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spanish.china.org.cn | 29. 10. 2025 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Vastas oportunidades para quienes invierten a largo plazo

Palabras clave: oportunidad, inversiones
Spanish.china.org.cn | 29. 10. 2025

A medida que China avanza con nuevos planes a 5 años vista, su estatus como destino inigualable de inversiones se mantiene firme. Para las empresas internacionales que priorizan un desarrollo a largo plazo y de alta calidad, su mercado sigue siendo no solo relevante, sino crucial para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento.

En una importante reunión política celebrada la semana pasada, el país anunció que compartirá oportunidades e irá tras un desarrollo con el resto del mundo durante el XV Plan Quinquenal (2026-2030). Más adelante se darán a conocer las recomendaciones detalladas para el mismo, en las que se trazarán las prioridades de diversos sectores, lo que servirá como «mapa del tesoro» para que las firmas del exterior exploren el potencial «dorado» de un mercado de 1400 millones de personas.

Mientras la economía china entra en una nueva etapa de crecimiento de alta calidad, el mensaje para los directivos extranjeros es claro: China continúa siendo una tierra de oportunidades que los espera con los brazos abiertos.

El nuevo «dorado» radica en un mercado enorme. El compromiso de China de satisfacer las aspiraciones de su pueblo de una vida mejor sustenta un megamercado que ha mantenido su posición como segundo importador mundial durante 16 años consecutivos. Se prevé que, entre 2021 y 2025, las importaciones de bienes y servicios superen los 15 billones de dólares, y el país ha prometido trabajar para incrementarlas entre 2026 y 2030.

Un factor vital en la creación de valor es su segmento de ingresos medios de más de 400 millones de personas con un gran poder adquisitivo, que se estima crezca a más de 800 millones en la próxima década. En 2024, se registraron más de 21.6 millones de nuevas variedades de productos de consumo, esto es un alza interanual del 14 %, la más alta en 5 años. Esta explosión de opciones no es casual, sino una respuesta directa a un grupo demográfico cuyas prioridades pasan de la mera compra a la calidad, la sofisticación y las experiencias personalizadas como centro de atención.

Desde una perspectiva global, China sigue teniendo un enorme potencial estructural para fomentar el consumo, lo que se ha convertido en una prioridad política en los últimos años.

Por ejemplo, las autoridades han puesto en marcha incentivos al gasto en servicios, y el Gobierno promueve la inversión extranjera en rubros como las telecomunicaciones y la salud.

Estas políticas favorables se traducen en más negocios para las empresas internacionales. En el programa nacional de intercambio de bienes de consumo en el ramo automovilístico, las marcas extranjeras como Tesla representan un tercio de las ventas.

Cabe destacar que China crea canales formales y de alto perfil para conectar esta demanda con la oferta del exterior. Eventos como la Exposición Internacional de Importaciones, la Feria Internacional de Comercio de Servicios y la Exposición Internacional de Productos de Consumo van más allá de simples ferias comerciales; sirven como plataformas que enfatizan las importaciones de alta calidad y la experiencia foránea, y facilitan mercados directos para la conexión con compradores y distribuidores chinos.

El próspero ecosistema de comercio electrónico del país también las une con una comunidad cada vez mayor de consumidores en línea. Una clasificación de influencia de marcas realizada por la Universidad de Beijing, a partir de un estudio sobre compras en internet y las preferencias de consumo de millones de chinos, posicionó a 156 compañías de 17 países entre las 500 con mejor desempeño en el ramo.

«La capacidad de operar en el competitivo mercado chino es innegociable para las firmas estadounidenses, ya que les permite acceder a una clase media en auge y, al mismo tiempo, perfeccionar nuevas tecnologías y prácticas indispensables para mantener la competitividad global», apuntó el presidente del Consejo Empresarial Estados Unidos-China, Sean Stein, tras una reciente encuesta realizada por la asociación.

Los ejecutivos de la consultora Bain & Company coinciden y argumentan que China es un gran mercado potencialmente lucrativo y que «abandonarlo supondría dejar ese valor sobre la mesa».

Sin embargo, en este mercado cambiante, es posible que el valor ya no provenga de estrategias amplias y únicas para todos, sino que resida en la especificidad y la localización. Las compañías extranjeras que triunfan se están integrando en el ecosistema chino en lugar de limitarse a exportar productos. Esto implica invertir en I+D local, forjar alianzas estratégicas y competir en valor y legado de marca, en lugar de depender solo de la fama del logotipo.

Muchas de ellas han aceptado el nuevo escenario y han obtenido un éxito inicial. Walmart se ha inclinado por el ecosistema digital chino, con alianzas locales para llegar a los consumidores allí donde compran. Adidas ha concedido a su equipo chino autonomía sobre el diseño y la fabricación locales, adaptando la oferta a los gustos nacionales. Las farmacéuticas como Pfizer han establecido centros de I+D o de innovación. Para ellas, el país no es solo un punto de venta, sino un centro estratégico fundamental.

Para quienes estén preparados para aprovechar la nueva fiebre del oro de China en busca de oportunidades emergentes con un estudio minucioso, el país sigue ofreciendo una de las recompensas más lucrativas del mundo. Alejarse es renunciar al futuro.