Taiw�n

    Todos los hechos y las leyes relevantes demuestran que Taiwan es una parte inalienable del territorio chino. En abril de 1895, mediante la agresi�n a China, Jap�n se apoder� de esta isla y oblig� al Gobierno de la dinast�a Qing a firmar el Tratado de Shimonoseki. En julio de 1937 Jap�n emprendi� la invasi�n masiva de China. En diciembre de 1941 el Gobierno chino emiti� la Declaraci�n de Guerra contra Jap�n, en la que se anunciaba claramente al resto del mundo que todos los tratados, acuerdos y convenios correspondientes a las relaciones entre China y Jap�n, incluido el Tratado de Shimonoseki, quedaban anulados y sin efecto, y en la que se proclamaba solemnemente que China recuperar�a Taiwan. En diciembre de 1943, China, Estados Unidos y Gran Breta�a firmaron la Declaraci�n de El Cairo, en la cual se estipulaba que Jap�n deb�a devolver a China los territorios ocupados, es decir, las provincias del nordeste, Taiwan y el archipi�lago Penghu. En 1945 los tres pa�ses mencionados firmaron la Declaraci�n de Potsdam, firmada posteriormente por la Uni�n Sovi�tica, acto que conllevaba el obligado cumplimiento de todas las condiciones en ella contenidas. En agosto de ese mismo a�o Jap�n se rindi� incondicionalmente y se comprometi� a cumplir todas las condiciones formuladas en la Declaraci�n de Potsdam. El 25 de octubre el Gobierno chino recuper� Taiwan y el alchipi�lago Penghu, reasumiendo as� el ejercicio de su soberan�a sobre Taiwan.

    El 1.� de octubre de 1949 se proclam� la fundaci�n de la Rep�blica Popular China, que sustituy� al Gobierno de la Rep�blica de China, convirti�ndose en el �nico Gobierno leg�timo de China y en el �nico representante leg�timo en el escenario internacional. Con ello el status hist�rico de la Rep�blica de China lleg� a su fin. Por consiguiente, lo que se produjo fue la sustituci�n de un viejo poder por un nuevo r�gimen, sin que ello implicase cambio alguno en el cuerpo principal del derecho internacional, en la soberan�a de China ni en su integridad territorial. El Gobierno de la Rep�blica Popular China se erigi� en heredero natural y �nico de la soberan�a nacional y empez� a ejercerla sobre toda China, incluida Taiwan.

    Aunque la camarilla dominante del Partido Guomindang ha venido utilizando los nombres de "Rep�blica de China" y "Gobierno de la Rep�blica de China" desde que se retir� a Taiwan y se estacion� en la isla, ya no tiene ning�n derecho a representar a China en el ejercicio de la soberan�a nacional, puesto que en realidad es un gobierno local en territorio chino.

    Durante los 40 a�os posteriores a 1949, las autoridades de Taiwan, a pesar de no reconocer que el Gobierno de la Rep�blica Popular China es el representante leg�timo de toda China, siguieron perseverando en la postura de que Taiwan forma parte de China y de que s�lo existe una China, oponi�ndose tanto a la creaci�n de "dos Chinas" como a la "independencia de Taiwan". Todo ello demuestra que durante un prolongado per�odo, los chinos de ambos lados del estrecho de Taiwan han estado de acuerdo en las cuestiones fundamentales de que solamente hay una China y de que Taiwan forma parte del territorio chino.

