Gigantesca mejora de los derechos a la subsistencia,
al desarrollo y a la economía, sociedad y cultura
     
 

Durante los cincuenta años posteriores a la fundación de la nueva China, especialmente después de aplicar la política de reforma y apertura, el Gobierno chino tuvo siempre, en el primer plano de su agenda, los derechos del pueblo a la subsistencia y al desarrollo, insistiendo en tomar la construcción económica como el centro de su trabajo y desarrollando con grandes esfuerzos la fuerza productiva social. Gracias al esfuerzo del Gobierno chino, el desarrollo económico y social de China conoció un veloz avance, el poderío integral del país aumentó muy considerablemente, el nivel de vida del pueblo mejoró en mayor medida y se hicieron realidad dos grandes saltos históricos: De la pobreza a la suficiencia de comida y vestido, y de la suficiencia de comida y vestido a la vida modestamente acomodada.

En 1952, el Producto Interno Bruto de China fue solamente de 67.900 millones de yuanes, mientras que en 1998 dicha cifra subió a 7.939.600 millones de yuanes, con un promedio anual de aumento del 7,7% descontados los factores del alza de precios. Este aumento significó más de 2,5 veces el promedio mundial para el mismo período. Entre 1952 y 1998, a precio cotejable, el valor agregado de la industria se incrementó 158 veces, con un promedio anual del 11,6%, y el de la agricultura subió 3,5 veces con un promedio anual del 3,3%. El monto global del comercio exterior de China aumentó de 1.130 millones de dólares de 1950 a 323.900 millones de dólares de 1998, con un incremento de 286 veces y un promedio anual de incremento del 12,5%. Según cálculos de los organismos pertinentes de la ONU, el volumen total de la economía china pasó a ocupar el séptimo lugar del mundo; el monto global de su comercio exterior, el undécimo lugar; su reserva de divisas, el segundo lugar; y su poderío integral, el noveno lugar. Hoy en día, el valor de la producción nacional realizado en sólo 12 días equivale al total anual de 1952. La producción de acero, carbón, cemento, fertilizantes químicos, televisores, cereales, carnes, algodón, maní, semillas de colza, frutas y otros importantes productos industriales y agrícolas ocupan el primer lugar del mundo. Entre 1949 y 1998, la producción global de cereales de nuestro país incrementó de 110 millones de toneladas a 510 millones de toneladas, con un aumento de 3,5 veces y un promedio anual de incremento del 3,1%. Este aumento es mayor que el mundial durante el mismo período. El porcentaje de la producción cerealera de China a nivel mundial creció del 17% al 25%. En la actualidad, la producción global de cereales de China se ha colocado en el primer lugar del mundo. La posesión per cápita de cereales, carnes, huevos y productos acuáticos ha sobrepasado el promedio mundial. Se ha terminado definitivamente con el hambre y semihambre que la mayoría de la población sufría en la vieja China, y se ha hecho la gran hazaña de resolver el problema de alimentar al 22% de la población mundial con el 7% de las tierras cultivadas del mundo.

El nivel de vida de los habitantes, tanto urbanos como rurales, subió sucesivamente varias nuevas escalas y el nivel de consumo se elevó notablemente. En 1949, el ingreso per cápita de dinero efectivo de la población urbana fue menos de 100 yuanes y el ingreso neto per cápita de la población rural no llegó ni siquiera a los 50 yuanes. En 1978, el ingreso disponible per cápita de los pobladores urbanos subió a 343 yuanes y el ingreso per cápita de los pobladores rurales, a 134 yuanes. Entre 1978 y 1998, los ingresos per cápita de los habitantes urbanos y rurales llegaron respectivamente a 5.425 yuanes y 2.162 yuanes, con un incremento real de 2,3 veces y 3,6 veces descontados los factores del alza de precios y con un promedio anual de incremento del 6,1% y 7,9%. El nivel de consumo real de los habitantes se elevó de 80 yuanes per cápita en 1952 a 2.972 yuanes en 1998. El depósito bancario de los habitantes urbanos y rurales se incrementó de 860 millones a 5.340.800 millones de yuanes. En los primeros años de la nueva China, el gasto de los habitantes urbanos y rurales en comida y vestido representaban el 80% de sus gastos de mantenimiento de la vida cotidiana, y el de los habitantes rurales suponía más del 90%. En 1998, dichos porcentajes bajaron respectivamente al 55,6% y al 59,6%.

El coeficiente Engel (porcentaje de los alimentos en los gastos de consumo) de los vecinos de las ciudades y poblados estaba, antes de la reforma y apertura, siempre sobre el 57%. En 1998, bajó al 44,5% y el consumo de la vida cotidiana ha alcanzado en su conjunto al nivel de vida modestamente acomodada. En 1954, el coeficiente Engel de los habitantes rurales era de un 69%, en 1998 la estructura de consumo de estos habitantes experimentó grandes mejoras y el coeficiente se redujo al 53,3%. El porcentaje de los gastos para actividades culturales, recreativas y de servicio en el consumo de la vida cotidiana se elevó al 25,4%, y el de los gastos de residencia y vestido fueron respectivamente un 15,1% y un 6,2%. Esto demuestra que en el consumo de los campesinos, el porcentaje de las materias de subsistencia disminuyó notablemente, aumentando de forma considerable el de las materias de desarrollo y disfrute. Hoy en día, el 95% de los campesinos de todo el país llevan ya una vida con comida y vestido suficiente, y alrededor del 25% de los campesinos han empezado una vida modestamente acomodada.

