Historia
Epoca moderna (1840-1919)


La Guerra del Opio, en 1840, constituyó un punto de viraje para la historia china. A comienzos del siglo XIX, Inglaterra introdujo en gran cantidad el opio en China, lo que le significó al país el drenaje de la plata, la alza brusca del metal y las dificultades financieras. En 1839, la corte Qing mandó a Lin Zexu a Guangzhou para realizar una estricta prohibición del opio. Con el fin de proteger el comercio de opio, Inglaterra desató, en 1840, una guerra invasora a China. A pesar de que los militares y civiles patriotas del país, encabezados por Lin Zexu, resistieron heróicamente la invasión, la corte Qing, corrupta e incapaz, buscó una y otra vez la reconciliación con los agresores y terminó firmando con el Gobierno de Inglaterra el "Tratado de Nanjing", el cual humillaba a la nación y hacía perder la soberanía estatal. Desde ese momento, China caminó paso a paso a la sociedad semicolonial y semifeudal.

Después de la Guerra del Opio, Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Rusia, Japón y otros países obligaron al gobierno Qing firmar tratados desiguales y se apoderaron por la fuerza de "cesiones" y delimitaron "esferas de influencia", desatando en loco oleaje el reparto de China. El pueblo chino, a fin de combatir la opresión feudal y la agresión foránea, libró luchas heroicas e indoblegables. En ellas surgieron numerosos héroes nacionales. En 1851, Hong Xiuquan dirigió la Revolución del Reino Celestial Taiping, el más grande movimiento revolucionario campesino de la historia china. En 1911, Sun Yat-sen dirigió una revolución democrática burguesa que derrocó la dominación de la dinastía Qing. Con ella se dio término a la monarquía que había durado más de dos mil años. Se estableció el Gobierno Provisional de la República de China. La Revolución de 1911 fue un acontecimiento de gran significado en la historia moderna de la Nación. Sin embargo, debido a la conciliación y a la debilidad de la burguesía, los frutos de la victoria fueron usurpados por Yuan Shikai, cabecilla de los caudillos militares del Norte. El pueblo chino seguía hundiéndose en el mar de sufrimientos.