La devolución inmediata de impuestos impulsa el China Travel

En unos concurridos almacenes de Guangzhou, en el sur de China, Lee, de Singapur, obtuvo algo más que té chino de primera calidad para sus amigos y familiares: también pudo recuperar los impuestos pagados al instante en el lugar de su compra.

«Es muy cómodo», dijo el empresario, de visita en la ciudad para asistir a una feria de tecnología. Lee elogió la nueva política de devolución inmediata de gravámenes directamente a su cuenta, lo cual evita a los viajeros internacionales largas colas en los aeropuertos.

China ha ampliado la cobertura de la medida para mejorar la experiencia del turista. En Shanghai, el servicio está disponible en cerca de la mitad de los establecimientos asociados a la iniciativa.

La política, a nivel nacional a partir del 8 de abril, es el resultado de una ardua tarea de impulso de los intercambios y la movilidad, como la flexibilización de los visados, la mejora en el acceso de los pagos y la agilización de los trámites aduaneros.

Estos cambios han hecho que explorar el país sea más fácil que nunca, fomentando un mayor flujo de la etiqueta «China Travel» en las redes sociales. Por ejemplo, el creador de contenidos estadounidense IShowSpeed documentó su experiencia con el kung fu en el famoso Templo Shaolin, en el centro de China, cautivando al público mundial.

En 2024, China registró 64,88 millones de cruces fronterizos de ciudadanos extranjeros, lo que supone una subida interanual del 82,9 %. En el primer trimestre de 2025, la cifra fue de 17,44 millones, un 33,4 % más que en el mismo periodo de 2024.

Durante su estancia de 10 días, Lee recorrió parques industriales, centros financieros y de alta tecnología de la potencia industrial, llevándose consigo no solo recuerdos, sino también prometedoras colaboraciones.

Los analistas creen que la reciente ampliación de la política de devolución de impuestos incrementará el gasto, estimulará el crecimiento del turismo y atraerá a más visitantes deseosos de conocer el país.

Sobre el terreno, los efectos ya son visibles. En el Grand Pacific, un centro comercial del centro de Beijing, el personal informó de largas colas en los mostradores de devolución de gravámenes. «Ya es habitual ver gran cantidad de turistas extranjeros haciendo cola. Algunos se van con unos pocos artículos, otros con cargamentos enteros», dijo un empleado.

Qin Yi, gerente de una tienda de porcelana en Shanghai, apuntó que los viajeros que reciben la devolución en efectivo suelen hacer compras adicionales el mismo día, una tendencia que ha contribuido a aumentar las ventas totales del establecimiento.

El consumo entrante en China superaría los 1,5 billones de yuanes (unos 205 000 millones de dólares) en los próximos cinco años, sostuvo el economista Hong Tao, de la Universidad de Tecnología y Negocios de Beijing. En 2024, los turistas internacionales gastaron más de 94 200 millones de dólares en China, según la Oficina Nacional de Estadística.

A medida que los aranceles estadounidenses inflan el coste de las importaciones chinas, viajar al país tiene más sentido económico para los compradores estadounidenses más entendidos.

Gracias a la nueva política de tránsito para ciudadanos de 54 países, incluido Estados Unidos, los de este último pueden permanecer en el país hasta 240 horas sin visa. Si a esto se añade el reembolso tributario de sus adquisiciones, la fórmula es convincente: viajar, comprar, ahorrar y repetir.

«No hay intermediarios que se lleven una parte», como dicen muchos. Y las cuentas cuadran: con una tasa de reembolso del 11 %, un gasto de 10 000 yuanes resulta en la devolución de 1100 yuanes. Aunque existe una comisión por el servicio, los artículos de lujo, electrónicos y otros de gran valor no pierden atractivo.

Lejos de mermar la tendencia, los aranceles estadounidenses han puesto en el punto de mira a los productos chinos, apreciados desde hace tiempo por su calidad y asequibilidad.

«Si persisten las elevadas tasas estadounidenses, podríamos estar frente al auge del comercio 'daigou'», afirmó Wang Huayu, profesor asociado de Derecho Fiscal y Tributario de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, en referencia a la práctica estadounidense de pagar a intermediarios para comprar en China a su nombre.

Sin embargo, según los expertos, para ofrecer una experiencia de compra de primera calidad que interese a los turistas extranjeros hace falta algo más que cambios políticos, es importante incluir más negocios y productos en el programa de reembolso, destacó Hong.

Wang Peng, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de Beijing, anotó el poder de los contratos digitales para disminuir a unos segundos el proceso de devolución de impuestos. Asimismo, enfatizó cómo la inteligencia artificial podría intervenir para aliviar la presión en horas punta, estandarizar los servicios de compra y llenar las lagunas de infraestructura entre regiones.

En Guangzhou, un comentario publicado en el periódico local el 10 de abril ha pedido más esfuerzos para identificar los cuellos de botella y hacer más agradable comprar en China.

«Volveré a China, y la próxima vez vendré con mi familia y amigos», indicó Lee.