| spanish.china.org.cn | 04. 09. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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Honrar la historia muestra el camino hacia la revitalización
La conmemoración del 80.º aniversario del triunfo en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1931-1945) y la Guerra Antifascista Mundial ha brindado al mundo la oportunidad de reflexionar sobre las lecciones de la historia.
El desfile militar y la gran concentración celebrados el miércoles en Beijing por tal motivo no solo suponen el homenaje de China al pasado, sino que también subrayan su determinación de salvaguardar la paz.
Al declarar que el mundo se encuentra en una encrucijada y enfrenta una difícil elección entre «la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación, y los resultados beneficiosos para todas las partes o los juegos de suma cero», el discurso del presidente Xi Jinping en el acto resaltó lo crucial del momento.
La victoria contra la agresión japonesa se logró gracias a un frente nacional forjado por el Partido Comunista de China. Los 14 años de conflicto fueron arduos y costosos, pero el éxito final supuso el primer triunfo pleno de China contra la hostilidad extranjera en la era moderna.
La lección aprendida no fue la «ley de la selva», sino la necesidad de un compromiso firme con el mantenimiento de la paz, la búsqueda del desarrollo y el renacimiento nacional.
Enfatizando el rol esencial de la modernización militar en la «gran revitalización de la nación china» y en la protección de la «soberanía, unidad e integridad territorial» y la paz mundial, Xi pidió al Ejército Popular de Liberación acelerar su avance para convertirse en una institución de categoría mundial.
Guiada por la adhesión de China a los principios de desarrollo pacífico y cooperación beneficiosa para todos, la conmemoración no solo fue una reafirmación del camino hacia la modernización, sino también una defensa del sistema internacional de posguerra centrado en las Naciones Unidas y una demostración de que China ha salido fortalecida del trauma histórico, lo que ha fomentado la confianza en su desarrollo y la unidad nacional.
Al afirmar que el país «nunca se deja intimidar por ningún bravucón», Xi enfatizó la voluntad y capacidad del país para defender sus intereses y mantener la paz.
En un mundo de creciente turbulencia y retos a la gobernanza global, la experiencia de la Guerra Antifascista Mundial reflejó lo sustancial de la unidad frente a las amenazas comunes. Este espíritu de unidad sigue siendo vital hoy en día.
Continuar con el gran espíritu de la Guerra de Resistencia y avanzar hacia el gran renacimiento de la nación china contribuirá a garantizar que la paz y la prosperidad sean el futuro común de la humanidad.
China se ha comprometido a impulsar su modernización y su fortaleza nacional mediante el crecimiento económico, la innovación tecnológica, el avance cultural y la cooperación internacional.
Elegir entre la paz, el diálogo y la cooperación beneficiosa para todos o la confrontación y los juegos de suma cero es una pregunta que todas las naciones deben responder y una prueba vital para cualquier país.
El presidente Xi ha dado una respuesta inquebrantable a la interrogante: «El pueblo chino se mantendrá firme en el lado correcto de la historia y en el del progreso humano, seguirá la senda del desarrollo pacífico y se unirá al resto del mundo para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad».
Sus comentarios son un recordatorio de que la paz y el desarrollo deben ser los temas predominantes de la sociedad humana, y una advertencia a la humanidad de que la paz no es algo dado, sino conseguido a través de la cooperación, el diálogo, la inclusión y los esfuerzos conjuntos.














