los
Yao
La nacionalidad Yao vive
principalmente en las zonas montañosas de las provincias
de Guangxi, Hunan, Yunnan y Guangdong.
Los Yao, cuya
población es de 2 millones 130 mil habitantes, tienen su
propia lengua, sin escritura. La mayoría de ellos hablan
la lengua de los Han y de los Zhuang. Como carecen de escritura,
usan los caracteres del chino oficial.
La ocupación
principal de los Yao es la agricultura aunque también se
dedican a la silvicultura y a la caza. Por otra parte son expertos
en el tejido y el teñido, así como en el bordado.
Según
las distintas zonas, los habitantes de esta etnia son creyentes
del taoísmo, practican la magia como un rito religioso y
también mantienen rezos de su religión primitiva.
Sus más
importantes celebraciones son la Fiesta del Panwang, la de la Primavera
y la del Danu.
Los Yao tienen
algunas costumbres peculiares en la comida. Así, de las tres
comidas del día, dos tienen como elemento infaltable el arroz.
Durante la temporada de las labores agrícolas, el arroz se
sirve en las tres comidas del día. Los Yao que viven en las
zonas montañosas tienen por costumbre comer platos fríos.
Por la facilidad que significa conservar el arroz dentro de una
gruesa caña de bambú y llevarlo consigo, esta forma
de preparar el arroz es la más típica entre los Yao.
A la hora de comer, este plato es de consumo personal, mientras
que los otros platos que llevan cada uno son compartidos. El arte
culinario de los Yao se caracteriza por excluir las frituras, pues
todo es cocido en agua, tanto las verduras como la carne. Los Yao
de Guangxi, usan la sal como el único condimento para preparar
la carne. Pero en Yunnan, la frien y la hierven. En cuanto a las
hortalizas, los Yao acostumbran cocerlas sólo con sal.
Los Yao también
tienen preferencia por las bebidas fermentadas hechas de arroz,
maíz, y camote. En Guangxi los Yao preparan una infusión
de te con canela y gengibre silvestre. La principal virtud de este
te consiste en estumilar a la gente y barrer el cansancio.
En las fiestas,
uno de los platos más frecuentes es el arroz preparado a
vapor en recipientes de madera y no en ollas de hierro. Los Yao
de la rama de Hualan tienen la costumbre de cuidar a los perros
con especial atención. Es un hábito que viene de la
creencia de que son los perros los que trajeron los granos al mundo.
Esta especie de culto al perro entrana una invocación por
las buenas cosechas.
En la provincia
de Hunan, los Yao celebran la Fiesta de la Comida Campestre, en
que las chicas suelen comer huevos coloreados, actó que no
pueden ver los jóvenes. Si lo hacen, serán castigados
severamente, dicen las muchachas.
Los Yao deben
pronunciar varias veces los nombres de sus antepasados antes de
comer. Es una forma de veneración tradicional a los integrantes
ya desaparecidos del tronco familiar. Cuando se atiende a huéspedes
que llegan de visitas, las adolescentes se encargan de servirles
el licor.
En la alimentación
de los Yao, la sal ocupa un lugar sumamente importante por la sencilla
razón de que en esa zona no hay producción de sal
y, por lo tanto, es un producto encarecido. Esto explica también
que la sal sea, entre ellos, el mejor regalo.
Los Yao, al
ofrecer ofrendas comestibles a la divinidad, emplean la carne de
cerdo, de pollo, de pato; usan también el huevo y el pescado,
pero de ningua manera la carne de perro, de serpiente, de gato y
de rana. Cuando muere alguna persona, están acostumbrados
a matar reses.
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