre se mete en los asuntos que no le importa, trata de poner una mano en las discordias entre el Guomindang y el Partido Comunista de China, para mandar a los chinos a hacer esto y aquello, dañando los intereses de los chinos y beneficiando a los intereses de los norteamericanos. Es decir, primero aislar a Taiwan y después someterlo a tutela, y si encuentran resistencia, recurrirán a cualquier método, no importa cuán cruel sea. ¿Saben ustedes cómo murió el general Zhang Zuolin? En el nordeste, se halla el poblado Huanggutun, donde precisamente el general fue asesinado. Los imperialistas del mundo son desalmados. Los imperialistas norteamericanos lo son más todavía; por lo menos no son menos crueles que los japoneses que asesinaron a Zhang Zuolin. Compatriotas: Les aconsejo que tengan cuidado, no vivan al amparo de nadie, no permitan que todo su poder caiga en manos ajenas. Los problemas entre nuestros dos partidos son fáciles de resolver. He ordenado al frente de combate de Fujian cesar, en los días pares, los ataques militares contra el aeropuerto de Jinmen, el puerto de la bahía de Liaoluo, las playas y los barcos, para que los compatriotas militares y civiles de las islas Jinmen Mayor, Jinmen Menor, Dadan y Erdan obtengan suficiente suministro, incluidos los cereales, verduras, aceite, combustible y equipos militares, a fin de facilitar su acantonamiento por largo tiempo. Si les hace falta algo, se lo proveemos con gusto siempre que nos lo comuniquen. Esta es la buena oportunidad para convertir los enemigos en amigos. En los días impares no manden aviones ni barcos a estas islas. No cañoneamos todos los días impares, pero no vengan en estos días para evitar posibles pérdidas. Así en un mes, tendrán quince días de transporte y podrán garantizar el suministro. Entre ustedes, algunas personas sospechan que tratamos de socavar la unidad entre sus militares y civiles. Compatriotas, no es así. Esperamos que refuercen su unidad para enfrentar juntos al extranjero. Si atacamos unos días y suspendemos el ataque en otros días, no se trata de una intriga sino de un producto de la discordia entre dos partidos en las circunstancias concretas actuales. Dejamos de atacar el aeropuerto, el puerto, las playas y los barcos solamente cuando se cumple la condición de que no aparece la escolta norteamericana. En las negociaciones entre Dulles y Jiang Jieshi, ustedes salieron perdiendo, y no tendrán otro remedio que hablar en nombre de la "China libre". Tal vez puedan representar, además, a unos pocos chinos de ultramar. Los Estados Unidos les han calificado de Pequeña China. El 23 de octubre, el Consejo de Estado de los Estados Unidos publicó la conversación, grabada el 16 del mismo mes, de Dulles con un periodista de una compañía de radiodifusión de Inglaterra. La conversación fue emitida apenas cuando el avión de Dulles despegó en Taiwan. Dijo que había visto la China de los comunistas, que este país existía realmente, que quería tratar con él, etc. Por fortuna, los señores de los Estados Unidos han visto nuestro país. Ante una China tan grande, los norteamericanos se ven obligados a cambiar su política y les toman a ustedes como una "entidad política realmente existente", en vez de tomarlos como un país. En la primera etapa que empieza desde este momento, los Estados Unidos necesitan de esta entidad política. Esto es aislar a Taiwan. En la segunda etapa, van a poner a Taiwan bajo tutela. Amigos del Guomindang, ¿acaso no han sentido este peligro? ¿Dónde está su salida? Espero que piensen bien. Este anuncio de las conversaciones entre Dulles y Jiang Jieshi no es sino un comunicado, no tiene efectos legales y es posible librarse de él con mucha facilidad. Esto depende de su decisión. En el mundo hay una sola China; no existen dos. Con respecto a esto, mantenemos una coincidencia. Todo el pueblo chino, incluidos ustedes y los chinos de ultramar, impedirán a toda costa que los norteamericanos se salgan con la suya en su intriga de obligar a los chinos a crear dos Chinas. La presente época está llena de esperanzas, todos los compatriotas tienen sus propias salidas y no debemos tener miedo de los imperialistas. Por supuesto, les aconsejo que no rompan con los norteamericanos por el momento. Pues la idea no es nada realista. Nosotros esperamos que ustedes no se den por vencidos ante la presión norteamericana, que no actúen siempre según la voluntad ajena, que no pierdan la sobernía y que no queden reducidos a la miserable situanción de no tener donde cobijarse y arrojados a los mares. Estas palabras vienen de la buena voluntad, no tienen segundas intenciones, y poco a poco las van a comprender.

 
 
 
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