En
China se practican el budismo, el tao�smo, el islamismo, el
catolicismo, el protestantismo y otras religiones. Las m�s
difundidas entre la poblaci�n son el budismo, el tao�smo y
el islamismo.
Los
ciudadanos chinos tienen libertad religiosa. El Estado protege
las actividades religiosas normales y los derechos e intereses
leg�timos de los c�rculos religiosos. La Constituci�n, as�
como el C�digo Penal, el C�digo Civil, la Ley Electoral, la
Ley de Servicio Militar, la Ley de Educaci�n Obligatoria,
la Ley de Trabajo y muchas otras leyes, contienen estipulaciones
claras y espec�ficas sobre la protecci�n de la libertad religiosa
y de los derechos de los ciudadanos creyentes. Ning�n organismo
estatal, organizaci�n social ni individuo puede obligar a
ciudadano alguno a profesar o no cierta religi�n, ni puede
discriminar a los ciudadanos por sus creencias religiosas.
Organizaciones religiosas nacionales
de China:
Nombre
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Fecha
de fundaci�n
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Sede
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Responsable
|
Asociaci�n
Budista de China
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1953
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Beijing
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Zhao
Puchu
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Asociaci�n
Tao�sta de China |
1957
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Beijing
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Min
Zhiting
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Asociaci�n
Isl�mica de China |
1952
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Beijing
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Chen
Guangyuan
|
Asociaci�n
Patri�tica Cat�lica de China |
1957
|
Beijing
|
Fu
Tieshan
|
Grupo
de Obispos Cat�licos de China |
1980
|
Beijing
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Liu
Yuanren
|
Comit�
Patri�tico de Autonom�a, Automantenimiento y Autodifusi�n
del Protestantismo de China |
1954
|
Shanghai
|
Luo
Guanzong
|
Asociaci�n
Protestante de China |
1980
|
Shanghai
|
Han
Wenzao
|
El
Partido y el gobierno siempre han concedido importancia al
trabajo religioso. Desde la III Sesi�n Plenaria del XI Comit�
Central, el Partido ha formulado una serie de conceptos concretos
y pol�ticas b�sicas al heredar la pol�tica para con las religiones
establecida por la primera generaci�n del colectivo dirigente
del Comit� Central del Partido y al combinar el punto de vista
marxista respecto a la religi�n con las realidades concretas
del problema religioso existente en China en la etapa preliminar
de su socialismo. Estos conceptos y pol�ticas se exponen en
los dos documentos sobre el trabajo religioso publicados por
el Comit� Central en 1982 y 1991, en la Constituci�n, las
leyes pertinentes y los reglamentos administrativos n.� 144
y n.� 145 del Consejo de Estado, as� como en las importantes
instrucciones formuladas durante el nuevo per�odo por la segunda
y la tercera generaci�n del colectivo dirigente del Comit�
Central. El Secretario General, Jiang Zemin, ha sintetizado
tales conceptos y pol�ticas en tres frases: primera, aplicaci�n
completa y correcta de la pol�tica del Partido para con las
religiones; segunda, fortalecimiento acorde con la ley de
la administraci�n de los asuntos religiosos; y, tercera, orientaci�n
activa de las religiones para que se adapten a la sociedad
socialista.
Seg�n estad�sticas incompletas, en
China hay m�s de 100 millones de creyentes de diversas religiones,
m�s de 85.000 templos religiosos, un clero compuesto por m�s
de 300.000 personas, m�s de 3.000 organizaciones religiosas,
74 escuelas religiosas y m�s de diez revistas religiosas.
En la actualidad, el protestantismo
cuenta en China con m�s de 10 millones de creyentes, cifra
que equivale a multiplicar por m�s de diez los 700.000 protestantes
existentes en 1949, as� como con m�s de 12.000 iglesias, otros
25.000 lugares de congregaci�n y 18.000 pastores y otros miembros
del clero. El catolicismo tiene unos 4 millones de creyentes,
un clero formado por 4.000 miembros y 4.000 iglesias. Sin
incluir los datos referentes al lama�smo (budismo tibetano),
en China hay 13.000 templos consagrados al budismo y 200.000
monjes que profesan esta religi�n. El tao�smo cuenta con unos
15.000 templos y m�s de 25.000 monjes y monjas tao�stas. El
islamismo cuenta con m�s de 18 millones de creyentes de diversas
etnias, m�s de 40.000 imanes y predicadores, y m�s de 30.000
mezquitas.
Desde los a�os 80, los cristianos
chinos han restaurado o construido unas 600 iglesias al a�o.
A finales de 1996, han editado y distribuido m�s de 18 millones
de ejemplares de la Biblia, actividad en la que han gozado
de m�ltiples exenciones de impuestos. El 1983 la Asociaci�n
Protestante de China inici� la redacci�n y edici�n de "Cantos
de alabanza", obra cuya tirada ha superado los 8 millones
de ejemplares. El catolicismo chino ha nombrado independientemente
a 126 obispos y en los �ltimos a�os ha formado a m�s de 900
j�venes sacerdotes. Todos los domingos, la iglesia protestante
de Chongwenmen, en Beijing, acoge a m�s de 3.000 feligreses.
En la iglesia cat�lica del sur de Beijing se celebran todos
los domingos cuatro misas, una de ellas en ingl�s dedicada
especialmente a los residentes extranjeros, a las que asisten
en total m�s de 2.000 creyentes.
