La revitalización rural llega con paneles solares en la meseta Qinghai-Xizang

Bañados por la radiante luz solar, los tejados del pueblo de Dongshan, en la meseta Qinghai-Xizang, brillan con paneles solares que ayudan a transformar los medios de vida locales y fomentan el desarrollo ecológico y la revitalización rural en la región.

Escondida en las remotas montañas del distrito autónomo tu de Huzhu en Haidong, provincia de Qinghai, al noroeste de China, Dongshan disfruta de abundante sol, pero por mucho tiempo estuvo a la sombra de la pobreza.

En los últimos años, Huzhu ha aprovechado este recurso gracias al avance de la energía fotovoltaica distribuida, y los paneles solares hoy reciben el cariñoso nombre de «cuentas bancarias de sol».

Durante largo tiempo, los locales dependieron de la agricultura y la ganadería. Sin embargo, los escasos beneficios de estos sectores tradicionales obligaron a más de la mitad a buscar trabajo en otros lugares.

Hace unos años, Wang Guofeng, jefe del Partido Comunista de Dongshan, consideró la posibilidad de poner en marcha un negocio de ropa para ayudar a los habitantes a aumentar sus ingresos. No obstante, sus planes fracasaron una y otra vez debido a los limitados canales de venta y a la falta de establecimientos adecuados.

El punto de inflexión llegó en 2021, cuando la localidad fue designada aldea piloto de energía fotovoltaica distribuida e invirtió casi 200 000 yuanes (unos 28 166 dólares) en un proyecto de energía solar en tejados de 44,1 kilovatios. Las instalaciones priorizan las necesidades energéticas diarias de la población, y el excedente regresa a la red.

Esta iniciativa genera ingresos anuales de más de 20 000 yuanes, según Wang. Además, una propuesta fotovoltaica de alivio de la pobreza financiada por el Estado y puesta en marcha en 2018 podría ofrecer al pueblo un dividendo anual de 240 000 yuanes, ya que la red asigna la mayor parte de ellos a los residentes locales. Aún mejor, los paneles solares requieren un mantenimiento mínimo y no ocupan tierras de cultivo, lo que los hace una inversión fiable y sostenible, explicó Wang.

Banyan es otra comunidad pionera que aprovecha la luz solar de Huzhu, hasta  1400 horas utilizables al año. En la lengua de la etnia tu, «Banyan» significa «prosperidad y felicidad». Sin embargo, contrariamente a su nombre, el lugar, situado en gran parte en lo alto de una colina, ha enfrentado inviernos muy fríos y aridez.

En 2016, en el marco de un programa de lucha contra la miseria, quienes antes residían en la cima de las montañas y en las escarpadas laderas fueron reubicados a sus pies. Tras el proceso, la localidad se enfocó en la energía solar, instalando paneles en los tejados, junto a las pocilgas y en las laderas. En 2017, el proyecto fotovoltaico distribuido de 2 megavatios para la reducción de la pobreza de Banyan comenzó a generar electricidad.

«Con los paneles solares, cada hogar recibe una renta anual de 2500 yuanes, lo que equivale a los ingresos de 10 mu (aproximadamente 0,67 hectáreas) de tierra en la montaña», dijo un poblador, Lyu Yourong.

En 2023, la Red Eléctrica Estatal de Haidong construyó un almacén de energía de 200 kilovatios, junto con cuatro pilas de carga de 7 kilovatios, creando una base integrada de «energía solar-almacenamiento-carga».

La misma forma parte de la iniciativa de energía verde de la aldea. Según Jiang Shenghui, de la firma de suministro eléctrico, resuelve la limitada capacidad de depósito de energía de Banyan y aprovecha al máximo su abundante luz solar.

En general, el sistema fotovoltaico distribuido genera 1,5 millones de kilovatios-hora al año, esto es un ahorro de unas 460 toneladas de carbón estándar anuales y una reducción de emisiones de dióxido de carbono de cerca de 1200 toneladas. Hoy en día, los habitantes no solo se benefician de electricidad verde asequible, sino que también conducen vehículos de nuevas energías a medida que sus condiciones de vida mejoran.

Además de los sistemas fotovoltaicos distribuidos, Banyan ha logrado avances notorios en transformación ecológica, convirtiéndose en una aldea libre de carbono. Este fruto es el resultado de numerosas propuestas, como la reforestación, la adopción de gas natural y la sustitución de camas de paja y hierba por otras con calefacción eléctrica.

Según Jiang, en julio, la capacidad total instalada de los sistemas fotovoltaicos distribuidos en la ciudad de Haidong sumó 113 500 kilovatios a favor de 2609 hogares.