El enfoque económico de China consolida la sinergia global e impulsará un crecimiento mundial de beneficio mutuo

Foto: Xinhua

Por Jorge Fernández

En esta lucha por la construcción de un mundo mejor, China, con la recién concluida Conferencia Central de Trabajo Económico, despliega acciones que influyen positivamente en los ideales a los que aspiran muchas economías emergentes, entre ellos un comercio con beneficios compartidos.

El mundo da testimonio de ataques contra la globalización y el multilateralismo, que son emprendidos sistemáticamente contra los intereses de la vasta mayoría de Estados que conforman el Sur Global. Pese a su propósito —orientado a perpetuar un sistema que impide el desarrollo y progreso de economías emergentes—, sus impactos están siendo sorteados por países que, cansados de sistemas depredadores en las relaciones internacionales, abogan por cambios progresistas que den origen a un orden más justo, equitativo y democrático. En esta lucha por la construcción de un mundo mejor, China, con la recién concluida Conferencia Central de Trabajo Económico, despliega acciones que influyen positivamente en los ideales a los que aspiran muchas economías emergentes, entre ellos un comercio con beneficios compartidos.

El cónclave económico del 10 y el 11, celebrado en Beijing, definió las prioridades que deberán tomar en cuenta los estrategas chinos para los trabajos de 2026. El presidente de China, Xi Jinping, presentó en su alocución los objetivos a los que se deberá dar prioridad en aras de un desarrollo sostenido para el año que está por comenzar. Esas acciones —dada la estrecha relación que China y el mundo han establecido gradualmente a lo largo de los años—, encierran cambios y nichos de oportunidad. En abierta oposición a intentos externos que buscan someter su soberanía, ya sea a través de imposiciones comerciales abusivas o guerras arancelarias desatadas bajo el disfraz de la seguridad nacional, la Conferencia Central de Trabajo Económico encierra contenidos que, de aprovecharse con cabalidad, ofrecen oportunidades tanto para China como para aquellos países del Sur Global que tienen, o que deseen, una mayor vinculación con el gigante asiático. Huelga decir que estos beneficios también repercuten en las economías desarrolladas.

China no cejará en sus trabajos para mejorar el funcionamiento de la economía interna a través de una estructura que le permita sortear el entorno económico y comercial externo, que, en muchas ocasiones, puede ser adverso. Tanto el Sur Global como muchas economías desarrolladas están recibiendo impactos que surgen de las tensiones globales, pero, con el gigante asiático dando todo de sí para reajustar sus procesos económicos, el resultado inmediato es la estabilización comercial, al menos con aquellos países que buscan intercambios de beneficios compartidos. Con un entorno estable entre China y otras economías del planeta, los países desarrollados y en desarrollo encontrarán rutas más accesibles para el mercado chino, al que podrán penetrar con productos de calidad. La alineación que China busca —con pesos y contrapesos para mantener un alineamiento coherente entre política interna y comercio exterior— ofrece un ambiente idóneo para que economías, especialmente las del Sur, exporten materias primas y para que la industria china las transforme en manufacturas de calidad.

Con las dimensiones del mercado, el cual eleva su valor por la capacidad adquisitiva de los chinos, las economías que tengan acuerdos comerciales o que deseen establecerlos con China encontrarán un destino seguro para sus exportaciones. La Conferencia Central de Trabajo Económico hará un mayor énfasis en la expansión de la demanda interna y la optimización de la oferta. Es así que el cónclave celebrado en China —que hace notar la constante necesidad de alimentos, materias primas, energía, productos agrícolas y agropecuarios, así como bienes terminados y semiterminados—, abre posibilidades incontables para países en desarrollo, especialmente de la región latinoamericana y caribeña, cuyas economías dependen de exportaciones de esta naturaleza. A mayor crecimiento de la economía y desarrollo de China, mayores son los beneficios para las economías emergentes, especialmente las que necesitan mercados alternativos para sus exportaciones.

China lleva ya varios años poniendo como foco el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad. De cara a la irrupción de la IA en el mundo, China ha incorporado esta herramienta en prácticamente todos sus sectores, y, al hacerlo, ha logrado una mayor eficiencia en sus procesos, incluida la relación costo y calidad. Industrias como la de los vehículos eléctricos y de energías limpias están elevándose a nuevos niveles, lo que se traduce, para otras economías, en soluciones más económicas y mejoras para sus propios sectores industrializados. El desarrollo de China ofrece un recurso diseñado y fabricado por China con mayores ventajas y ello lleva consigo una reconfiguración en las cadenas de valor. Tanto economías emergentes del Sur Global como las desarrolladas en otros rincones del planeta pueden incorporarse en esta nueva tendencia liderada por China, en donde la eficiencia, la rapidez, el costo y la calidad son atractivos a nivel mundial.

En un mundo con turbulencias, la volatilidad de las divisas genera pérdidas multimillonarias y, además, causa de manera expedita empobrecimiento en el nivel de vida de las personas. El camino que China traza se aleja de esta senda y, para hacerlo, encausa sus estrategias en aras del fortalecimiento de la moneda RMB. El próximo año las políticas buscarán fortalecer más el valor de la divisa china, puesto que solo así, con un RMB fortalecido, China cuenta con una herramienta factible para hacer frente a los altibajos de la economía mundial. Los estrategas de Beijing están estructurando un entorno de elevada calidad para aquellos que quieran establecer intercambios comerciales con China. En otras palabras, con un RMB confiable, economías de todo el planeta están en mejor posición para diseñar presupuestos y para negociar bajo un marco previsible los procesos implícitos en las importaciones y exportaciones. Tanto China como otras economías del planeta quedan protegidas de los choques cambiarios, y esto, a corto y mediano plazo, lo agradecen enormemente los mercados financieros.

La Conferencia Central de Trabajo Económico, es un laboratorio de ideas estratégico que, al buscar científicamente un desarrollo sostenible para China, extiende oportunidades para el desarrollo y modernización de otras economías del mundo —tanto para el mundo desarrollado como para el Sur Global—.