    La postura solemne y razonable del Gobierno chino de que s�lo existe "una China" se ha granjeado la comprensi�n y el apoyo de un n�mero creciente de pa�ses y organizaciones internacionales. El principio de "una China" ha sido gradualmente aceptado por la mayor parte de la comunidad. En octubre de 1971, en la 26.� Asamblea General de las Naciones Unidas, se aprob� la resoluci�n 2758, por la cual se proced�a a la expulsi�n de los representantes de las autoridades de Taiwan y a la restituci�n al Gobierno de la Rep�blica Popular China de su puesto en la Asamblea General y de todos sus derechos leg�timos. En la Declaraci�n Conjunta Sino-Japonesa firmada por China y Jap�n en septiembre de 1972 se anunci� el establecimiento de relaciones diplom�ticas entre ambos pa�ses y, ahondando en lo estipulado en el art�culo 8 de la Declaraci�n de Potsdam, Jap�n reconoci� que el Gobierno de la Rep�blica Popular China es el �nico gobierno leg�timo de China, dando as� muestras suficientes de comprender y respetar la postura del Gobierno de la Rep�blica Popular China de que Taiwan es una parte inseparable del territorio chino. En diciembre de 1978 China y Estados Unidos hicieron p�blico el Comunicado del Establecimiento de Relaciones Diplom�ticas, en el cual Estados Unidos reconoc�a que el Gobierno de la Rep�blica Popular China es el �nico gobierno leg�timo de China y se mostraba de acuerdo con la postura de China de que s�lo hay una sola China y de que Taiwan forma parte de China. Todos los pa�ses que actualmente mantienen relaciones diplom�ticas con China reconocen el principio de "una China" y se comprometen a tratar las relaciones con Taiwan dentro del marco de este principio.

    El principio de "una China" es la base y la premisa de la     reunificaci�n pac�fica

    El principio de "una China" es la piedra angular de la pol�tica del Gobierno chino con respecto a Taiwan. Gracias a la propuesta de Deng Xiaoping, desde 1979 el Gobierno chino ha venido practicando la pol�tica de "reunificaci�n pac�fica" y elaborando el concepto de "un pa�s, dos sistemas". Sobre esta base, se establecieron los principios b�sicos de "reunificaci�n pac�fica" y de "un pa�s, dos sistemas". Los puntos clave de estos principios y de las pol�ticas relacionados con ellos son los siguientes: El Gogierno chino est� siempre por la reunificaci�n pac�fica, pero no se compromete a renunciar al uso de la fuerza; estimula activamente los contactos personales y los intercambios econ�micos y culturales entre ambos lados del estrecho, a fin de establecer lo antes posible lazos directos en las comunicaciones postales, en el transporte mar�timo y a�reo, y en el comercio entre ambas orillas del estrecho; llevar� a cabo la reunificaci�n por medio de negociaciones pac�ficas y est� dispuesto a discutir con Taiwan cualquier tema en el marco del principio de "una China"; tras la reunificaci�n, el Gobierno chino aplicar� la pol�tica de "un pa�s, dos sistemas", manteniendo el sistema socialista en la parte continental y manteniendo sin cambios el sistema capitalista en Taiwan durante un per�odo prolongado; conceder� a Taiwan un alto grado de autonom�a y no enviar� a la isla ni tropas ni personal administrativo; siendo un asunto interno de China, la soluci�n del problema de Taiwan corresponde a los chinos, por lo que no es necesario recurrir a fuerzas ajenas. Estos principios y pol�ticas del Gobierno chino muestran no s�lo su postura fundamental y su determinaci�n de perseverar en el principio de "una China", sino su respeto hacia el deseo de los compatriotas de Taiwan de ser due�os de la isla y de administrarla por su cuenta. En enero de 1995, el Presidente Jiang Zemin hizo p�blica su propuesta de ocho puntos sobre el desarrollo de las relaciones entre ambas orillas del estrecho y sobre el fomento del proceso de reunificaci�n pac�fica de la patria, se�alando que el principio de "una China" es la base y la premisa de la materializaci�n de la reunificaci�n pac�fica.

