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spanish.china.org.cn | 15. 12. 2025 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

¿Por qué llega el capital internacional a China?

Palabras clave: capital internacional, China
Spanish.china.org.cn | 15. 12. 2025

«Los inversionistas estadounidenses apuestan por la IA china», «los inversionistas extranjeros regresan al mercado bursátil chino» y «hay un enorme interés y curiosidad intelectual». En los últimos días, la comunidad internacional ha estado siguiendo de cerca la agenda económica de China, y la cobertura mediática se ha centrado con frecuencia en palabras clave como «crecimiento», «estabilidad», «inversión» e «inteligencia artificial (IA)». Desde principios de este año, el capital internacional ha vuelto a fluir hacia China de forma visible y sostenida. Hay señales de su aumento, del regreso de los inversionistas institucionales y una mayor asignación de capital a largo plazo, especialmente en sectores tecnológicos emergentes como la IA. Ya en febrero, el Financial Times publicaba un artículo en el que afirmaba: «¿China es materia de inversión? La respuesta es sí, y siempre lo ha sido».

El auge colectivo de sus firmas tecnológicas en múltiples sectores refleja una fase de crecimiento explosivo tras superar la etapa formativa. La vuelta del capital internacional a sus activos tecnológicos revela el optimismo sobre los cambios en las empresas locales, que pasan de la acumulación de capacidades a la expansión masiva y de los avances localizados a la competencia sistémica. Detrás de ello yace el apoyo político estable del país al desarrollo de la IA, así como su compromiso de reforzar su capacidad para atraer y afianzar recursos globales de alta calidad.

La reciente Conferencia Central de Trabajo Económico estableció tareas clave como «impulsar la iniciativa AI Plus» y «mejorar la gobernanza de la IA», así como «reformar y optimizar los sistemas de promoción de la inversión extranjera». Objetivos como «acelerar la innovación en tecnologías digitales e inteligentes como la IA», «aplicar políticas que equilibren el acceso al mercado y las operaciones comerciales» y «acortar aún más la lista restrictiva de acceso al mercado» también se han incluido en las recomendaciones para el XV Plan Quinquenal (2026-2030), que esboza las prioridades de desarrollo en el próximo lustro. En conjunto, estas medidas envían una señal clara al mundo: la puerta de China a la apertura solo seguirá abriéndose más. El incremento sostenido de la inversión extranjera es un voto de confianza en las perspectivas económicas nacionales y una respuesta directa al compromiso inquebrantable del país con la mayor apertura.

Desde inicios de este año, su economía ha sido estable, con exportaciones que exudan resistencia y una demanda interna en constante alza. Hace poco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial elevaron sus previsiones de avance económico en 2025. El director gerente del FMI también dijo que, en general, el XIV Plan Quinquenal había cumplido las metas fijadas en crecimiento y que se prevé que China siga contribuyendo en torno al 30 % al avance mundial en 2 años vista. Mediante la mejora continua de su innovación, el perfeccionamiento de su sistema industrial y el mantenimiento de una gobernanza macroeconómica estable y predecible, China aporta un valor esencial y escaso en la economía mundial: certeza.

En ese sentido, el capital internacional valora no solo las oportunidades temporales en rubros determinados, sino también las ventajas globales del desarrollo económico. El completo sistema industrial y la sólida capacidad de apoyo de China permiten que la innovación se traduzca rápidamente en ingeniería, desarrollo de productos y producción masiva. Además, sus ricos escenarios de aplicación y los clústeres industriales de alta densidad aluden a que los nuevos adelantos no solo pueden «crearse», sino también «utilizarse», lo que da pie a una optimización iterativa a través de una amplia competencia y colaboración.

Esta capacidad de ciclo cerrado, desde la investigación y el desarrollo hasta la fabricación y el mercado, es una lógica subyacente que cualquier capital que busque certeza en la arena mundial no puede permitirse pasar por alto. Esta fortaleza integral determina la vitalidad de la «economía real» china y muestra el giro de su economía de la «expansión cuantitativa» al «salto cualitativo».

Sus ventajas comparativas ya no parten únicamente de los precios de factores individuales, sino de las capacidades sistémicas y de respaldo. Esto incluye la capacidad de conectar la investigación y el desarrollo, la fabricación, la logística, los mercados y los escenarios de uso en un ciclo cerrado. El capital internacional no encuentra fácilmente este tipo de oportunidades de inversión a corto plazo.

La atención externa hacia los activos chinos también vislumbra la opinión mundial sobre las perspectivas de crecimiento futuro. En la actualidad, los cimientos de la recuperación económica mundial no son sólidos. Mientras los conflictos geopolíticos y la volatilidad financiera se entrelazan, y el proteccionismo y la «desconexión» continúan afectando la economía mundial, China ha optado por una mayor apertura, reformas más profundas y servicios de mayor calidad. Insiste en un desarrollo a partir de su propia realidad, al tiempo que promueve el cambio vía la apertura y crea resultados beneficiosos para todos con la cooperación. Este camino no es provisorio, sino más bien un respeto por las leyes económicas. La apertura no consiste en renunciar a los frutos, sino en ampliar los intereses compartidos. La competencia no es una confrontación de suma cero, sino un logro de beneficios mutuos con mayor eficiencia y suministro.

La razón por la que el capital internacional prefiere el mercado chino y la innovación no es un misterio, viene de un juicio acertado de las leyes económicas, una comparación realista de las vías de desarrollo y un cálculo racional de las oportunidades futuras. El desarrollo chino no cederá al ruido externo, ni su apertura se verá frenada por las turbulencias a corto plazo.

De cara al XV Plan Quinquenal, China ofrecerá al mundo escenarios de cooperación más ricos y oportunidades de crecimiento más sostenibles gracias a una mayor capacidad de innovación, un sistema industrial más refinado y unos niveles más altos de apertura. La elección del capital es una afirmación temprana de esta tendencia y una vívida entrada en este impulso.