| spanish.china.org.cn | 17. 11. 2025 | Editor:Eva Yu | ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
[A A A] |
¿Por qué los ciudadanos chinos deben viajar a Japón con precaución?
Foto: Xinhua
Tras la advertencia de viaje a Japón en un futuro próximo emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores a los ciudadanos chinos, el Ministerio de Educación también publicó el domingo una alerta sobre estudios en el extranjero, en la que señala la frecuencia de delitos cometidos contra nacionales chinos en Japón y aconseja planificar los estudios con prudencia. Ese mismo día, el Ministerio de Cultura y Turismo hizo lo mismo con un aviso para los turistas chinos. Los comunicados captaron la atención, y algunas personas ajenas al tema han intentado interpretarlos como una forma de «presión diplomática». Sin embargo, un examen racional del contexto de las relaciones entre China y Japón y de los diversos cambios en este último lleva a una conclusión clara: todos ellos parten de consideraciones realistas sobre la seguridad personal y la dignidad de las personas, y son una medida necesaria adoptada por el Gobierno chino para cumplir con sus responsabilidades.
Como vecino cercano, Japón ha sido durante mucho tiempo un destino clave para viajeros y estudiantes chinos. China no desea obstaculizar los intercambios de personas entre ambos países, pero estos deben basarse en la seguridad. Tras asumir el cargo, la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, ha propiciado una agenda militar expansionista incitando la retórica de la «amenaza china», lo que ha dañado seriamente la confianza mutua y ha socavado la estabilidad de los vínculos bilaterales. Esta manipulación política es como una toxina que ha erosionado los cimientos de los intercambios de personas entre ambos países. Las precauciones señaladas por el Gobierno chino son una respuesta necesaria a este creciente riesgo. Desde el punto de vista internacional, muchos países emiten alertas de viaje o estudios de diferente nivel en función de la situación de seguridad del país de destino. Es una práctica habitual en el mundo.
Los nacionales chinos deben evitar viajar a Japón en un futuro próximo y planificar con detalle cualquier estudio, inversión u otros arreglos a largo plazo. Las principales razones son las siguientes: En primer lugar, el ascenso al poder de Takaichi puede acelerar la hostilidad política japonesa hacia China en discriminación social y acoso. Este año, los turistas chinos han sido objeto de repetidos ataques violentos en Japón, lo que ha exacerbado el temor del público por su seguridad personal. Ahora, con la líder japonesa provocando abiertamente a China y esta última obligada a tomar las contramedidas del caso, algunos populistas radicales entre la población japonesa pueden verse engañados por la opinión pública y culpar a China de los problemas. No se puede descartar que algunos de ellos dirijan su ira hacia los visitantes chinos.
En segundo lugar, está emergiendo un sentimiento xenófobo en Japón, y la propia Takaichi es una de las defensoras del «Japón primero». En los últimos años, se han producido a menudo marchas xenófobas de grupos de extrema derecha, y los comentarios discriminatorios contra extranjeros en las redes sociales se han intensificado. Este sentimiento es mayor en la esfera política, y las fuerzas de extrema derecha, representadas por Takaichi, han aprovechado la oportunidad para promover el «Japón primero», vinculando a los extranjeros con temas como el aumento de la delincuencia y el desorden social, lo que ha incrementado aún más el antagonismo en la sociedad. Los ciudadanos chinos en Japón pueden enfrentar trabas en el empleo, el emprendimiento y la vida cotidiana.
En tercer lugar, se considera que la aplicación de las nuevas regulaciones en visas y turismo por el gobierno de Takaichi dificulta cada vez más la vida de los extranjeros. Según un informe anterior de Nikkei, el Gobierno japonés está considerando aumentar las tasas de visado, actualmente unos 3000 yenes por entrada única, muy por debajo de lo que cobran otros destinos importantes como Estados Unidos o la Unión Europea. El reporte insinúa que, con Takaichi al mando, se han endurecido las normas sobre los extranjeros, y los profesionales de alta tecnología, estudiantes e inversionistas encaran un escrutinio más estricto. Además, los residentes chinos en Japón han informado de dificultades para abrir cuentas bancarias y las revisiones más rigurosas de las empresas devienen barreras ocultas.
En cuarto lugar, el costo de viajar y estudiar en Japón podría seguir en alza. A partir de 2025, Japón comenzó a implementar un «sistema de precios duales» en algunas de las principales atracciones turísticas, lo que algunos denominan una política de «precios elevados para los extranjeros». Es posible que esta medida se adopte a nivel nacional, e incluso se debate la cancelación de la devolución de impuestos para turistas internacionales. Además, la inflación actual sigue causando estragos en el precio de la comida, alojamiento y el transporte para los viajeros. En un escenario de intensa competencia en el mercado turístico internacional, la competitividad futura de los viajes a Japón en términos de experiencia, comodidad y rentabilidad es incierta.
Finalmente, todo esto es el resultado de la una expansión de los aspectos negativos de la sociedad japonesa bajo la influencia de fuerzas conservadoras de derecha como Takaichi. Sus políticas desde que tomó las riendas del país han reforzado el aislamiento y la xenofobia, lo que ha originado un incremento del acoso y la discriminación contra ciudadanos chinos y de otras nacionalidades, y un deterioro importante del entorno para viajar y vivir a largo plazo en Japón. Es evidente que el país ya no es un destino adecuado para los chinos y otros viajeros del mundo.
El 15 de noviembre, el secretario jefe del Gabinete japonés, Minoru Kihara, presentó una «protesta» por la advertencia de viaje de China, instando a tomar «las medidas pertinentes». Esto se debe sin duda a que el gasto de los turistas chinos en Japón es crucial para la economía local. Si Japón desea sinceramente beneficiarse de las relaciones con China, debe demostrar una voluntad genuina y tomar acciones inmediatas, reflexionar sobre lo dicho y lo hecho erróneamente en asuntos históricos y sobre el tema de Taiwán, retractarse de sus comentarios ofensivos, poner fin a las provocaciones y reconstruir un ambiente positivo para los intercambios personales entre los dos países.













