Japoneses exhortan a Takaichi a retractarse

Académicos y exfuncionarios advierten sobre un posible resurgimiento del militarismo

Más de una docena de académicos, ex funcionarios gubernamentales y abogados japoneses instaron a la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, a retractarse inmediatamente de sus desacertadas intervenciones sobre la región china de Taiwan, advirtiendo que las mismas han suscitado preocupación por un posible resurgimiento del militarismo.

Afirmaron que sus palabras en el Parlamento japonés vulneran los acuerdos internacionales de posguerra y la Declaración Conjunta China-Japón de 1972, y que su negativa a retractarse tensa aún más las relaciones con China.

Los comentarios se dieron en una conferencia de prensa celebrada el lunes por la Asociación para la Herencia y la Difusión de la Declaración de Murayama, un grupo cívico japonés. La Declaración de Murayama fue emitida en 1995 por el entonces primer ministro Tomiichi Murayama en conmemoración del 50.° aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial. En la misma, el líder pidió perdón a las víctimas asiáticas de la agresión japonesa.

«Durante un cierto período en un pasado no muy lejano, Japón, siguiendo una política nacional errónea, avanzó por la senda de la guerra, solo para sumir al pueblo japonés en una crisis y, a través de su dominio colonial y su agresión, causó enormes daños y sufrimientos a los pueblos de muchos países, en particular a los de las naciones asiáticas», rezó el documento.

Japón debe «descartar el nacionalismo autosuficiente, promover la coordinación internacional como miembro responsable de la comunidad internacional y, así, propiciar los principios de paz y democracia».

Según lo dicho durante la rueda de prensa el lunes, las declaraciones de Takaichi se desviaron de la posición básica mantenida por los sucesivos Gobiernos japoneses sobre Taiwan y supusieron la primera vez que un primer ministro japonés sugería en el Legislativo una posible postura bélica en caso de una «contingencia en Taiwan», lo que podría considerarse un avance del militarismo.

La declaración señalaba que las tensiones actuales fueron provocadas por la parte japonesa, pero que el país asume una postura de «víctima» que no contribuye a resolver la situación. Añade que Takaichi debe reconocer que la cuestión de Taiwan es un asunto de China y retractarse ipso facto de lo dicho.

Los compromisos relacionados con Taiwan en la Declaración Conjunta China-Japón de 1972 se concretaron tras serias negociaciones entre ambas partes, y China ha exhortado constantemente a Japón a cumplirla estrictamente, afirmó Kazuhiko Togo, experto en política internacional y exdiplomático, en la rueda de prensa.

Takaichi debería prestar la debida atención a este asunto, aseveró.

El economista político Kazuhide Uekusa sostuvo que, después de los comentarios el 7 de noviembre, Takaichi primero dijo que no reflejaban la opinión unánime del Gobierno, pero luego insistió en que estaban en línea con la posición diplomática tradicional de Japón, lo que, según Uekusa, es algo contradictorio.

«Tengo que decir que esto parece un intento de eludir el tema, o incluso de cambiarlo», resaltó.

Uekusa instó a Takaichi a dejar de restar importancia o eludir el problema y, en su lugar, atenderlo y corregirlo de manera humilde y directa.

Takakage Fujita, secretario general del mencionado grupo cívico japonés, apuntó que, desde su fundación en 2013, la asociación se ha comprometido a reflexionar sobre el ataque y la historia colonial de Japón y a promover la adhesión del país a una vía de paz y antiguerra. Lo dicho por la primera ministra sobre Taiwan se desvía del compromiso de paz de Japón tras la guerra, acotó.

Masakatsu Adachi, profesor emérito de la Universidad Kanto Gakuin, opinó que las acciones de Takaichi refuerzan el «control de la información interna y la recopilación de inteligencia exterior», lo que empuja efectivamente a Japón hacia el conflicto.