Ola de entusiasmo en Espaņa por hacer comercio con China

Tras la visita del Presidente Aznar a China, con la promoción del gobierno, en el país de los toros ha surgido una ola de entusiasmo para invertir y hacer comercios en China. Se ha notado pronto el gran entusiasmo de los españoles.

Un importante cargo de la Asociación de Materiales de Piedra de España fue por primera vez a Shanghai el año pasado. Muy asombrado informó al reportero: "¡Así es! Shanghai ha resultado ser una gran ciudad moderna a nivel mundial. Le confieso sinceramente que antes yo pensaba que se trataba de un poblado costero y la gente se ganaba la vida pescando en el mar".

La falta de conocimiento ha sido el mayor obstáculo para el comercio bilateral. Es alentador que ahora el sector empresarial español esté reconociendo esta lástima causada por la incomprensión cultural y económica.

Tras el acuerdo alcanzado entre China y la Unión Europea sobre la OMC, España ha tomado buena nota de la gran oportunidad potencial. En junio de este año, el Presidente Aznar visitó China, y en noviembre se celebrará la "Feria de Muebles de España" organizada por el Gobierno español, y al mismo tiempo se abrirán una exposión de pinturas, una fiesta de música y una feria de alimentos de España. El Gobierno español espera que se registre un gran avance, tanto del comercio como de la inversión entre los dos países. Los funcionarios gubernamentales españoles también prestan mucha atención al problema de los idiomas, y espera que el Instituto de Idiomas Cervantes y el Instituto de Industria y Comercio de Europa Central emprendan la enseñanza del español en Beijing y Shanghai, y al mismo tiempo se abran cursos de chino en su propio país.

España cuenta con ricos recursos y costumbres con peculiaridades propias, lo que le ofrece un gran potencial en el comercio chino-español. Además, abunda en mármol y granito. El mármol crema español es el mármol natural mejor acogido por los chinos. La Asociación de Mármoles de España ha presentado a China la gran variedad de mármoles y granitos de su país y ha preparado azulejos españoles, muebles de madera, muebles de hierro y otros productos representativos de la cultura española para el mercado chino.

Según Javier Caliques, portavoz del Gobierno español, los chinos no sólo administran restaurantes chinos, y los españoles tampoco sólo son toreros y bailarines de flamenco. Los intercambios mutuos nos permiten descubrir aún más oportunidades atractivas y sectores de cooperación.