Una reflexión sobre el turismo emisor y receptor de China durante el Día Nacional y la Fiesta del Medio Otoño

Durante las vacaciones por el Día Nacional y la Fiesta del Medio Otoño, China registró un movimiento turístico sin precedentes, con cifras récord en todos los ámbitos.

Según estimaciones del Ministerio de Transporte, hubo unos 2432 millones de viajes a nivel nacional entre el 1 y el 8 de octubre, esto es un aumento de alrededor del 6,2 % con respecto al año anterior. Por su parte, Douyin mostró un incremento en las ventas grupales de cocina local del 76 %, de bebidas otoñales del 57 % y de alojamientos de un 50 %. Mientras tanto, hasta las 6:40 p. m. del martes, la taquilla del Día Nacional (incluida la preventa) había superado los 1700 millones de yuanes.

Cabe destacar también el «flujo bidireccional». Según la Administración Nacional de Migraciones, China reportaría un promedio de 2 millones de salidas internacionales diarias. Con un ritmo y vitalidad característicos, la economía vacacional del país aporta confianza al mundo.

China se ha comprometido a abrirse cada vez más al mundo. La subida de los viajes entrantes durante el periodo festivo es prueba fehaciente de tal consigna. Datos de Qunar, una agencia de viajes en línea con sede en Beijing, revelaron que la fama de los «viajes por China» no decayó, con un avance interanual de más del 40 % en el número de pasajeros extranjeros en vuelos nacionales el primer día de las vacaciones, llegando a unas 70 ciudades. La ampliación de la exención de visa para ciudadanos comunes de más países refleja el enfoque proactivo y transparente del país para integrarse al mundo. Estas acciones reflejan que China cumple su promesa de apertura e inyecta un nuevo impulso a la movilidad global y al intercambio cultural.

Cada visita de un turista foráneo es, en esencia, un intercambio en tiempo real de sus logros de desarrollo. Desde los cómodos viajes en tren de alta velocidad y los sencillos pagos móviles hasta la omnipresente conectividad 5G, las mejoras en infraestructura y el nivel de vida ofrecen a los viajeros una experiencia de calidad. La reserva virtual de entradas para atracciones turísticas, la orientación multilingüe en el transporte público y las políticas de devolución instantánea de impuestos han permitido experimentar de primera mano el encanto único de China.

Igualmente dinámicos son los viajes al exterior de los chinos. Según los diferentes portales, durante el feriado, las reservas crecieron más de un 30 % en comparación con el año anterior. Ya sea unirse a un grupo a Corea del Sur o disfrutar de los beneficios del no visado, participar en rutas de observación de aves en Kenia o explorar Serbia, los turistas chinos disponen de más opciones que nunca.

A fin de mejor acogerlos, la Autoridad de Turismo de Tailandia puso en marcha el «Mes de la Amistad China-Tailandia», y muchos países europeos simplificaron sus procesos de visa. La postura abierta del país de «invitar y salir» permite a los viajeros chinos recibir un trato más favorable en visas y otros aspectos. El crecimiento del turismo emisor transmite al mundo mensajes de paz, amistad y energía positiva.

Durante las vacaciones, se liberó también el potencial de consumo, y sus variantes cultural y turístico devinieron un punto de crecimiento esencial. Los turistas extranjeros compran productos culturales y creativos, así como especialidades locales. Además, se sienten atraídos por el estilo de vida chino, disfrutan de su economía nocturna y de la cultura gastronómica, lo que a su vez promueve el avance del consumo nacional.

Del mismo modo, su gasto en el extranjero inyecta vitalidad a la economía mundial, especialmente con los nuevos conceptos adoptados por los jóvenes, como los «viajes a profundidad» y el «turismo cultural», que fomentan el desarrollo de experiencias específicas y de proyectos de preservación cultural en los países destino. Este «flujo bidireccional» es clave más allá de lo económico, ya que también facilita los contactos y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones. A medida que los turistas chinos se aventuran por el mundo, cada vez más de sus pares foráneos, a través de experiencias personales, descubren una China real, multidimensional y completa.

Un fenómeno que vale la pena resaltar es que, hoy en día, durante las principales festividades chinas, como la Fiesta de la Primavera, el Primero de Mayo o el Día Nacional, el mundo presta atención y son más los extranjeros que desean compartir la alegría de los festejos. Estas celebraciones son del mundo y cada vez adquieren mayor relevancia internacional.

En un contexto de creciente unilateralismo y proteccionismo comercial, el «flujo mundial» chino invita a la reflexión. Como es palpable durante las fiestas chinas, el desarrollo del país se ha beneficiado de esta era imparable de globalización, y la hermosa visión del desarrollo compartido y la promoción mutua de la paz ha sido acogida por todos en el planeta.