los Dulong


La etnia de los Dulong, cuenta con 6 mil habitantes y es una de las de menor población entre las 56 etnias nacionales.Los Dulong viven a orillas del Río del mismo nombre de la etnia. Allí llueve mucho y la tierra es fértil. Siempre hace buen tiempo como si fuera perpetua primavera. Gracias al agradable clima, se dedican principalmente a la agricultura y también a la recolección de plantas silvestres, la cacería y la pesquería. Ellos hablan su propia lengua que carece de escritura y por eso usan caracteres de los Han. Con mucha frecuencia se comunican mediante placas de madera en las que anotan asuntos importantes. Los hombres visten de ropa muy sencilla, sin gorras, y las mujeres tienen los cabellos sueltos sobre la espalda.

Respecto a la alimentación de los Dulong, los cereales son la base de sus comidas. Tanto los hombres como las mujeres tienen la costumbre de beber y fumar.

Igual que otras etnias de la provincia de Yunnan, la etnia de los Dulong es hábil en el canto y la danza. Prefieren expresar sus sentimientos a través de canciones y bailes cuando va de cacería, cuando construyen sus casas, e incluso cuando los hombres piden la mano de sus enamoradas.

Esta etnia sólo celebra la Fiesta del Año Nuevo, llamado Ka Quewa en su propio lenguaje, que siempre cae en el décimosegundo mes lunar. La duración de la fiesta depende de la cantidad de comida. En esa oportunidad la gente de diversos pueblos se invita mutuamente para celebrar juntos esos días festivos. Con motivo de la fiesta descuartizar reses, una antigua costumbre con que rendían culto a Díos.

Además, el comportamiento de los Dulong está regido por la moral. No pueden faltar a su palabra.Ocurren pocos robos, pues la gente los considera la mayor verguenza de la vida. A los Dulong les gusta trabajar continuamente teniendo que abandonar la casa para ahorrar el tiempo, pero no la dejaban cerrada, sin preocuparse por perder nada.Construyen depósitos lejos de su casa sin temor de que les robaran.

Cuando salen hacia un lugar lejano, suelen poner comestibles en las ramas de árboles que se hallan en las aceras o en las chozas vecinas, para comer cuando vuelvan.En este caso los extraños nunca los tocan.

Cuando mueren, prefieren el entierro. Sólo los que perecen por causa de alguna enfermedad contagiosa son incinerados.