| spanish.china.org.cn | 31. 10. 2025 | Editor:Eva Yu | ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
[A A A] |
China y EE.UU. pueden lograr cosas grandes y concretas juntos
El jueves, hora local, el presidente Xi Jinping se reunió con su par estadounidense Donald J. Trump en Busan. Ambos líderes sostuvieron conversaciones sobre cuestiones estratégicas y a largo plazo relativas a las relaciones bilaterales, así como temas esenciales de interés común. El encuentro, que atrajo «gran atención mundial», fue rápidamente cubierto y analizado por los principales medios del mundo. Los observadores consideraron que la cita es un «hito» en los vínculos entre China y Estados Unidos que ayudará a «estabilizar el sentimiento mundial y las expectativas comerciales, lo que supone un alivio para la demanda y la cadena de suministro». Una vez más, se resaltó el rol estratégico insustituible de la diplomacia de los jefes de Estado en los lazos de ambos países.
Fue una comunicación estratégica importante en un momento crítico de las relaciones. La reunión, que duró una hora y 40 minutos, arrojó resultados positivos y alcanzó consensos, vital para sus participantes y para el mundo. No solo abordó asuntos bilaterales específicos, sino que también reafirmó, a nivel estratégico, cómo deben tratarse los dos países. El debate dio nuevas orientaciones e impulso para el desarrollo estable de los lazos y reforzó las expectativas comunes del mundo respecto a una mayor estabilidad de los mismos. Como afirmó el presidente Xi durante la cita, «China y Estados Unidos deben ser socios y amigos. Esto es lo que nos ha enseñado la historia y lo que la realidad necesita».
«Durante más de 70 años, hemos trabajado de generación en generación con el mismo proyecto para hacerlo realidad. No tenemos intención de desafiar ni suplantar a nadie. Nuestro objetivo siempre ha sido gestionar bien los asuntos internos de China, mejorar y compartir las oportunidades de desarrollo con todos los países», zanjó Xi. Sus palabras articulan las metas y enfoques básicos del país en materia de desarrollo.
En los últimos años, muchas de las dificultades prácticas en los vínculos bilaterales yacen en gran medida en percepciones erróneas que algunas personas en Estados Unidos tienen de China. Estas opiniones, como que «la economía china ha alcanzado su punto máximo y está en declive» o que «China busca reemplazar a Estados Unidos como nueva potencia hegemónica», han distorsionado la imagen de China y han socavado el clima para el debate. Sin embargo, los hechos hablan por sí solos. Independientemente de los cambios externos, la economía china sigue mostrando una trayectoria sólida y ascendente, y su desarrollo de alta calidad continua siendo una fuente de oportunidades para el mundo, incluido Estados Unidos. Su avance y revitalización van de la mano con la visión de «Make America Great Again» (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande), y los dos países son plenamente capaces de ayudarse a alcanzar el éxito y la prosperidad.
Una reciente encuesta del Chicago Council on Global Affairs reveló que la mayoría de los estadounidenses (53 %) afirma ahora que Estados Unidos debería cooperar y comprometerse con China. Los participantes consideran en general que sus lazos son los más relevantes del mundo, y la opinión sobre China entre los estadounidense empieza a levantar cabeza tras varios años de deterioro. Según el South China Morning Post, es la primera vez desde 2019 que gran parte de los encuestados se muestra a favor de una política «amistosa».
Esto alude a que, aunque algunos en Washington siguen culpándola, en la sociedad aparece un retorno a aspiraciones sencillas, racionales y de mutuo beneficio. Este encuentro podría contribuir a fomentar juicios más racionales sobre múltiples temas vinculados con China y a cultivar un mayor reconocimiento de los resultados que favorecen el beneficio mutuo y la cooperación entre ambas partes.
Durante el encuentro, el presidente Xi enfatizó que los dos países deben pensar en grande y admitir los beneficios a largo plazo de la colaboración, y no caer en un círculo vicioso de represalias. La historia ha demostrado en repetidas ocasiones que no hay obstáculos insuperables ni cuestiones inmanejables entre ambos. A partir de los principios del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación beneficiosa, los dos países pueden sin duda construir un nexo constructivo con visión a largo plazo.
Los recientes giros en las relaciones económicas y comerciales también han validado aún más la naturaleza de mutuo beneficio de sus lazos en el ámbito. El consenso conseguido durante la cita sobre asuntos específicos, como la cooperación en el control del fentanilo, la ampliación del comercio agrícola y el tratamiento de casos individuales que afectan a empresas relevantes, demuestra la tendencia inevitable de que estos lazos se fortalecerán. La cooperación económica y comercial debe seguir siendo el contrapeso y el motor de las relaciones bilaterales, y no una traba o un punto de conflicto.
En el complejo panorama internacional actual, la comunidad internacional confía cada vez más en que China y Estados Unidos asuman el liderazgo. Como afirmó el presidente Xi, «el mundo enfrenta muchos problemas difíciles. China y Estados Unidos pueden asumir su responsabilidad como países importantes y trabajar juntos para lograr cosas más grandes y concretas por el bien de nuestros dos países y del mundo». Esto no solo es factible, sino imperativo. La cooperación en campos que van desde la lucha contra la migración ilegal y el fraude en las telecomunicaciones hasta el lavado de dinero, la inteligencia artificial y las enfermedades infecciosas, es crucial para el bienestar y el futuro de ambos pueblos y del mundo en general. Juntos pueden lograr grandes cosas.
Durante el diálogo, el presidente Xi subrayó que, ante los vientos, las olas y los desafíos, debemos mantener el rumbo correcto, navegar por el complejo escenario y garantizar que este sea estable a bordo del gigantesco barco de las relaciones bilaterales. Trump, por su parte, expresó su esperanza de un futuro aún mejor para China y Estados Unidos, y añadió que, con esfuerzos conjuntos, ambos países pueden conseguir grandes cosas para el mundo. Como la relación bilateral por excelencia, todos esperan nuevos y mayores aportes a la paz y el desarrollo bajo la dirección estratégica fuerte de los dos jefes de Estado.














