Casi la mitad de firmas estadounidenses piden a su Gobierno eliminar los aranceles: AmCham Shanghai

Un informe sobre el clima empresarial elaborado por AmCham Shanghai señaló que los continuos esfuerzos de China por mantenerse abierta al comercio mundial han mejorado sus indicadores relacionados con la regulación, con un notable aumento de empresas que expresan confianza en una mayor apertura, indicó un comunicado de prensa publicado el miércoles en el sitio web oficial de la cámara de comercio estadounidense en Shanghai.

La encuesta también reveló que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China han empañado el optimismo en el entorno empresarial, y casi la mitad de los participantes, el 48 %, instó a la Casa Blanca a eliminar por completo los aranceles y barreras no arancelarias sobre los productos chinos.

El Informe Empresarial de China 2025, a partir de un sondeo minucioso a compañías miembros de la entidad comercial, mostró que su rentabilidad en China levantó cabeza el año pasado a pesar de las tensas relaciones comerciales.

En 2024, el 71 % declaró haber obtenido rentas, lo que supone un avance con respecto al mínimo histórico del 66 % registrado en 2023, con mejores resultados en el sector manufacturero (80 %) y el minorista (69 %) que en el de los servicios (55 %).

No obstante, la volatilidad en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China ha reducido el optimismo en el entorno empresarial, la prioridad de la sede central y las expectativas de ingresos futuros a mínimos históricos, según reza la nota.

El estudio reveló que el 64 % de las compañías esperan que los nuevos aranceles afecten sus rentas en 2025, y solo el 45 % prevé un incremento de las mismas, lo que sería un récord a la baja si se da el caso.

A pesar de los obstáculos, la normativa avanza, tanto que las empresas foráneas lo reconocen cada vez más. Casi la mitad (48 %) de las participantes apuntó que es transparente, esto es un ascenso de 13 puntos porcentuales con respecto al año pasado.

Más de un tercio señaló que las políticas y regulaciones del Gobierno chino hacia las firmas extranjeras ha progresado en los últimos años, 4 puntos más que en 2024, y el 41 % confía en una mayor apertura, frente al 22 % del año pasado.

El incremento de la confianza entre las compañías estadounidenses es el resultado directo de las continuas políticas de apertura, que contrastan con el proteccionismo estadounidense, anotó el miércoles Gao Lingyun, investigador del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia China de Ciencias Sociales.

«La apertura del país se refleja en pasos concretos y prácticos, y las empresas extranjeras en el país son testigos directos y beneficiarias», afirmó. «Sus opiniones son una prueba fehaciente de que el compromiso no es solo retórica, sino una realidad con frutos tangibles».

Jeff Yuan, director de fiscalidad de PwC China, destacó que las empresas extranjeras siguen valorando el mercado chino por su tamaño y dinamismo. Según el comunicado, afirmó que «aunque algunas exploran cadenas de suministro alternativas a favor de la diversificación y la resiliencia, China sigue siendo una parte fundamental de su estrategia global».

Jeffrey Lehman, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai, manifestó que «los miembros han tomado nota de los esfuerzos del Gobierno chino por mejorar el entorno normativo, pero estos se ven eclipsados por las tensiones comerciales». En ese sentido, instó a ambos Gobiernos a crear un marco estable y transparente que favorezca el comercio y la inversión.

Los integrantes de la cámara siguen considerando la relación bilateral o las tensiones geopolíticas en general como el mayor reto para sus operaciones en China y para el crecimiento económico de este país, mientras que casi la mitad (48 %) exhortó a Washington a eliminar por completo los gravámenes y barreras no arancelarias sobre los productos chinos.

Gao subrayó que los problemas bilaterales obedecen en gran medida a las persistentes políticas proteccionistas de Estados Unidos, que han aumentado la incertidumbre económica y complicado la planificación de las inversiones de las empresas estadounidenses. Advirtió que «muchas compañías estadounidenses dependen en grande de la calidad, la escala y la eficiencia de la fabricación china. Forzar el cambio a fuentes alternativas no solo subirá los costos operativos, sino que también reducirá la competitividad a largo plazo».

Gao instó a la Casa Blanca a alinearse con la orientación abierta y cooperativa de China y a trabajar hacia el mismo fin de estabilizar las cadenas de suministro mundiales y fomentar el crecimiento mutuo.

Las autoridades chinas se han comprometido a avanzar hacia una mayor apertura. El viceministro de Comercio, Ling Ji, declaró en rueda de prensa el 26 de agosto que el país extenderá las iniciativas piloto de apertura y las continuará propiciando en sectores clave.

Ling recalcó que el país garantizará el trato nacional a las empresas de capital extranjero y se centrará en abordar asuntos específicos de acceso al mercado, lo que les permitirá «no solo entrar en él, sino también funcionar sin inconvenientes».