Mientras se esforzaba por desarrollar la economía y mejorar en general la vida del pueblo de todo el país, China se dedicaba especialmente a resolver el problema de la comida y el vestido de la población necesitada. Después de aplicar la política de reforma y apertura, China tomó como una tarea apremiante la solución del problema de la comida y el vestido de la población necesitada. Bajo la planificación y disposición unificadas del Estado, se desplegaron con energía y gran envergadura labores de desarrollo bien organizadas en pro de los necesitados del ámbito nacional. En 20 años, se consiguió resolver el problema de comida y vestido de más de 200 millones de habitantes necesitados del área rural, de manera que la población necesitada del campo disminuyó de 250 millones de personas en 1978 a 42 millones en 1998, y su porcentaje dentro de la población rural bajó del 30,7% al 4,6%. El promedio anual del ingreso neto de la población necesitada se elevó de 206 yuanes de 1985 a 1.318 de 1998, y las condiciones de vida y producción de las zonas pobres mejoraron de forma evidente. En los últimos 20 años, la población necesitada del mundo está aumentando progresivamente y la pobreza se hace cada vez más preocupante. En cambio, la población necesitada de China está reduciéndose progresivamente a una velocidad de 10 millones de habitantes por año, siendo China el país del mundo con la más rápida reducción de la población necesitada. En 1999, después de una investigación general sobre las labores de desarrollo de China en pro de los necesitados, el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo emitieron un informe, en el cual se señala: "Cuando la población necesitada se está incrementando en general en muchos lugares del mundo, China es una excepción." "Los logros de China en resolver el problema de la pobreza absoluta son reconocidos universalmente."

En la vieja China, cada vez que ocurría algún desastre natural importante, se veían por doquier cadáveres de muertos por el hambre. En 1931, tuvo lugar una inundación en el Este de China y murieron más de 145.000 personas. La nueva China presta suma atención al socorro y auxilio en los desastres naturales, protege y salva con toda dedicación la vida y propiedades del pueblo, y garantiza las condiciones básicas de vida a las víctimas en las zonas damnificadas. Según estadísticas preliminares, en los cincuenta años después de la fundación de la nueva China, los fondos de subvención y auxilio designados por el Gobierno central para los desastres naturales de gran magnitud, se totalizaron en más de 30.000 millones de yuanes. Gracias a estos fondos, más de 2.200 millones de personas/veces pudieron salir de la dificultad de la escasez de cereales causada por desastres naturales; más de 800 millones de personas/veces reconstruyeron sus hogares levantando más de 100 millones de casas derrumbadas; más de 200 millones de personas/veces adquirieron vestidos, los cuales fueron en total decenas de cientos de millones de piezas; y más de 1.000 millones de personas/veces se curaron de las enfermedades contraidas como consecuencia de los desastres naturales.

Los derechos de los trabajadores se materializaron en mayor medida. En 1949, la población desempleada llegó a 4.742.000 personas, lo que significaba una tasa de desempleo del 23,65%. Además, en las zonas rurales decenas de millones de campesinos estaban en bancarrota. En 1998, las personas colocadas en puestos de trabajo, en las ciudades y el campo, ascendían a 699.570.000. Los desempleados registrados en las ciudades y poblados fueron 5.710.000 y la tasa de desempleo registrado fue del 3,1%. Se establecieron el sistema de garantía de las condiciones básicas de vida de los empleados y obreros desplazados de sus puestos de trabajo en las empresas de propiedad estatal, el sistema de seguro de desempleo y el sistema de garantía de vida mínima de los vecinos en ciudades y poblados, y se garantizaron eficazmente las condiciones básicas de vida a los empleados y obreros desplazados de sus puestos de trabajo y a los desempleados. La remuneración laboral de los trabajadores creció rápidamente. El promedio del salario anual de los empleados y obreros de las ciudades y poblados se elevó de 445 yuanes en 1952 a 7.479 yuanes en 1998, y aumentó en 2,8 veces a precio cotejable. Según la ley, el horario de trabajo de los empleados y obreros se redujo de 8 horas diarias y 48 horas semanales a 8 horas diarias y 40 horas semanales. Antes de 1949, había unas cuantas escuelas de capacitación técnica de los obreros en todo el país y eran de tamaño sumamente pequeño. Hoy en día, se han formado numerosos sistemas de educación y de formación profesional en distintas formas y diferentes capas que pueden satisfacer en lo fundamental las necesidades de la construcción económica. El 70% de la nueva fuerza de trabajo de las ciudades y poblados reciben algún tipo de capacitación.

