los Coreanos


En China, la minoría étnica de los coreanos, de unos 2 millones de personas, vive principalmente en la Prefectura Autónoma de la Nacionalidad Coreana de Yanbian y en el Distrito Autónomo de Changbai de la misma nacionalidad, ambos de la provincia de Jilin, al nororiente de nuestro país. El resto de coreanos se hallan dispersos las provincias de Heilongjiang y Liaoning, en la Región Autónoma de Mogolial Interior y en otros lugares.

Los Coreanos chinos son producto de dos grandes migraciones de la Península de Corea: una, a fines de la dinastía Ming y a principios de la Qing, en el siglo XVI, y otra, la de mayor alcance, después de 1910, cuando los imperialistas joponeses ocuparon la península.

Desde los años 30, la minoría étnica de los Coreanos se incorporó activamente a la lucha por su propia supervivencia en el territorio nacional y por la indepedencia de la patria. Bajo la dirección del Partido Comunista de China, sus integrantes lucharon, junto con otros componententes de diversas etnias chinas, en la Guerra Antijaponesa, la Guerra de Liberación y la Guerra de Resistencia contra la Agresión Norteamericana y de Ayuda a los Coreanos, e hicieron grandes contribuciones a la fundación y la construcción de la República Popular China.

Los Coreanos tienen su propia lengua y su propio sistema de escritura, cuyo sistema, creado en el siglo XV, contiene 40 grafias que representan sonidos. Pero aún no se ha definido a que familia de lenguas pertenece al idioma coreano.

Los Coreanos se dedican, desde hace tiempo, a la agricultura y dominan la tecnología para plantar el arroz en las zonas de clima frío. Su comida es variada y está hecha sobre la base de arroz, carne de res, pollo y perro, pescado del mar, encurtidos y pasta de pimiento.

En la ropa de los coreanos, de notables características, predomina el color blanco, que simboliza la pureza y la limpieza. La ropa tradicional para hombres está compuesta de varias piezas: una chaqueta corta con cruce sesgado sin botones, sostenida por una faja; un chaleco negro o de color café y los patalones de color blanco o gris, con la basta sujetada en los tobillos por vendas.

El estilo tradicional en la ropa de las mujeres es más peculiar aún: por lo general, está compuesta por chaquetas cortas, llamadas Zegaoli en coreano, y por unas faldas largas, llamadas Qima. El Zegaoli puede ser blanco, amarillo, rosa u otros colores claros y siempre es muy corta y también con crece sesgado; el destinado al uso de las jóvenes solo mide unos 30 centimentros, y el que usan las mujeres mayores es algo más larga, pero no sobrepasa a la cintura, y sobre el vestido llevan branja a modo de cinta larga que pende del cuello haciendo un lazo en la altura del pecho.

El Qima, un tipo de falda con muchos pliegues en el talle alto y vueluda, puede ser hecho, de preferencia, en telas de color negro, rosa, azul o verde claro. Hay dos tipos de Qima: uno en forma trapezoidal , y otro, que no es sino una tela larga en que la mujer se envuelve a partir de la cintura. El primero está connectado con una camiseta de tela blanca y su longitud varía según la edad: la de las muchachas llega a las rodillas, y la de las mujeres casadas, a los tobillos. El segúndo mide entre un metro sesenta y un metro ochenta y llega a los tobillos. En su extremo superior llevan un cinturon ancho. Ambas prendas tienen muchas pliegues finos en la cintura, y un gran vuelo en el borde inferior.

Los niños visten habitualmente ropa de mangas hechas con seda de diferentes y vivos colores.

Entre los Coreanos, hay creyentes de varias religiones, como el Tiandao y el Qinglin, religiones nativas de la etnia, y como el protestantismo, el catolicismo y el budismo.

Los Coreanos cuentan con una atractiva tradición cultural y artística, y tienen gran reputación por sus dotes para el canto y la danza. Durantes los días de fiesta o en el descanso de las labores agrícolas, toda la gente, incluídos los ancianos y los niños, se reunen en grupos para cantar y bailar. Las canciones de los coreanos de fluida melodía y estilo sencillo. Muchas canciones como Daolaji, y Alirang son muy populares en todo el país. Las danzas del tambor alargados, de los abanicos y de la vasija con agua en la cabeza son muy populares y especialmente apreciados. Columpiarse y divertirse en el subibaja son actividades deportivas tradicionales que gozan de la preferencia de las mujeres coreanas, a los hombres les gustan la lucha libre y el fútbol.

Entre los coreanos, una tradición inalterable, base de su concepción moral familiar, consiste en venerar a los ancianos. La gente de menos edad tiene que hablar con los mayores utilizando palabras que connotan respeto. A nadie se le podría ocurrir tomar licor delante de la gente mayor; si por casualidad lo hace en forma inadvertida, a la persona no le quedará remedio que levantarse y ponerse de espaldas. En la mesa, primero se les sirve a los ancianos, quienes, además, deben comenzar a comer. Cuando los padres cumplen sesenta años, hay una especial celebración en la casa.

Los coreanos conceden mucha importancia a la educación, su buena tradición les permite hacer todo tipo de esfuerzos a fin de que los hijos vayan a la escuela, por pobre que sea la familia. Después de la proclamación de la República Popular China, el Estado abrió la primera Universidad de las Nacionalidades de nuestro país. En la Perfectura Autónoma de la Nacionalidad Coreana de Yanbian, se implantó, en 1952, la obligación de la educación primaria, en 1958, esta obligación se amplió al ciclo de 9 años; y en los años 80, alcanzó al nivel de la educación secundaria, o sea, al ciclo de 12 años. En la actualidad, el 95% de los niños coreanos, reciben buena educación en los jardines infantiles, y el 100% de los que se hallan en edad escolar van a las escuelas.