    Para conseguir la reunificaci�n pac�fica, el Gobierno chino ha adoptado una serie de pol�ticas y medidas activas encaminadas a fortalecer las relaciones entre ambos lados del estrecho. Desde 1987, a�o en que se puso fin a la incomunicaci�n entre ambos lados del estrecho, hasta finales de 1999, los compatriotas de Taiwan se han desplazado a la parte continental en 16 millones de ocasiones con el prop�sito de visitar a sus familiares, hacer turismo o realizar intercambios; el volumen del comercio indirecto entre ambos lados del estrecho ha llegado a los 160.000 millones de d�lares; y las inversiones pactadas y las inversiones reales de los empresarios taiwaneses en la parte continental han sobrepasado, respectivamente, los 44.000 millones y los 24.000 millones de d�lares; las comunicaciones postales y las telecomunicaciones entre ambos lados del estrecho han experimentado numerosos avances, mientras que en el transporte mar�timo y en el a�reo se han hecho progresos parciales. La APN, su Comit� Permanente, el Consejo de Estado y los gobiernos locales han elaborado una serie de leyes y reglamentos para proteger los derechos leg�timos de los compatriotas taiwaneses. Con el objetivo de resolver mediante consultas los problemas concretos planteados por los contactos entre ambos lados del estrecho, en noviembre de 1992, la Asociaci�n para la Relaci�n entre Ambos Lados del Estrecho (ARALE) y la Fundaci�n para los Intercambios a trav�s del Estrecho (FIE) acordaron que en las negociaciones sobre los asuntos rutinarios, ambas partes deben manifestar en voz alta que "ambos lados del estrecho perseveran en el principio de una China". Sobre esta base, los directores de ambas organizaciones celebraron con �xito las primeras conversaciones Wang-Koo, cuyo resultado fue la firma de varios convenios relacionados con la protecci�n de los derechos leg�timos de los compatriotas de ambos lados del estrecho. En octubre de 1998 los directores de ambas organizaciones se reunieron en Shanghai para entablar un di�logo pol�tico entre ambos lados. Las negociaciones se llevaron a cabo en pie de igualdad. La pr�ctica demuestra que partiendo del principio de "una China" es posible encontrar un m�todo adecuado para que ambos lados del Estrecho negocien en pie de igualdad.

    Decidido a conseguir la reunificaci�n pac�fica, el Gobierno chino ha insistido siempre en que se celebran negociaciones en pie de igualdad entre ambas orillas del estrecho bas�ndose en el principio de "una China". Tomando debidamente en consideraci�n la realidad de Taiwan as� como la petici�n de las autoridades taiwaneses de situar las negociaciones en un plano de igualdad, el Gobierno chino propuso sucesivamente que �stas se celebrasen sobre la base de la posici�n paralela del Partido Comunista de China y el Partido Guomindang, y que contasen con la participaci�n de representantes de otros partidos de Taiwan; pero lo que el Gobierno chino no hizo en ning�n momento fue afirmar que "las negociaciones se llevar�n a cabo entre el Gobierno Central y el gobierno local". Por otra parte, el Gobierno Chino sugiri� iniciar el di�logo, incluido el di�logo pol�tico, y pasar luego gradualmente a las conversaciones sobre los procedimientos de las negociaciones pol�ticas a fin de resolver los problemas relacionados con su t�tulo, tem�tica y forma, para finalmente llevar a cabo las negociaciones pol�ticas, que pueden celebrarse por etapas. En la primera etapa se negociar� el fin de las hostilidades partiendo del principio de "una China" para llegar a un acuerdo sobre la defensa de la soberan�a y la integridad territorial de China y para planificar el futuro desarrollo de las relaciones entre ambos lados del Estrecho. En enero de 1998, con el fin de asentar y ampliar la base pol�tica de las relaciones entre ambos lados del Estrecho, el Gobieno chino expuso a la parte de Taiwan que antes de la reunificaci�n, en la discusi�n de los asuntos concernientes a las relaciones entre ambas partes y, sobre todo, en las negociaciones entre ellas, se persistir�a en el principio de "una China"; es decir, en el principio de que en el mundo s�lo existe una China y de que Taiwan forma parte de China, por lo que la soberan�a y la integridad territorial de China no admiten divisiones. El Gobierno chino desea que las negociaciones que entablen ambas partes pueden celebrar negociaciones de igualdad siguiendo el principio de "una China" para conversar sobre la reunificaci�n.

