Los avances tecnológicos de China refuerzan la paz mundial

Por Tong Zhen

En medio de profundos cambios globales y de la creciente interacción entre los avances tecnológicos y la competencia entre las grandes potencias, la crisis de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina han devenido campos de prueba para la innovación en tecnología militar.

Los adelantos emergentes, como las plataformas de combate no tripuladas, los sistemas de mando basados en inteligencia artificial (IA), las armas de precisión de largo alcance, la guerra electromagnética y la guerra de la información, están llevando rápidamente la tecnología militar de la teoría a la práctica, acelerando el giro hacia el combate no tripulado e inteligente, y convirtiendo la creación tecnológica en una herramienta esencial para obtener ventaja militar.

Mientras que el Reino Unido aprovechó la primera revolución industrial para erigir el Imperio Británico, Estados Unidos lideró la segunda y tercera revoluciones tecnológicas, sentando una base sólida para su dominio global. Hoy en día, la cuarta, a partir de la automatización y la IA, no solo pasa por el carril de alta velocidad, sino que también se está integrando en la seguridad nacional y la competencia militar mundial. Por lo tanto, una nación que domine sus aspectos centrales probablemente obtendrá la delantera en las guerras futuras.

El fortalecimiento de las capacidades militares mediante la innovación tecnológica es crucial para asegurar la ventaja en los conflictos por venir. Los principales países compiten ferozmente entre sí con medidas, como la publicación de documentos de orientación estratégica, el establecimiento de organismos de gestión específicos y el desarrollo de sistemas no tripulados, IA, armas hipersónicas y comunicaciones cuánticas para estar a la vanguardia en una justa bélica.

Existen varias tendencias en esta arremetida en los que los sistemas de combate no tripulados cumplen un rol clave. Los principales países están desarrollando nuevos equipos, como drones, robots terrestres y submarinos. Por ejemplo, el ejército estadounidense cuenta con más de 50 tipos de vehículos submarinos no tripulados en el siglo XXI, mientras que su par ruso tiene previsto fabricar una serie de drones para 2035, y Francia avanza con vehículos submarinos de 6000 metros y adelantos de combate afines.

Asimismo, la IA entra al juego rápidamente. Los países consideran que es la llave para el éxito futuro en la batalla y aceleran su presencia en las prácticas castrenses para transformar las capacidades de lucha. En 2021, el Departamento de Defensa de Australia publicó un estudio conjunto titulado «Librar batallas con IA: conceptos operativos para la guerra futura con IA». Y el Ministerio de Defensa de Japón avanza en materia de reconocimiento con drones y mantenimiento de buques.

Con la tecnología hipersónica en una nueva etapa de sofisticación, sus armas desafían los sistemas tradicionales de defensa aérea, y el uso de sus misiles en Ucrania ha intensificado la carrera armamentística. Mientras que Rusia demuestra sus avances en el ámbito con Kinzhal, Zircon y Avangard, China desarrolla sus misiles Dongfeng.

Otra corriente en la mayor competencia en comunicaciones cuánticas, que puede alterar la competencia militar. China ha conseguido logros en radares, computación y satélites de comunicación, mientras que el sistema de navegación geomagnética de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el acelerómetro de la Marina Real Británica y el reloj de Australia pasan por rigurosas pruebas para alcanzar navegación pasiva de alta precisión en entornos sin GPS o GNSS, lo que significa navegar incluso con señales interferidas, falsificadas o no disponibles.

El ciberespacio se ha convertido en un punto central de la rivalidad. Los países avanzan en ciberataque y ciberdefensa para aumentar capacidades de disuasión estratégica asimétrica. Por ejemplo, el sistema de gestión de la preparación cibernética de Lockheed Martin para el ejército estadounidense, en funcionamiento en 2023, da soporte a operaciones cibernéticas integrales. Y en 2024, el Reino Unido adjudicó un contrato de ciberseguridad a Jacobs Solutions, una empresa con sede en Estados Unidos.

Por su parte, China ha fortalecido su engranaje militar con tecnología. Gracias a una fuerte inversión, cosecha avances independientes en adelantos críticos, con progresos en tecnología furtiva, sistemas no tripulados e IA. Además de liderar en armas hipersónicas, China no se queda atrás en tecnología espacial. Igualmente relevante es su mejora en las fuerzas navales y aéreas, su sistema de equipo de combate no tripulado y sus armas de defensa estratégica y de energía dirigida, y ha actualizado de manera integral su industria de defensa y su capacidad de apoyo en el extranjero gracias a la innovación tecnológica.

En el desfile militar del 3 de septiembre, con motivo del 80.º aniversario del triunfo de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1931-1945) y la Guerra Antifascista Mundial, China mostrará lo último en tecnologías de defensa, incluyendo inteligencia no tripulada, operaciones submarinas, guerra cibernética y electrónica, y capacidades hipersónicas, con una gran habilidad de adaptación a los últimos avances.

El refuerzo del ejército con tecnología no solo es necesario para responder a la nueva revolución militar mundial, sino que también es una forma sustancial para que China cumpla con sus responsabilidades de gran potencia. El país mejora su capacidad militar mediante la innovación tecnológica para fortalecer seguridad nacional, no para buscar la hegemonía, ya que el ejército chino está comprometido con la promoción de la justicia y la paz, y con el mantenimiento de la estabilidad regional.

China seguirá su camino ascendente en tecnología militar con una postura abierta y cooperativa, al tiempo que participa en la gobernanza de la seguridad mundial y garantiza que la innovación tecnológica militar sirva como adalid de la paz.

El autor es investigador de la Academia de Ciencias Militares del Ejército Popular de Liberación.