En la vieja China no existía un verdadero sistema de garantía social que sirviera a las amplias masas trabajadoras. En la nueva China, se invirtieron grandes sumas de dinero para desarrollar y perfeccionar las causas de garantía social, implantándose el sistema de garantía social que se venía perfeccionando. En la actualidad, además de los empleados y obreros de algunas empresas, cuyas pensiones están todavía a cargo de las empresas correspondientes, más de 94.330.000 empleados y obreros han participado en la recolección unificada de fondos de la sociedad para los seguros básicos de vejez de empresas, representando a más del 84% de los empleados y obreros. Más de 28 millones de jubilados se adherieron a estos seguros básicos de vejez. Hasta finales de 1999, los seguros de desempleo cubrieron a más de 99.120.000 empleados y obreros. El Estado auxilió, a través de los seguros de desempleo, a más de 15 millones de personas y ayudó a más de 7.500.000 desempleados a colocarse en nuevos puestos de trabajo. Después de la fundación de la nueva China, el Estado estableció el sistema de asistencia médica gratuita y seguros médicos gratuitos de trabajo. A finales de 1998, en todo el país, 177.810.000 personas estaban incluidos en dicho sistema. En la actualidad, en más de 1.700 municipios y distritos del país se practica la recolección unificada de fondos de la sociedad para seguros por lesiones sufridas en el trabajo, que cubren a más de 37.800.000 empleados y obreros, y en 1.412 municipios y distritos se practica la recolección unificada de fondos de la sociedad para los seguros de parto, que cubre a más de 27.770.000 empleadas y obreras. Hasta octubre de 1999, se estableció en 668 municipios y 1.638 capitales de distrito, el sistema de garantía de condiciones mínimas de vida de los vecinos, que ha beneficiado a más de dos millones de necesitados.

En la vieja China, el pueblo chino no contaba con los servicios médicos y sanitarios básicos. Hoy en día, los organismos médicos se distribuyen por todas las ciudades y zonas rurales, y se ha implantado de forma preliminar el sistema de servicio médico y sanitario. En 1949, en todo el país funcionaban apenas 3.670 organismos médicos y sanitarios, con 84.600 camas de hospital y 505.000 técnicos sanitarios. Por cada mil personas, había 0,15 cama de hospital, 0,93 técnicos sanitarios, 0,67 médicos y 0,06 enfermeras. En 1998 en todo el país había 314.100 organismos sanitarios, con 3.143.000 camas de hospital y con 4.423.700 técnicos sanitarios. Por cada mil personas, había 2,4 camas de hospital, 3,64 técnicos sanitarios, 1,65 médicos y 1 enfermera. El nivel de salud del pueblo mejoró considerablemente. La incidencia de las enfermedades contagiosas agudas bajó del 200‰ de antes de 1949 al 2,034‰. La mortalidad de la población descendió del 33‰ de antes de 1949 al 6,49‰ de 1994. El promedio de la esperanza de vida de los habitantes nacionales se elevó de los 35 años de antes de 1949 a los 70,8 años de la actualidad, diez años más que el promedio de los países en desarrollo e igual que el de los países medianamente desarrollados.

En la vieja China el nivel de educación y cultura era sumamente bajo. Las amplias masas trabajadoras tenían muy poco acceso a la educación. En la nueva China se tomaron diferentes medidas para desarrollar la educación y se garantizó de forma efectiva la materialización de los derechos de los ciudadanos a ser educados. En 1998, se generalizó la educación obligatoria de nueve años en las zonas con el 73% de la población nacional. El ingreso en escuelas primarias de los niños en edad escolar llegó del 20% de antes de 1949 al 99,3%, y el ingreso bruto en las escuelas secundarias del primer ciclo alcanzó al 87,3%, cifras que superaron el promedio de los países en desarrollo durante el mismo período. En los cincuenta años después de la fundación de la nueva China, se alfabetizaron 230 millones de personas. El porcentaje de analfabetos en la población nacional descendió del 80% al 14,5%. Entre los jóvenes y adultos el analfabetismo fue menos de un 5,5%. En 1998, el número de estudiantes de los centros docentes superiores regulares y el de las escuelas secundarias regulares fueron respectivamente 22,99 y 41,11 veces superiores al año con más estudiantes antes de 1949. En todo el país, cerca de 300 millones de personas fueron educadas y más de 230 millones de personas cursaron estudios normales en centros docentes. Según estadísticas, entre 1949 y 1990, los centros docentes superiores regulares formaron un total de 7.608.200 licenciados, bachilleres y graduados de ciertas especialidades, 40 veces el total de estudiantes graduados entre 1912 y 1948 en la vieja China.

En los últimos cincuenta años, China consiguió éxitos en la materialización de los derechos del pueblo a la subsistencia, el desarrollo, la economía, la sociedad y la cultura, que son reconocidos por todo el mundo. En la editorial del 1° de octubre de 1999, y en un artículo del 29 de septiembre del mismo año, New York Times y International Herald Tribune de los Estados Unidos señalaron por separado: "Se van a registrar en la historia los gigantescos éxitos logrados por China al resolver el problema de la comida, el vestido y la residencia de la cuarta parte de la población mundial." "La salud, la nutrición, la educación y la vida, de las que disfrutan los ciudadanos comunes de China, son las de mayor nivel que cualquier otro período de la historia del reino de poder centralizado."