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Cultura
y artes
Opera
de Beijing y óperas locales
Entre las más de 300 variedades de óperas
locales tradicionales de China, la ópera de Beijing
es la más difundida e influyente. Recibe su nombre
porque se formó en esta ciudad en el siglo XIX.
La ópera de Beijing fusiona el teatro, la canción,
la música, la danza y las artes marciales en un conjunto.
En las prácticas escénicas de 200 años,
se ha acumulado más de mil piezas y formado una serie
de modelos musicales y fórmulas representativas.
En los 50 años desde la fundación de la República
Popular China, el Estado y el pueblo prestan mucha atención
al desarrollo de la ópera de Beijing; los autores
profesionales y los artistas han creado muchos nuevos programas,
entre ellos, algunos de temas históricos y otros
de temas de las guerras revolucionarias modernas, la construcción
socialista y la vida del pueblo. Al mismo tiempo surgen
gran cantidad de artistas contemporáneos de la ópera
de Beijing: Mei Lanfang, Cheng Yanqiu, Ma Lianliang, Zhou
Xinfang, Du Jinfang, etc. A fin de desarrollar esta ópera
típica de China, muchos artistas y aficionados hacen
gran cantidad de trabajos para atraer a más espectadores,
y llevar la ópera a los escenarios extranjeros.
La representación de En la encrucijada en los países
extranjeros es acogida por los espectadores. Es una ópera
corta de tres personajes con excelentes artes marciales.
En una pequeña posada, tres personas se encuentran
y al no conocerse, pelean por malentendidos; con un arma
corta cada uno y rodeando una mesa, suben y bajan, se atacan
o se defienden. Como es un combate en plena noche, todo
sucede en silencio. Entre los dramas de la ópera
de Beijing, este estilo tiene especial encanto, pues combina
en sí la esencia del arte marcial y el arte de ópera.
Para desempeñar bien sus papeles, los actores deben
recibir un estricto entrenamiento físico y artístico
desde niño. El famoso artista de la ópera
de Beijing Gai Jiaotian, a los 70 años de edad, todavía
podía dar volteretas en la mesa y al terminar los
gestos para ponerse de pie no hacía ruido; la representación
es maravillosa.
El famoso artista de la ópera de Beijing Mei Lanfang,
en papel femenino (dan), gozaba de fama tanto en China como
en los países extranjeros. En las décadas
20 y 30, Mei llevó la ópera de Beijing a Japón,
Estados Unidos y la Unión Soviética.
En 1950, se fundó en Beijing el Instituto de Operas
de China, donde vienen graduándose muchos excelentes
actores de la ópera de Beijing. Ellos han heredado
los frutos artísticos de los antepasados y desarrollado
con audacia sus peculiaridades, formando paso a paso sus
estilos propios.
Además de la ópera de Beijing, muchas otras
óperas locales han realizado reformas y creaciones
basándose en sus tradiciones. Entre las óperas
locales más vivas figuran: la ópera de Anhui,
la de Sichuan, la de Henan, la de Guangdong, etc. La ópera
de Tibet cuenta con un marcado color religioso y características
de la etnia tibetana, cuya representación es magnánima
y ha logrado cada vez más elogios de los chinos y
extranjeros.
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