    Lee Teng-hui, principal representante de los separatistas

    En 1988 Lee Teng-hui asumi� el cargo de m�xima autoridad de Taiwan. En aquel entonces manifest� en numerosas ocasiones que la pol�tica de las autoridades de Taiwan era la de defender que "s�lo existe una China, no dos " y la de "abogar en todo momento por la reunificaci�n de China y el respeto del principio de 'una China'". Sin embargo, a partir los a�os 90 Lee Teng-hui fue alterando paulatinamente el principio de "una China"; comenz� hablando de "dos gobiernos", "dos entidades pol�ticas iguales"; prosigui� diciendo que "Taiwan es un pa�s independiente" y que "en la actualidad, 'la Rep�blica China est� en Taiwan' y 'la Rep�blica Popular China en la parte continental'"; y termin� desdici�ndose de todas sus palabras, afirmando que "jam�s hab�a hablado de 'una China'". Por otra parte, Lee Teng-hui toler� y apoy� a las fuerzas separatistas y sus actividades a favor de la "independencia de Taiwan"; ello explica tanto la r�pida difusi�n de la idea de la "independencia de Taiwan" como el aumento concomitante de las fuerzas partidarias de la misma. Dirigidas por Lee, las autoridades taiwanesas dieron en la pr�ctica una serie de pasos hacia la secesi�n. En el �mbito de la estructura pol�tica, intentaron transformar Taiwan en "una entidad pol�tica independiente" mediante la "reforma de la pol�tica constitucional", maniobra cuyo objetivo era justificar la necesidad de crear "dos Chinas". En las relaciones exteriores, emprendieron la "exploraci�n del espacio internacional de existencia" con el prop�sito de crear "dos Chinas". Desde 1993, y durante los siete a�os siguientes, organizaron actividades para lograr su "entrada en las Naciones Unidas". En el terreno militar, Taiwan compr� gran cantidad de armamento avanzado en el exterior, intent� incorporarse al sistema de defensa de teatro de misiles de operaci�n y trat� de establecer cierta alianza militar con Estados Unidos y Jap�n. Por lo que respecta a la ideolog�a y a la cultura, las autoridades de Taiwan intentaron suprimir entre los compatriotas taiwaneses, sobre todo entre los j�venes, la conciencia de ser chinos y el reconocimiento de la patria, y trataron de sembrar entre la poblaci�n sentimientos de incomprensi�n y alejamiento de la patria, todo ello con miras a cercenar los v�nculos ideol�gicos y culturales que unen a los compatriotas de ambas orillas del estrecho. A partir de 1999 las actividades separatistas de Lee cobraron un �mpetu a�n mayor. En mayo de dicho a�o Lee public� un libro titulado "La posici�n de Taiwan", en el que preconizaba y alababa la divisi�n de China en siete regiones dotadas de "suficiente automom�a". En un intento por modificar el hecho de que Taiwan forma parte de China, el 9 de julio de ese mismo a�o Lee malinterpret� abiertamente las relaciones entre ambos lados del estrecho al calificarlas de "relaciones de Estado a Estado o, por lo menos, relaciones especiales de Estado a Estado", perjudicando con ello las relaciones entre ambos lados del estrecho y, sobre todo, socavando la base del di�logo pol�tico y las negociaciones entre �stos y destruyendo los cimientos de la reunificaci�n pac�fica. Lee se ha convertido en el principal representante de las fuerzas separatistas de Taiwan, en el destructor de la estabilidad en el estrecho de Taiwan, en un obst�culo para el desarrollo de las relaciones entre China y EE.UU. y en un art�fice de amenazas para la paz y la estabilidad en la regi�n Asia-Pac�fico.

