Se vienen los datos económicos de China del primer semestre en medio de un ambiente optimista

Varias instituciones financieras de prestigio han publicado estimaciones positivas para la economía china, tanto para el segundo semestre como para todo el año, citando su resistencia en lo que va de 2025, gracias a las políticas favorables al crecimiento y al alivio de las tensiones comerciales con Estados Unidos tras las conversaciones de Ginebra.

Estos pronósticos revisados llegan antes de la publicación de los datos económicos oficiales del primer semestre el martes, acto que despierta un gran interés en los mercados mundiales ya que evalúan la trayectoria de la segunda mayor economía del mundo.

Los expertos chinos esperan que las cifras se mantengan sólidas, sentando las bases para alcanzar el objetivo anual de crecimiento. Para conseguir el mismo, de alrededor del 5 %, se espera que se sigan aplicando medidas de apoyo adicionales frente a las persistentes incertidumbres externas.

En un panorama internacional en rápida evolución, la economía mundial puede encarar una presión cada vez mayor. Al mismo tiempo, la economía china sigue demostrando fortaleza, según un informe de HSBC.

El estudio prevé un PIB nacional del primer semestre de 2025 de más del 5 % interanual. En el segundo semestre, aunque el avance de las exportaciones podría enfrentar cierta presión a medida que baje el impulso a corto plazo de los envíos anticipados, el apoyo continuo de las políticas macroeconómicas brindaría un buen respaldo a la demanda interna.

La economía china mantuvo una tendencia alcista aceptable en el primer semestre gracias a la anticipación de las ventas al exterior, el programa de intercambio de bienes de consumo y el crecimiento de un dígito de la inversión en infraestructura y activos fijos manufactureros, según otro reporte de J.P. Morgan dado a conocer en su sitio web oficial.

El empujón de las exportaciones, mejor de lo esperado, recibe el apoyo de una fuerte anticipación y del transbordo debido a la suspensión recíproca de aranceles durante 90 días para gran parte de los países (excepto China) a partir del 9 de abril y otra de 90 días para China a partir del 12 de mayo.

El informe de J.P. Morgan sugiere que «dada la eficacia de la política fiscal en el primer semestre y el crecimiento del PIB por encima del 5 %, el apoyo fiscal se centraría en medidas ya implantadas en el tercer trimestre en lugar de explorar nuevas iniciativas».

Anteriormente, la consultora había subido su previsión del PIB chino del 4,1 % al 4,8 % interanual. Zhu Haibin, economista jefe de J.P. Morgan China, citó las acciones favorables al crecimiento como los principales factores del avance económico sólido en medio de las dificultades comerciales.

Goldman Sachs publicó una investigación el 13 de mayo en el que elevó su estimación del PIB chino en 2025 en 0,6 puntos porcentuales, del 4 % al 4,6 %.

Al comentar el positivismo en el tema, los especialistas chinos lo atribuyeron a medidas políticas eficaces, que, según ellos, sientan bases sólidas para llegar a la marca anual.

«Los datos económicos de China en lo que va del año muestran una clara recuperación y una tendencia al alza en comparación con los últimos años. Un elemento clave es el refuerzo de las políticas macroeconómica», declaró el domingo Xi Junyang, profesor de la Universidad de Finanzas y Economía de Shanghai, poniendo como ejemplo la flexibilización de la acción monetaria, con múltiples recortes del coeficiente de reserva obligatoria y de los tipos de interés. En particular, el Gobierno ha incrementado el gasto fiscal, recalcó.

Al mismo tiempo, para fomentar el consumo, se han dictado medidas como subvenciones para la renovación de vehículos y la distribución de vales de consumo, lo que ha favorecido aún más la demanda interna, acotó Xi Junyang, y añadió que, en general, los estímulos de la demanda interna a través de políticas a nivel macroeconómico son mayores este año.

Los mismos ya mostraron frutos en las cifras de junio. Según las últimas informaciones de la Oficina Nacional de Estadísticas, el índice de precios al consumo subió un 0,1 % interanual en junio, revirtiendo 4 meses a la baja.

El motor del crecimiento económico de China no es un elemento único, sino un conjunto de esfuerzos políticos coordinados en múltiples frentes, sostuvo el domingo Hu Qimu, vice secretario general del Foro 50 para la Integración de las Economías Digitales y Reales.

En respuesta a las dudas externas, China ha aplicado una serie de acciones. Las tensiones comerciales en el mundo han ejercido una presión considerable sobre la demanda externa y, dado el alto grado de internacionalización de sus cadenas industriales, la contracción de esta ha pesado sobre las expectativas del mercado, afirmó Hu.

Sin embargo, agregó que, en el contexto de una economía mundial en recesión, la resiliencia de China —su capacidad para soportar riesgos y crisis, junto con la solidez de su sistema industrial— ha sido una razón esencial por la que las instituciones financieras internacionales eleven sus previsiones. «A medida que el capital busca destinos relativamente seguros en medio de los crecientes riesgos mundiales, China ha devenido el foco de atención», manifestó el experto.

En el ámbito externo, todavía hay margen para el diálogo y la negociación entre China y Estados Unidos, dijo Hu, y añadió que la economía estadounidense sigue dependiendo de las exportaciones chinas, lo que podría llevarla a actuar con mayor moderación en la aplicación real de aranceles.

Asimismo, el mercado de exportación de China registra cambios estructurales, incluida la diversificación de sus socios comerciales. Todo esto alude a que, aunque persistan las presiones externas, su impacto global en el desarrollo económico chino sigue siendo manejable, aseveraron los expertos.