| spanish.china.org.cn | 12. 12. 2025 | Editor:Eva Yu | ![]() |
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La Conferencia Central de Trabajo Económico presenta al mundo una «lista de oportunidades»:
Foto: Xinhua
En la encrucijada entre la pronta conclusión satisfactoria del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y el inicio estable del siguiente (2026-2030), la Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada en Beijing el miércoles y jueves brindó orientaciones sobre la dirección económica de China y ofreció al mundo una «ventana» autorizada para observar el país. Desde principios de este año, con el aumento de la inversión internacional en las nuevas fuerzas productivas de calidad y la reciente ola de instituciones financieras foráneas elevando sus estimaciones de crecimiento, un consenso cada vez mayor de «confianza en China» va tomando forma. ¿De dónde viene este optimismo y qué tipo de «lista de oportunidades» presenta el país asiático al mundo?
El 2025, a punto de concluir, ha sido un año extraordinario. En un contexto de creciente incertidumbre en el entorno externo y de densas tareas de ajuste estructural en el ámbito interno, la economía china avanzó bajo presión y progresó hacia un desarrollo nuevo y de mayor calidad. En los tres primeros trimestres, su PIB creció un 5,2 % interanual; además, se espera el alcance exitoso de sus principales metas de desarrollo económico y social. En medio de una profundización de los efectos de los cambios en el contexto externo y de una notable contradicción interna entre una oferta fuerte y una demanda débil, esto refleja la resiliencia y el potencial de la economía china.
Al resumir la labor del año, la Conferencia Central de Trabajo Económico apuntó que la construcción de un sistema industrial moderno sigue su cauce, la reforma y la apertura han dado nuevos pasos, se han logrado avances positivos en la resolución de riesgos en áreas clave y se han reforzado las garantías de los medios de vida. Múltiples instituciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Asiático de Desarrollo, han elevado recientemente sus previsiones de crecimiento económico de China para 2025. El optimismo deriva del impulso al desarrollo y las oportunidades de cooperación que ofrece la economía china, con una robusta capacidad de recuperación. Asimismo, tiene que ver con las fortalezas institucionales y la eficacia de la gobernanza demostradas en la resolución continua de «problemas de larga data» y «nuevos retos» para mejorar el nivel de gobernanza económica y social moderna.
El optimismo del mundo viene de una China que sigue liberando su potencial de desarrollo. La Conferencia Central de Trabajo Económico insistió en la demanda interna como motor principal y en la construcción de un mercado interno sólido. Por el lado de la demanda, el país debe aumentar las iniciativas específicas para el fomento del consumo y formular planes para incrementar los ingresos de los residentes urbanos y rurales. Es necesario mejorar la conectividad entre la producción, la distribución, la circulación y el consumo a mayor escala para crear un círculo virtuoso de mayores ingresos y consumo. Desde el lado de la oferta, la atención es extenderla en el campo de bienes y servicios de alta calidad. China debe favorecer al sector manufacturero, desde avances aislados hacia mejoras en todo el sistema, aumentar la capacidad y la calidad de los servicios y acelerar el desarrollo de servicios avanzados para productores. Estos esfuerzos mejorarán la capacidad del sistema de suministro a favor de los requerimientos de su gran mercado interno y de la demanda mundial de alta gama. Esto brinda a la economía china un amplio margen para la mejora estructural y el progreso tecnológico a medio y largo plazo, lo que la convertirá en un motor del crecimiento económico mundial.
China está transformando los dividendos de su apertura en oportunidades de desarrollo para el mundo. La Conferencia Central de Trabajo Económico puso énfasis en la mejora constante de la apertura institucional, la expansión de la apertura voluntaria en el ramo de servicios, la optimización en la distribución y alcance de las zonas piloto de libre comercio, la promoción del desarrollo integrado del comercio y la inversión y del intercambio interior y exterior, y una cooperación de alta calidad en el marco de la iniciativa «La Franja y la Ruta». Sus plataformas de alto nivel para la apertura proporcionan canales más fluidos para el capital, la tecnología y el talento. El principio de consulta amplia y contribución conjunta para el beneficio compartido ofrece apoyo a los países en diferentes etapas de desarrollo a fin de extender los intereses comunes y crear motores de crecimiento compartidos. La confianza del mundo en China viene fundamentalmente de su círculo virtuoso de mejora de la calidad del desarrollo con mayor apertura e intereses compartidos a través de una cooperación más profunda. Refleja la confianza en una economía importante con sentido del deber como país relevante que combina escala con vitalidad, permanece abierto y se compromete a compartir las oportunidades de desarrollo con todos.
Lo que esboza la Conferencia Central de Trabajo Económico no es solo un «plan de construcción» para el desarrollo chino en el próximo año, sino también una «lista de oportunidades» para el mundo. Una economía de peso con expectativas de crecimiento más claras, un entorno macroeconómico más estable y políticas más predecibles permite a todos los países encontrar certeza en medio de la incertidumbre mundial. En un panorama de mayor competencia por los recursos globales, pueden aprovechar las ganancias incrementales que aportan su vasto mercado, los nuevos motores de crecimiento y la apertura de alto nivel. Al lograr el éxito mutuo, los países pueden aumentar la convergencia de intereses, dar con un nuevo impulso de avance y abrir nuevos horizontes para el camino de la humanidad hacia la prosperidad y el desarrollo.