    Defensa en�rgica de la reunificaci�n de la patria

    Cuando en junio de 1995 Lee Teng-hui efectu� una visita de car�cter personal a Estados Unidos, el Gobierno chino emprendi� de inmediato una lucha contra el separatismo y la "independencia de Taiwan". Adem�s de presentar en�rgicas protestas ante el Gobierno estadounidense por la autorizaci�n de la visita de Lee, la violaci�n de los compromisos contra�dos en los tres comunicados conjuntos de China y EE.UU. y las actuaciones hostiles a la soberan�a china, el Gobierno chino realiz� solemnes gestiones. Esta lucha, que puso de relieve la firme decisi�n del Gobierno y el pueblo chinos de salvaguardar la soberan�a y la integridad territorial de su naci�n, ha ejercido una influencia profunda y de primer orden: Los compatriotas taiwaneses comprendieron mejor los serios perjuicios que conlleva la "independencia de Taiwan"; el mundo asest� un duro golpe a las actividades separatistas de Lee; una parte de las fuerzas partidarias de la "independencia de Taiwan" se vio obligada a abandonar su separatismo extremo; la comunidad internacional cay� en la cuenta de la importancia que reviste el mantenimiento de la pol�tica de "una China"; y el Gobierno de Estados Unidos se comprometi� a no apoyar la "independencia de Taiwan", ni las propuestas de "dos Chinas" o "una China y un Taiwan", y a no respaldar la entrada de la isla en cualquier organizaci�n internacional cuyos miembros sean pa�ses soberanos.

    Desde que Lee lanz� su alegato a favor de "dos Estados", el Gobierno y el pueblo chinos han sostenido una lucha m�s en�rgica. A medida que se desplegaban las actividades de las fuerzas separatistas taiwaneses dirigidas a la legalizaci�n del alegato de "dos Estados", el Gobierno chino y sus departamentos correspondientes se�alaron que los pasos que estaban dando las autoridades de Taiwan hacia la secesi�n eran sumamente graves y peligrosos, y constitu�an un atentado contra la reunificaci�n pac�fica de la patria. Si lograban su objetivo, la reunificaci�n pac�fica de China resultar�a imposible. Esta lucha se convirti� en una fuerte condena del alegato de "dos Estados" impulsada con vehemencia por los chinos de dentro y de fuera del pa�s. La mayor�a de los pa�ses del mundo reiteraron su apoyo a la pol�tica de "una China". El Gobierno de Estados Unidos reafirm� su apoyo a la pol�tica de "una China" y ratific� el compromiso de los tres "no apoyos" a Taiwan. Las autoridades de Taiwan se vieron obligadas a manifestar que no modificar�an la "constituci�n" ni las "leyes" para dar cabida al alegato de "dos Estados".

    Sin embargo, las fuerzas separatistas taiwanesas siguen intentando separar a China y Taiwan, a la que llaman "Rep�blica de China", por v�as pretendidamente legales, recurriendo para ello a supuestas formas de "elaboraci�n de la constituci�n", "modificaci�n de la constituci�n", "explicaci�n de la constituci�n" o a la "legislaci�n". Hay que permanecer especialmente alerta ante el hecho de que las fuerzas separatistas de Taiwan no cesan en su empe�o de envenenar las relaciones entre China y EE.UU. y sembrar la discordia entre ambos pa�ses con el objetivo de alcanzar su meta separatista.

