La CIIE refleja el compromiso de China con la apertura

La 8.ª Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE) se inauguró el miércoles en Shanghai. Como el primer gran evento de diplomacia económica de China tras la cuarta sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), la feria de este año ha suscitado gran interés internacional. Esta congrega 4108 expositores de 155 países, regiones y organizaciones internacionales e incluye más de un centenar de eventos paralelos, entre ellos el Foro Económico Internacional de Hongqiao, negociaciones comerciales y actividades de promoción de la inversión, que han tendido puentes de comunicación para compartir la prosperidad con todos los países, fortaleciendo y profundizando aún más el consenso sobre apertura y cooperación.

Muchos participantes han afirmado que la certeza del desarrollo chino y apertura son las razones por las que creen en ella y la eligen como punto de inversión. La Propuesta del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) para la Elaboración del XV Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social establece disposiciones en cuatro aspectos: más apertura al exterior, impulso al desarrollo innovador del comercio, ampliación de la cooperación bilateral en inversión y cooperación de alta calidad en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, esbozando así un nuevo plan para una apertura de alto nivel. Al mismo tiempo, la economía china tiene una base sólida, ventajas en muchas áreas, una gran capacidad de recuperación y un gran potencial. El producto interno bruto (PIB) creció un 5,2 % interanual en los tres primeros trimestres de 2025, y el país ha afirmado que en los próximos 5 años seguirá apostando por un desarrollo de alta calidad como objetivo principal, lo que en conjunto ofrece cimientos sólidos para que empresas nacionales y extranjeras trabajen codo a codo con miras al futuro.

Los observadores internacionales sostienen que la exposición proporciona un flujo predecible de pedidos y un espacio de mercado sostenible para una vasta gama de compañías, y que la escala, la capacidad de innovación y la certeza del mercado chino son recursos poco comunes para el desarrollo económico mundial y representan una gran oportunidad. En momentos en que la inversión foránea es escasa y el avance del comercio es menor, China transforma el potencial de su circulación interna en demanda pública internacional. Tras mantenerse como el segundo mayor mercado importador del mundo durante 16 años consecutivos, y con un segmento de ingresos medios pronto a superar los 800 millones en la próxima década, el enorme mercado chino evoluciona de uno «de consumo de bienes» tradicional a una «plataforma de lanzamiento, campo de pruebas y centro de aplicación» mundial para nuevas tecnologías y modelos de negocio, lo que encarna el mensaje «caminar con China significa caminar con oportunidades».

A nivel mundial, las exhibiciones no son pocas, pero la CIIE centrada en las «importaciones» y con continuos dividendos institucionales, es la única hasta la fecha. Sus «novedades» de este año son alentadoras, y su significado más hondo yace en propiciar y defender un orden económico internacional justo, abierto, inclusivo y beneficioso para todos. Entre las nuevas iniciativas se incluyen el lanzamiento de una «plataforma preferente de comercio electrónico transfronterizo» para asistir a las empresas a conectarse con el mercado chino, y la presentación de 461 nuevos productos, tecnologías y servicios, de los cuales casi la mitad son estrenos mundiales. Además de acoger a las firmas estadounidenses —que han ocupado el primer lugar en superficie de exposición durante 7 años seguidos— para que consigan más pedidos, la CIIE ha creado por primera vez una sección especial para la oferta de los países menos adelantados, con el fin de ayudarles y a los 53 países africanos que mantienen relaciones diplomáticas con China a beneficiarse del trato arancelario cero y compartir mejor las oportunidades de China. Estas innovaciones enfatizan la vitalidad de la feria para mantenerse al día con los tiempos, así como los valores de China de un enfoque ético de la justicia y sus intereses, anteponiendo la justicia a estos últimos. En la CIIE, es claro que la apertura y la cooperación son la «llave de oro» para resolver los retos del desarrollo mundial.

Es menester destacar que el día antes de su inauguración concluyó la 138.ª Feria de Cantón; esta semana, China extendió su política de exención de visados a países como Francia y añadió a Suecia en la lista. En el este, se suceden las exposiciones, las zonas piloto de libre comercio siguen su avance y la lista restrictiva a la inversión extranjera es cada vez menor. La apertura institucional se acelera, lo que crea más oportunidades para el desarrollo global compartido. Este compromiso a largo plazo con una apertura de alto nivel se ha convertido en un «sello de oro» reconocido, confiable y aceptado por el mundo, lo que demuestra que los conceptos y prácticas de China no solo satisfacen las necesidades de las firmas internacionales, sino que también se alinean con la tendencia actual.

La economía china es un océano, al igual que la mundial. Todos los mares y océanos están interconectados. En medio de rápidos cambios en el siglo, ningún país importante puede lograr el desarrollo por sí solo tomando el camino del «encierro». Siempre que los países sigan la trayectoria de los tiempos, defiendan el diálogo en lugar de la confrontación, la apertura en vez del aislamiento y la cooperación beneficiosa para todos en desmedro de la rivalidad de suma cero, sin duda encontrarán terreno común para el éxito mutuo. Aprovechando las oportunidades de la CIIE, diversos productos han llegado a los consumidores chinos, mientras que los adelantos tecnológicos chinos han inspirado la transformación industrial mundial, inyectando un nuevo impulso al desarrollo de los países. Esto es lo primordial de la CIIE: es la tarjeta de presentación de China por su compromiso con la apertura, así como con el mundo.