China y España marcan la pauta en interacción internacional

El presidente chino, Xi Jinping, preside una ceremonia de bienvenida al rey Felipe VI de España en la plaza frente a la puerta este del Gran Salón del Pueblo, antes de su reunión en Beijing el 12 de noviembre de 2025. Xinhua

El presidente chino, Xi Jinping, se reunió el miércoles con el rey Felipe VI de España en el Gran Salón del Pueblo de Beijing. Se trata de la primera visita de Estado al país tras su subida al trono y la más reciente de un monarca español luego de 18 años. Mientras ambos países celebran el XX aniversario del establecimiento de su asociación estratégica integral, España ha entablado lazos reales con China a través de un viaje de alto nivel lo que enfatiza la importancia que le concede, además envía una clara señal de cooperación.

Durante la cita, los jefes de Estado elogiaron los vínculos bilaterales. El presidente Xi afirmó que, en los más de 50 años transcurridos desde su establecimiento, ambas partes siempre las han considerado y desarrollado desde una perspectiva estratégica y a largo plazo, se han respetado y apoyado mutuamente y han contribuido al éxito de la otra. Esto ha sentado un modelo de búsqueda de lazos amistosos y desarrollo común entre países con diferentes historias, culturas y sistemas sociales, y ha cumplido un rol primordial en la promoción de la apertura y la cooperación en el mundo y en la defensa de la equidad y la justicia internacionales.

Luego del encuentro, ambos presenciaron la firma de 10 documentos de cooperación en comercio y economía, ciencia y tecnología, y educación, entre otros, lo que añade un nuevo capítulo al avance constante de las relaciones.

Subrayando que China valora la tradicional amistad con España y su papel único en los asuntos internacionales y regionales, el presidente Xi apuntó que el país está dispuesto a trabajar con España para crear una asociación estratégica integral más resistente y dinámica con mayor influencia internacional. Sus declaraciones suscitaron una gran atención mundial, detrás de la cual se esconde una convergencia de confianza mutua y visión compartida. La resiliencia estratégica se deriva del respeto por los intereses fundamentales de cada uno; el dinamismo surge de la complementariedad económica y la sinergia innovadora; y la influencia internacional parte de la coordinación equitativa dentro de un marco multilateral. La visita del rey Felipe VI provocó gran interés internacional. La cooperación bilateral ha avanzado de manera constante y sólida. España es ahora el quinto socio comercial de China dentro de la UE, mientras que China es su mayor socio comercial fuera de la UE. El jamón español ha llegado a las mesas chinas, mientras que los vehículos eléctricos, los teléfonos inteligentes y las computadoras chinas inundan el mercado ibérico. Además, China ampliará la exención de visado a los ciudadanos españoles. Desde principios de este año, España ha batido un record de visitas a China, desde su jefe de Estado, pasando por su primer ministro, hasta su canciller. China y España se acercan y avanzan juntas sobre la base del respeto mutuo y la racionalidad pragmática.

Como miembro clave de la UE, la política española hacia China ha mantenido siempre la coherencia y la estabilidad, debido a su clara comprensión de un mundo multipolar y a su búsqueda consciente de la autonomía estratégica en medio de la transformación global. Mientras algunos países siguen debatiendo cómo vincularse con China, España ya ha tomado su decisión con acciones concretas y se ha opuesto sistemáticamente a cualquier «desacoplamiento» o «ruptura de las cadenas de suministro». En julio de este año, firmó un contrato por 12,3 millones de euros con Huawei, a pesar de la presión externa. Actualmente, empresas chinas como CATL, Envision y Chery invierten en fábricas en su territorio, y es probable que BYD también establezca allí su tercera planta europea. Estos proyectos no solo cubrirán las lagunas críticas de la cadena industrial de nuevas energías de España, sino que también incentivarán el empleo local y las mejoras tecnológicas.

Muchos han notado que el rey eligió Chengdu, en la provincia de Sichuan, como la primera parada de su gira. Con el avance del desarrollo regional coordinado y la formación de industrias ventajosas en diversas regiones chinas, las oportunidades de colaboración con diversos países del mundo, incluida España, se han ampliado objetivamente. El Gobierno español ha abierto un consulado general en Chengdu y Aerolíneas Sichuan ha iniciado una ruta aérea directa entre Chengdu y Madrid. El comercio, el turismo y los intercambios culturales están en pleno auge. En la actualidad, más de 40 firmas españolas han fijado sus bases en Chengdu, y la Zona de Alta Tecnología de Chengdu y el Parque Científico de Barcelona han emprendido iniciativas en áreas como tecnología limpia y energía inteligente. La elección de este primer destino demuestra por sí mismo que la cooperación bilateral florece en múltiples ámbitos.

Aunque ambos países están separados por miles de kilómetros, ambos poseen una larga y espléndida civilización histórica, valoran sus tradiciones culturales y defienden un carácter nacional abierto e inclusivo. A medida que el mundo entra en un nuevo periodo de turbulencias y cambios, la búsqueda de la paz y el desarrollo sigue siendo un camino largo y arduo. En este contexto, el desarrollo saludable de las relaciones entre China y España trasciende los lazos bilaterales.

Esta forma de coexistencia, basada en el respeto mutuo, la igualdad y el beneficio recíproco, no solo se ajusta a los intereses vitales de ambos pueblos, sino que también ofrece valiosas perspectivas para el desarrollo y el progreso de las relaciones entre China y la Unión Europea y del mundo en su conjunto. Las prácticas de ambos países revelan que son capaces de dejar de lado diferencias en sistemas sociales e ideologías. A través del diálogo y la consulta, pueden alcanzar consensos y trabajar juntos para hacer realidad las aspiraciones de sus pueblos de una vida mejor.