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spanish.china.org.cn | 19. 09. 2025 | Editor:Eva Yu [A A A]

Con estrategia y resiliencia, el XIV Plan Quinquenal sienta las bases para el desarrollo futuro

Palabras clave: XIV Plan Quinquenal, China, desarrollo
Spanish.china.org.cn | 19. 09. 2025



Por Jorge Fernández


El XIV ha cumplido a cabalidad su propósito de pavimentar el camino por el que China avanza hacia una modernización con calidad, innovación, sustentable, segura, de beneficio colectivo y apertura mundial.


Desde mayo de este año, el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) comenzó la organización de un borrador que será la base para el próxima plan quinquenal de China. La prontitud sugiere que el XIV Plan Quinquenal, aún vigente, ha completado básicamente las tareas que se definieron hace casi cinco años. Su propósito ha sido de crucial importancia puesto que deja una sólida plataforma en donde el siguiente plan quinquenal, por comenzar en 2026, se apoyará para cumplir su parte en la materialización de la modernización socialista. Los retos nacionales e internacionales han surgido intempestivamente y, pese a su apariencia insalvable, la dirigencia los ha sorteado con enfoques científicos, inyectando ímpetu al desarrollo nacional.

Este XIV Plan Quinquenal entró en vigor tras las deliberaciones hechas durante la Asamblea Popular Nacional de 2021. Por aquel entonces, China celebraba con bombos y platillos la erradicación de la pobreza extrema y la consecución del primer objetivo centenario de alcanzar una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos. Y sobre esos pilares y bajo ese ambiente se dio su aprobación en la legislatura china. Hoy el desarrollo de China descansa sobre un modelo que tiene como pilar al mercado nacional y este, a su vez, amalgama coherentemente las fuerzas del mercado interno y externo. Es así que el actual plan quinquenal ha tenido como misiones prioritarias el desarrollo económico, la mejora de los medios de vida, la construcción de una civilización ecológica, la profundización de la reforma y la apertura y, por último, la mejora de la gobernanza nacional.

Una de las enseñanzas más crudas de la reforma y apertura, pese al milagro que el rápido desarrollo trajo consigo, fue que la bonanza no está libre de contradicciones. Hoy los objetivos de desarrollo tienen como piezas adjuntas tareas que no pueden pasarse por alto. No solo es el desarrollo, sino el desarrollo con calidad, mayor eficiencia, mayor equidad y mayor sostenibilidad, entre otros. El XIV Plan Quinquenal lleva incorporado un equilibrio urgente entre el desarrollo y la seguridad. De cara a un escenario internacional inestable y turbulento, por un lado, y a fenómenos sociales que surgen del mismo desarrollo, por otro lado, sucesos como “el cisne negro” o “el rinoceronte gris” pueden poner en jaque los objetivos nacionales. Por ello es necesario estar alertas en tiempos de calma puesto que la seguridad no puede desligarse del desarrollo económico.

El XIV Plan Quinquenal se ha trazado como objetivos alcanzar un crecimiento de alta calidad, la autosuficiencia tecnológica y el desarrollo sostenible. Y en el despliegue de acciones para acometer sus tareas, justo en esta etapa en donde los problemas adquieren una dimensiones más compleja para su solución, el desarrollo económico ha sido acosado por amenazas y riesgos que no solo impactan en el ámbito de lo económico, sino que también se desprenden del dinamismo político, cultural y ideológico de la nación china. La situación internacional compleja, inédita en una centuria, alerta que la inestabilidad externa puede asestar un doloroso golpe a las tareas internas si no se toman las medidas adecuadas para blindar el desarrollo nacional. El XIV Plan Quinquenal ha salido avante en consideración de todos estos posibles escenarios, manteniendo una mentalidad alerta ante escenarios cambiantes e inesperados.

La economía nacional ha mantenido en los últimos años un crecimiento anual del PIB de 5,5 por ciento y esto, en consecuencia, ha tenido un aporte del 30% para aupar el crecimiento económico mundial. Las proyecciones estimadas hasta hoy aseguran que los ingresos del presupuesto público general llegarán a los 106 billones de yuanes, suma que, comparada con el periodo anterior, aumentó un 19 por ciento. Por lo que respecta al gasto, las estimaciones hablan de más de 136 billones de yuanes, que representan un aumento del 24 por ciento en relación con el plan quinquenal previo. Un elemento causal que permitió el crecimiento generalizado es la prioridad en el gasto social. Además de 100 billones de yuanes asignados a sectores relacionados al bienestar, se aprobaron fondos especiales para subsidios del cuidado infantil.

La deuda pública sigue bajo estricto control estratégico. A finales de 2024, los pasivos del Estado sumaron 92,6 billones de yuanes, lo que equivale a un 68, 7 por ciento del PIB. Los avances acumulados hasta el día de hoy han generado un espíritu positivo entre estrategas, que proyectan adelantar parte de la nueva deuda local y reforzar la gestión de pasivos ocultos. Al mismo tiempo, se reservará margen suficiente para introducir nuevas medidas fiscales. La meta se hace evidente, a saber, evitar riesgos al tiempo que se impulsa el crecimiento. Esto, a final de cuentas, consolida una base sólida para el siguiente plan quinquenal, que deberá entrar en operación en 2026.

Un sector crucial, curioso motor silencioso del progreso nacional, ha sido el desarrollo digital. Durante el XIV Plan Quinquenal, esta industria sumó 5, 86 billones de yuanes a finales de 2024, lo que equivale a un alza del 117 por ciento más que al cierre de 2020, mientras que el número de las empresas relacionadas con el ecosistema digital de China superó las 400 mil para el cierre del año pasado. Para finales de junio de 2025, los chinos levantaron 4,55 millones de estaciones base de 5G y contaba con 226 millones de usuarios de banda ancha de gigabit. En este periodo China se ha colocado como uno de los líderes en inteligencia artificial: tiene el 60 por ciento de las patentes globales en este terreno y avanza a paso firme en todos los procesos alusivos a robots humanoides y hardware inteligente. La capacidad computacional del gigante asiático es hoy por hoy la segunda mayor del mundo, y ello, desde una perspectiva general, refuerza las bases de un sólido crecimiento económico y social.

El XIV ha cumplido a cabalidad su propósito de pavimentar el camino por el que China avanza hacia una modernización con calidad, innovación, sustentable, segura, de beneficio colectivo y apertura mundial. Los retos no han sido pocos, pero pese a su apariencia infranqueable, China ha demostrado resiliencia, adaptación, estrategia y cientificidad en sus acciones. Pese a estar en su última fase, puede observarse que ya está tendida la infraestructura que permitirá, el próximo año, que el XV Plan Quinquenal comience viento en popa y con el pie derecho.