los
Buyi
Huang
Guoshu es la mayor catarata de China. En los días despejados,
cuando el sol refleja y refracta la luz dentro de las gotitas de
agua de la catarata, se forman impresionantes y hermosos arco iris.
Tanto la caída de agua como el extraordinario entorno natural
han convertido a la famosa catarata en uno de los grandes lugares
de interés turístico de China. El lugar en que se
encuentra la catarata pertenece al distrito autónomo de las
étnias Buyi y Miao de la provincia de Guizhou.
Los Buyi tienen su propia
lengua. Antaño, en su escritura utilizaban los caracteres
de la lengua Han. En 1956, crearon, con la ayuda del gobierno, otro
sistema de representación de su lengua utilizando el alfabeto
latino.
En cuanto a la religión,
los Buyi practican, de manera predominante, el culto a los antepasados
y a la naturaleza; pero, en general, hay en ellos otras creencias
religiosas que se practican con un criterio abiertamente pluralista.
Una de sus tradiciones
culturales cultivadas con más persistencia es el popular
bordado, cuyos diseños suelen ser variadas figuras de flores,
plantas, pájaros y otros animales. Estos temas decoran piezas
de vestir, cortinas, fondos de edredones y pañuelos. Igual
que el bordado, el batik, una tela de laboriosa fabricación
artesanal, también posee una historia larga. Primeramente,
mojan el cuchillo de bronce o de bambú en cera aleda derretida.
Luego pintan directamente sobre la tela blanca los motivos diseñados
por ellas mismas. Secada la cera, sacuden ligeramente la tela para
que ésta se agriete un poco. Después, remojan la tela
con el tinte de añil y van formando sus figuras. Posteriormente,
la secan al sol. Después de repetidos entintados, hierven
la tela para derretir la cera y poderla quitar. Entonces, el dibujo
aparece claramente sobre la tela. Este tipo de tela sirve para confeccionar
ropa, sábanas, cortinas, manteles, etc.
El modo de vestir de
los Buyi tiene sus peculiaridades de acuerdo con las distintas zonas.
En general, los varones llevan chaquetas cortas, pantalones largos
y un pañuelo en la cabeza. Las mujeres visten chaquetas largas,
pantalones largos o faldas y usan, como adorno, toda clase de joyas.
Tanto en las fiestas
como cuando tienen que atender a algún huésped ilustre,
los Buyi preparan una comida especial: el arroz glutinoso de cinco
colores, el pollo cocido y cortado en 8 pedazos que sirven en una
jarra de barro, la cual es colocada en el centro de la mesa, rodeada
de platos de chorizos, carne seca, todos ellos rodeados por 8 tazones
que contienen el arroz mencionado. El efecto que produce esta forma
de disponer los platos en la mesa es la figura de un pavo real con
su cola abierta en toda su plenitud.
Los Buyi tienen una
especial preferencia por las verduras encurtidas con el sedimento
de las bebidas fermentadas de arroz glutinoso, ají en polvo,
cebolla y azúcar candi. En la antiguedad, las verduras encurtidas
del sur de Guizhou eran transportadas al Palacio Imperial de Beijing
como una ofrenda especial. Ahora figuran entre las 8 más
conocidas de China y no sólo son populares en el mercado
interno, sino que son una mercancía muy apetecida en el mercado
internacional, como el Japón, EE.UU, Malasia, Singapur, etc.
En las zonas habitadas
por los Buyi abunda el té. En el sur de Guizhou se produce
el té de Maojian, uno de los más famosos en el mundo,
pues en 1915, logró un premio en la Feria Internacional de
Panamá. Por otro lado, el té de Yunwu fue, en la antiguedad,
un tributo imperial.
Entre los distintos
tés preparados por los Buyi existe uno cuyo sabor tiene una
peculiaridad muy pronunciada: se llama el "té de señoritas".
En la víspera del Día de la Claridad Pura, que siempre
cae el 5 de abril, las muchachas Buyi recogen los brotes más
tiernos del té, los soasan en una olla caliente y luego los
amontonan para ser después secadas y tratadas en forma especial.
El resultado final es el "té de señoritas",
un té de muy alta calidad, considerado un real té
de élite. Este té sólo se regala a los amigos
y parientes. Durante el noviazgo o en caso de matrimonios, las chicas
lo ofrecen a sus novios. Los Buyi que viven en la zona de Huang
Guoshu, construyen sus casas con pizarras, hecho que crea un ambiente
interior especial, pues no se siente allí calor en verano
ni frío en invierno. Además queden protegidas con
ello del viento y del fuego. Es una zona en que los forasteros se
sienten como en un reino de piedra, pues por todas partes se ven
construcciones de piedra, como puentes y callejas.
Los Buyi cultivan, como
en otros lugares del mundo, la noble tradición de venerar
a los ancianos y dar un cuidado especial a los niños. Cuando
los jóvenes se encuentran con los de mayor edad, sean conocidos
o no, les ceden el paso. Si caminan juntos, los ancianos y niños
van delante de los jóvenes por si acaso surja algun problema.
Además, los jóvenes ayudan a los ancianos a cargar
sus mercancías aunque no los conozcan. En caso de que llega
a la casa algún huésped, las chicas se lavan la cara
y las manos antes de ofrecerle agua para que éste, a su vez,
se haga el aseo. Es un gesto en el que se expresa la consideración
y la cortesía. Por la noche, ofrecen el privilegio al visitante
de lavarse los pies antes que nadie.
Los Buyi celebran muchas
fiestas.Sin contar con la Fiesta de la Primavera, la del día
15 del octavo mes lunar, iguales que los Han, hay otras fiestas
tradicionales con características propias de la etnia, como
el 2 del segundo mes lunar y el 3 del tercer mes también
lunar.
La Fiesta de las canciones
es la de mayor dimensión en la etnia de los Buyi. Según
se cuenta, proviene de una antigua leyenda que narra la historia
de un joven llamado Zhalang y una chica de nombre Baimei. Ambos
se enamoran, pero desgraciadamente, un terrateniente del pueblo,
que se siente atraído por ella y quiere hacerla suya, llega
a causarle tantos daños y contratiempos que el joven termina
suicidándose. La gente del pueblo empieza a llamar Plaza
de Zhabai, es decir Zhalang y Baimei, al lugar donde murió
el chico, y definen el día 21 del sexto mes lunar, fecha
de su suicidio por amor, como la Fiesta de las canciones. Cada año
los jóvenes Buyi se reunen ese día en la Plaza de
Zhabai para celebrar la fiesta, uno de cuyos números más
celebrados y tradicionales llamado Langshao, en que los solteros
cantan en forma dialogada y van, de este modo, enamorándose
y buscando con quien casarse. En distintos períodos, interpretan
canciones de diferentes temas, como los de presentarse, de enamorarse,
de comprometerse, etc.
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