    A fin de promover el desarrollo de las relaciones entre ambos lados del estrecho, antes de transcurridos los dos primeros meses del a�o 2000 en la parte continental de China el Presidente Jiang Zemin hab�a pronunciado un discurso en el t� con el que la CCPPCh celebr� el A�o Nuevo, el Vicepremier Qian Qichen hab�a pronunciado un discurso el 28 de enero y la Oficina de Asuntos de Taiwan y la Oficina de Informaci�n del Consejo de Estado hab�an publicado un libro blanco. Todos estos acontecimientos tuvieron una gran resonancia tanto en Taiwan como en la comunidad internacional y polarizaron la atenci�n de los medios de comunicaci�n. Estos tres importantes documentos han transmitido claramente el siguiente mensaje: El Gobierno chino persistir� en los principios b�sicos de "la reunificaci�n pac�fica" y de "un pa�s, dos sistemas"; proseguir� con la aplicaci�n de la propuesta de ochos puntos elaborada por el Presidente Jiang Zemin sobre el desarrollo de las relaciones entre ambas orillas del estrecho y sobre el impulso del proceso de reunificaci�n pac�fica de la patria; y continur� esforz�ndose por lograr la reunificaci�n pac�fica. Al mismo tiempo, el Gobierno chino se mantiene firme en su decisi�n de defender la reunificaci�n, la soberan�a nacional y la integridad territorial de China, y de no permitir a fuerza alguna separar a Taiwan de China.

    En su discurso, el Presidente Jiang reafirm� que "tenemos depositadas esperanzas en las autoridades de Taiwan y esperanzas aun mayores en el pueblo taiwan�s", y manifest� una vez m�s que "cuando las condiciones est�n maduras para ello se entablar�n conversaciones y negociaciones entre ambos lados del estrecho basadas en el principio de 'una China'".

    En su discurso, el Vicepremier Qian Qichen concret� la afirmaci�n de que "cualquier problema puede someterse a discusi�n" diciendo: "Puede discutirse el problema del fin oficial de las hostilidades entre ambos lados del estrecho; las relaciones directas entre ambas partes, en particular, las correspondientes a los servicios postales, el transporte mar�timo y a�reo, y el comercio, problema que preocupa al com�n de los compatriotas taiwaneses; los problemas que surjan en las relaciones comerciales entre ambas partes tras el ingreso de China en la OMC; el problema del statu quo de Taiwan y de sus adecuadas esferas de actividad econ�mica, cultural y social; y el problema de la postura pol�tica adoptada por las autoridades de Taiwan". Ello demuestra que la parte continental piensa constantemente en los problemas que pueden aflorar en las futuras conversaciones y negociaciones entre ambos lados del Estrecho y que est� dispuesta a hacer todo lo posible por tomar en consideraci�n los temas que m�s preocupan al pueblo y a las autoridades de Taiwan. Cuando las condiciones maduren, la parte continental retomar� con entusiasmo las conversaciones y negociaciones basadas en el principio de "una China".

    En agosto de 1993 se public� un libro blanco titulado "El problema de Taiwan y la reunificaci�n de China". El 21 de febrero del 2000 la Oficina de los Asuntos de Taiwan y la Oficina de Informaci�n del Consejo de Estado publicaron un segundo libro blanco titulado "El principio de una sola China y el problema de Taiwan". En este importante documento se explicaba a la comunidad internacional la postura y la pol�tica del Gobierno chino con respecto al mantenimiento del principio de "una China". M�s concretamente, se expon�a y analizaba la realidad y el fundamento jur�dico del concepto de una sola China, se ofrec�a una visi�n relativamente completa y detallada de la posici�n de principios y de la pol�tica de China con respecto al asunto de Taiwan, se rebat�an los argumentos esgrimidos en el alegato de "dos Estados" lanzado por los separatistas taiwaneses y se reiteraba la postura coherente del Gobierno chino de persistir en el principio de "una China" en los asuntos internacionales.