Por otra parte, m�s de 17.000 personalidades
religiosas son diputados de las asambleas populares o miembros
de los comit�s de la Conferencia Consultiva Pol�tica del Pueblo
Chino (CCPPCh) de los diversos niveles. Al igual que los dem�s
diputados de la Asamblea Popular y que los dem�s miembros
de la CCPPCh procedentes de otros c�rculos, dichas personalidades
participan en la deliberaci�n de los asuntos estatales y gozan
de los mismos derechos pol�ticos democr�ticos.
Todo ello demuestra que el Gobierno
chino aplica real y concienzudamente la pol�tica de la libertad
religiosa.
En China, las organizaciones religiosas
se atienen al principio de autonom�a y de autoadministraci�n,
oponi�ndose a la manipulaci�n y a la intervenci�n de las fuerzas
extranjeras en sus asuntos internos, todo ello con el prop�sito
de garantizar que los ciudadanos chinos gocen, en el verdadero
sentido de la palabra, de su libertad religiosa.
Aplicando el principio de autonom�a
y autoadministraci�n, y bas�ndose en la igualdad total y el
respeto mutuo, el Gobierno chino apoya de manera decida los
contactos y los intercambios amistosos entre las comunidades
y personalidades religiosas del pa�s y sus hom�logas for�neas.
Asimismo, considera dichos lazos internacionales como parte
de los contactos no gubernamentales entre el pueblo chino
y los dem�s pueblos del mundo. Las organizaciones y grupos
religiosos chinos se han incorporado a la Alianza Budista
Mundial, al Consejo Supremo de Asuntos Isl�micos, a la Conferencia
Mundial de Religi�n y Paz, a la Conferencia de Religi�n y
Paz de Asia, a la Federaci�n Cristiana del Mundo y a otras
organizaciones religiosas internacionales.
El ciudadano chino goza de la libertad
religiosa consignada en la Constituci�n y en las leyes, estando
obligado a cumplir los deberes estipulados en las mismas.
La Constituci�n establece en t�rminos expl�citos que nadie
puede ampararse en la religi�n para llevar a cabo actividades
que atenten contra el orden p�blico, causen da�o a la salud
de los ciudadanos o perturben el sistema educativo del Estado.
Todo aquel que ampar�ndose en la religi�n cometa un delito
ser� tratado por el Gobierno chino de acuerdo con la ley,
sin importar que sea o no creyente. El religioso que viole
la ley ser� tratado seg�n la ley como cualquier otro ciudadano
que cometa el mismo delito.
En el pa�s multi�tnico que es China
muchas minor�as �tnicas profesan creencias religiosas. El
budismo tibetano, por ejemplo, tiene una larga tradici�n entre
los tibetanos y otras minor�as �tnicas chinas. El Gobierno
chino, de acuerdo con las estipulaciones sobre la protecci�n
de la libertad religiosa plasmadas en la Constituci�n, ha
formulado disposiciones pol�ticas concretas destinadas a fomentar
el respeto y la protecci�n de la libertad religiosa de las
minor�as �tnicas, cuyas actividades religiosas normales est�n
protegidas por la ley. Con respecto a este punto, el 27 de
septiembre de 1999 el Gobierno chino public� un libro blanco
en el cual se expon�a detalladamente la pol�tica para con
las diversas etnias de China y su puesta en pr�ctica.
Desde 1951 los tibetanos gozan de
plena libertad religiosa. Desde los a�os 80 el Gobierno Central
ha asignado m�s de 200 millones de yuanes de fondos especiales
al mantenimiento y la restauraci�n de los templos m�s conocidos
del Tibet. Asimismo, el Gobierno Central ha apoyado con asignaciones
especiales la compilaci�n y publicaci�n del Dazangjing (Tripitaka)
en tibetano y de otros libros sagrados lama�stas, as� como
el establecimiento del Instituto Superior de Budismo Tibetano
de China en Beijing y el de la Academia Budista de Tibet en
Lhasa.
En la actualidad, hay en Tibet m�s
de 1.700 centros de actividades budistas y m�s de 46.000 monjes
y monjas internos. Casi todas las familias creyentes tienen
en casa una peque�a sala de oraciones o un altar budista.
Todos los a�os, un mill�n o m�s de personas van en peregrinaci�n
hasta Lhasa. En todo el pa�s, hay unos 7 millones de practicantes
del lama�smo, 120.000 lamas de ambos sexos, 1.700 budas vivientes
y m�s de 3.000 monasterios.
La reencarnaci�n del buda viviente
es una forma espec�fica de continuaci�n del budismo tibetano
reconocida y respetada por el Partido y el Gobierno. En 1992,
el Bur� de Asuntos Religiosos del Consejo de Estado aprob�
la reencarnaci�n del buda viviente Gemaba XVII. En 1995, de
acuerdo con los rituales y las costumbres tradicionales, se
procedi� al sorteo consistente en la extracci�n de fichas
de una urna de oro, con lo que se complet� el descubrimiento
y la confirmaci�n del Panchen XI, mediando la presentaci�n
de un informe al Consejo de Estado para su ratificaci�n.
El Partido y el gobierno respetan
y protegen la fe y las costumbres de los musulmanes. En China
se han establecido nueve seminarios isl�micos. Desde los a�os
80, m�s de 40.000 musulmanes chinos han ido en peregrinaci�n
a la Meca. Las m�s de 23.000 mezquitas y los 29.000 miembros
del clero existentes en Xinjiang satisfacen las necesidades
religiosas de la poblaci�n musulmana.
En China todas las religiones son
iguales y conviven en armon�a. Los ciudadanos creyentes y
los no creyentes se respetan mutuamente y se re�nen solidariamente,
actitud relacionada con la indulgencia y la magnanimidad legadas
por la tradici�n cultural china y, en mayor medida, con la
pol�tica de libertad religiosa formulada y aplicada por el
Gobierno chino.
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