La "lucha hasta el final" de China está respaldada por una fuerte confianza

El jueves, las contramedidas de China contra EE. UU. entraron en vigor. Los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Comercio y otros departamentos de China emitieron una vez más una serie de declaraciones reiterando la firme postura de China de que, si bien China no quiere librar estas guerras arancelarias y comerciales, no les tiene miedo. En contraste con los erráticos "golpes aleatorios" del Gobierno de EE. UU., que cambian casi a diario, China ha mantenido constantemente una respuesta tranquila, serena y mesurada, mostrando al mundo una China que puede resistir la presión, permanecer firme y asumir una gran responsabilidad.

China tiene la capacidad y la confianza para hacer frente a diversos riesgos y desafíos. Frente a los irrazonables "aranceles recíprocos" impuestos por Estados Unidos, China, por un lado, ha tomado resueltamente las contramedidas necesarias de acuerdo con las reglas de la Organización Mundial del Comercio, defendiendo firmemente sus derechos e intereses legítimos al tiempo que salvaguarda el sistema comercial multilateral y el orden económico internacional. Por otro lado, China emitió un libro blanco titulado "Posición de China sobre algunos asuntos relacionados con las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos", aclarando una vez más a Estados Unidos y al mundo que las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos son mutuamente beneficiosas y de naturaleza provechosa para todos, y que los dos países deben encontrar soluciones adecuadas para resolver los problemas a través del diálogo y la consulta.

Mientras tanto, se ha implementado la "política de reembolso a la compra" para las compras de los turistas extranjeros y los reembolsos de impuestos de salida, y la 137.ª Feria de Importación y Exportación de China, también conocida como la Feria de Cantón, y la 5.ª Exposición Internacional de Productos de Consumo de China están en marcha.

Esta ola de reacción violenta contra la globalización iniciada por Estados Unidos no puede cambiar el rumbo firme del gigantesco barco de China, ni puede sacudir la voluntad unida y la fuerza colectiva de la sociedad china, donde todos trabajan juntos en las buenas y en las malas. China siempre ha mantenido su compromiso de "administrar bien sus propios asuntos".

En el plano interno, promueve el desarrollo de alta calidad, valora la innovación tecnológica y persigue la reforma con un enfoque orientado a solucionar los problemas. En el plano internacional, practica sistemáticamente el verdadero multilateralismo, comparte las oportunidades de desarrollo con el mundo a través de la apertura de alto nivel y contribuye a la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad. La economía de China goza de un amplio margen de maniobra, un fuerte potencial interno y un vasto espacio externo: es como un océano capaz de soportar vientos turbulentos y tormentas. La "lucha hasta el final" de China está respaldada por una fuerte confianza.

En los últimos días, tanto la Unión Europea como la ANSEA han expresado su voluntad de trabajar con China para apoyar conjuntamente el multilateralismo y el desarrollo sano y estable del comercio mundial. El New York Times señaló que el "aluvión" de gravámenes comerciales de Estados Unidos y la imprevisibilidad sobre lo que podría hacer a continuación, de hecho, han convertido a China en "una opción más atractiva" para las empresas que temen tomar una decisión apresurada en medio de la agitación en el comercio mundial. Muchos han decidido quedarse en China, lo que es completamente contrario a la intención original de EE. UU. de ejercer la máxima presión sobre China y llamar a "invertir en EE. UU.". Deutsche Welle, citando a expertos, afirmó que en la guerra comercial, es probable que China sea el lado más resistente.

En respuesta a la presión de Estados Unidos, la postura de China ha sido coherente: si Estados Unidos quiere hablar, nuestra puerta sigue abierta, pero el diálogo debe llevarse a cabo sobre la base del respeto mutuo y la igualdad. Si Estados Unidos quiere luchar, nuestra respuesta continuará hasta el final.

Esta confianza y determinación se derivan de una firme creencia en el camino de China y de un firme compromiso de salvaguardar el sistema multilateral de comercio. China está protegiendo resueltamente un sistema de comercio multilateral basado en reglas, promoviendo la liberalización y facilitación del comercio y la inversión, y ampliando el "pastel" del desarrollo compartido. El creciente potencial de consumo liberado por China está transformando cada vez más la "demanda china" en "oportunidades globales". Al honrar su compromiso con la apertura de alto nivel, China continúa creando un entorno empresarial de clase mundial basado en los principios del mercado, el estado de derecho y los estándares internacionales, lo que la convierte en un fuerte imán para la inversión extranjera. "Optimismo para China", "revisión al alza de las previsiones de crecimiento de China" y "más inversión en China" se han convertido en palabras de moda en la comunidad empresarial internacional.

Thomas Friedman, columnista de The New York Times, lamentó recientemente que la guerra comercial haya puesto a Estados Unidos en "una guerra sin salida". Frente a las tácticas intimidatorias de Estados Unidos, que utilizan los aranceles como arma de máxima presión, China ha demostrado no solo su capacidad para responder a las crisis, sino también su creencia en aprovechar la tendencia de los tiempos. En este sentido, China no retrocederá en la guerra comercial, ni necesita hacerlo: cuando la tendencia de la globalización económica es imparable y el concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad está profundamente arraigado en los corazones de las personas, cualquier tormenta será simplemente una nota a pie de página de este proceso histórico.