    En su Informe sobre la Labor del Gobierno presentado en la inauguraci�n de la III Sesi�n de la IX Asamblea Popular Nacional, el Primer Ministro Zhu Rongji subray� que el Gobierno chino de ninguna manera permanecer� de brazos cruzados ante las actividades separatistas graves, como lo son las destinadas a atentar contra la soberan�a y la integridad territorial de China y las encaminadas a llevar a la pr�ctica la "tesis de dos Estados" y la "independencia de Taiwan". En la posterior conferencia de prensa Zhu dijo: "Las elecciones de Taiwan son elecciones locales, por lo que se trata de un asunto de los taiwaneses y no vamos a interferir en �l. Con todo, debemos dejar completamente claro que asuma quien asuma el poder, a Taiwan nunca se le permitir� ser independiente. Y la independencia de Taiwan, adoptase la forma que adoptase, ser�a inaceptable. Esta es nuestra l�nea b�sica y la voluntad de 1.250 millones de chinos. Nuestro principio consecuente para resolver el asunto de Taiwan es 'la reunificaci�n pac�fica; un pa�s, dos sistemas'. Pero jam�s nos comprometeremos a renunciar al uso de la fuerza. Todo aquel que est� a favor de una China contar� con nuestro apoyo. Podemos hablar con �l y nuestras conversaciones pueden abarcarlo todo. Tambi�n pueden haber concesiones por nuestra parte. Todo aquel que insista en la independencia de Taiwan no terminar� bien".

    Elecciones locales de los l�deres de Taiwan

    Las actividades electorales de dirigentes de la regi�n de Taiwan terminaron la noche del 18 de marzo de 2000. Chen Shui-bian, el candidato del Partido Progresista Democr�tico, result� vencedor con el 39,3 por ciento de los votos; Song Chu-yu, el candidato independiente, obtuvo el 36,84 por ciento; y Lien Chan, el candidato del Partido Guomindang, el 23,1 por ciento. La Oficina de Asuntos de Taiwan del Comit� Central del Partido Comunista de China y la Oficina de Asuntos de Taiwan del Consejo de Estado emitieron conjuntamente una declaraci�n sobre los nuevos dirigentes electos de la regi�n de Taiwan en la noche del 18 de marzo, en la que se afirmaba que en el mundo s�lo hay una China, que Taiwan es una parte inalineable de China y que ni las elecciones locales de los dirigentes de Taiwan ni sus resultados pueden cambiar el hecho de que Taiwan forma parte del territorio chino.

    En la declaraci�n se se�alaba asimismo que el principio de "una China" es la premisa para la reunificaci�n pac�fica de la patria. La "independencia de Taiwan", cualquiera que sea la forma que adopte, ser� inaceptable. Queremos juzgar a los nuevos l�deres de Taiwan por sus acciones, no s�lo por sus palabras; vamos a esperar y ver en qu� direcci�n orientar�n las relaciones entre ambos lados del estrecho.

    En la declaraci�n se expresaba el deseo de intercambiar opiniones con todos los partidos, grupos y ciudadanos taiwaneses defensores del principio de "una China" acerca de las relaciones entre ambos lados del estrecho y la reunificaci�n pac�fica. Tambi�n se exhortaba a los taiwaneses a unir sus esfuerzos a los de sus compatriotas de la parte continental para salvarguardar la soberan�a y la integridad territorial del pa�s, proteger los intereses fundamentales de la naci�n china y lograr la reunificaci�n completa de la patria.

    Tras el desastre sufrido por el Partido Guomindang en las elecciones celebradas el 18 de marzo en la regi�n de Taiwan, se levant� un fuerte clamor exigiendo la dimisi�n de Lee Teng-hui. Las manifestaciones, lejos de cesar, se extendieron del exterior de la sede del Partido Guomindang a toda la isla y a ultramar. Frente a tal presi�n, Lee Teng-hui se vio obligado presentar su dimisi�n como presidente del Partido Guomindang. Al conocer la noticia, las masas que hab�an permanecido congregadas 7 d�as consecutivos ante la sede del Partido Guomindang pidiendo su dimisi�n inmediata prorrumpieron en gritos de j�bilo.