Clima

    El 98 por ciento de la superficie terrestre de China se encuentra entre los 20° y los 50° de latitud norte, por lo que grandes extensiones de su territorio se encuentran en las zonas de clima templado y subtropical. Esta situación geográfica determina que el clima sea principalmente monzónico: vientos del norte en invierno y vientos del sur en verano; cuatro estaciones claramente diferenciadas; verano húmedo y caluroso; y corrientes frías, lloviznas y tifones frecuentes. El clima continental extremado, caracterizado por las fuertes oscilaciones de las temperaturas y las precipitaciones, constituye otra característica de China. Al comparar las temperaturas medias de enero y julio, la temperatura media del invierno chino es mucho más baja que la de otros países de la misma latitud, mientras que la del verano es mucho más alta. Las precipitaciones anuales disminuyen a medida que aumenta la distancia del mar, siendo de entre 1.000 y 2.000 mm en el litoral del sudeste y de entre 100 y 200 mm en las regiones del noroeste.

    De acuerdo con las diferencias climáticas, China puede dividirse en tres zonas naturales. 1) Zona monzónica del este. Ocupa el 45 por ciento de la superficie terrestre nacional, cuenta con el 90 por ciento de la tierra cultivable y el 95 por ciento de la población nacional. Notablemente influida por los monzones, su clima es húmedo y semihúmedo. La mayor parte de esta zona no rebasa los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Las extensas llanuras entrecruzadas por numerosos ríos constituyen las principales zonas agrícolas del país. 2) Zona seca del oeste. Ocupa el 30 por ciento de la superficie terrestre nacional, cuenta con el 10 por ciento de la tierra cultivable y el 4 por ciento de la población nacional. Su clima es seco y semiseco. La abundante vegetación de las praderas desérticas y secas de esta zona constituyen los principales pastos del país. 3) Zona helada de la meseta Qinghai-Tibet. Ocupa el 25 por ciento de la superficie terrestre nacional, cuenta con el 0,8 por ciento de la tierra cultivable y el 0,8 por ciento de la población nacional. Su altura media es superior a los 4.000 metros sobre el nivel del mar y está formada en su mayoría por cuencas de ríos interiores en las que el frío y los glaciares ejercen una fuerte influencia.