La retórica emocional y radical hacia China puede llevar a Japón a repetir los errores de la guerra

La retórica emocional y radical hacia China, fuera de la realidad de dependencia mutua, puede llevar a Japón a repetir los errores de la guerra, expresó preocupado el miércoles el influyente japonés en redes sociales Hiroshi Nishimura, con 2,68 millones de seguidores en X. En su opinión, la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, aumenta la carga sobre el ciudadano de a pie para complacer a sus partidarios, dada la fuerte reacción china ante sus desacertadas declaraciones sobre el tema de Taiwán.

El 16 de noviembre, Nishimura, fundador del foro en línea japonés 2ch y comentarista habitual sobre temas de entretenimiento y sociopolíticos, criticó en una publicación en X los comentarios irresponsables de algunos internautas y famosos que buscan avivar el sentimiento antichino y exhortó a la gente a escuchar los puntos de vista de los trabajadores y agricultores japoneses.

En la entrada, Nishimura apuntó que si China pone un alto a las exportaciones japonesas, el país enfrentaría una escasez de fertilizantes, lo que provocaría un suministro insuficiente de alimentos, además la falta de tierras raras paralizaría el sector de alta tecnología. Con la ayuda de dos gráficos, el comentarista ilustró los vínculos económicos de Japón con China en varios sectores.

Cuando se le pidió opinar acerca de lo dicho por Takaichi sobre Taiwán, Nishimura afirmó que sus palabras, dirigidas a satisfacer a parte de sus simpatizantes, estaban equivocadas y han tenido repercusiones económicas negativas, lo que ha supuesto una mayor carga para la población en general.

«Solo un sector de sus seguidores respalda sus afirmaciones, y no representan la voluntad de todo el pueblo japonés», argumentó.

Reflexionando sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial, Nishimura sostuvo que, antes de que Japón entrara en conflicto con Estados Unidos, la Armada publicó un informe en el analizaba el suministro de recursos y la capacidad de fabricación de armas, y la conclusión fue que, incluso si Japón enfrentaba al país norteamericano, la victoria no sería posible, un hecho que algunos comprendían en ese momento. Sin embargo, debido a que la opinión pública y los medios no hicieron juicios racionales, Japón decidió seguir con sus planes y causó enormes pérdidas humanas en muchos países.

«Me temo que las políticas emocionales y radicales hacia China, fuera de la realidad de la dependencia mutua, pueden llevar a Japón a repetir los errores», zanjó.

En su publicación del 17 de noviembre en X, también condenó la irresponsabilidad de los medios locales durante la Segunda Guerra Mundial por incitar al pueblo, lo que provocó la muerte de muchos civiles.

En X, muchos internautas japoneses coincidieron con él. «Incluso Hiroyuki ha empezado a hablar en serio. Eso demuestra lo mal que han ido las cosas bajo la incompetente administración derechista de Sanae Takaichi», señaló uno de sus aficionados. Varios dijeron también que, desde que Takaichi asumió el cargo, algunas narrativas de la prensa han engañado a la opinión pública.

«Los políticos no deberían buscar la popularidad y los votos a corto plazo, sino adoptar una visión más amplia y guiar al país hacia la paz», escribió otro. Algunos advirtieron que un Gobierno que admite el uso arbitrario del «derecho a la autodefensa colectiva» es extremadamente peligroso.

«Gran parte de los japoneses es contraria a los conflictos, y los amigos chinos que he conocido también son pacíficos y trabajadores. No se debe permitir que una minoría extremista perturbe la vida pacífica de la mayoría», anotó Nishimura.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, declaró en su rueda de prensa habitual el 19 de noviembre que los comentarios erróneos de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre Taiwán han erosionado la base política de las relaciones bilaterales y han provocado indignación y condena en el pueblo chino. Si Japón se niega a retractarse o incluso continúa por la senda equivocada, China se verá obligada a tomar medidas enérgicas y decididas, y las consecuencias derivadas caerán sobre Japón. «China lo exhorta a retractarse de sus declaraciones incorrectas, dejar de provocar en sus temas, adoptar medidas prácticas para reconocer y corregir errores, y defender los cimientos políticos de los lazos entre los dos países».