Bienestar colectivo y estabilidad en Xizang, el Techo del Mundo

Por Jorge Fernández

El enfoque chino aborda a los derechos humanos desde una perspectiva que pone sus ojos sobre el bienestar colectivo, el desarrollo y la estabilidad.

Ahí donde comienza el cielo termina Tíbet, oficialmente conocido como Región Autónoma de Xizang. Su belleza natural, a la par del trabajo humano, estimulan espiritualidad no solo ahí sino en todo el mundo. Recientemente un Libro Blanco ha detallado los logros alcanzados en el terreno de los derechos humanos, enfocados en el bienestar colectivo, el desarrollo material y la estabilidad de este encantado lugar, conocido también en Occidente como el Techo del Mundo.

El nuevo documento, que lleva por título Derechos humanos en Xizang en la nueva era salió a la luz el 28 de marzo, de la mano de la Oficina de Información del Consejo de Estado, que celebró una rueda de prensa en la capital de la célebre región, Lhasa. El desarrollo sostenido, junto con la constante consolidación de logros en diferentes etapas y el impacto positivo acumulado ya durante varios años se combinan para permitir un impacto generalizado en los derechos humanos de una de las regiones más alejadas de China.

En esta obra el lector cuenta con una presentación detallada sobre el enfoque que manejan las autoridades para definir y proteger los derechos humanos. Es una guía clara y sistemática de los avances y los logros alcanzados y, además, racionaliza qué es aquello que ha permitido impulsar el progreso de los derechos humanos en esta región. Entre los elementos protagónicos que han marcado la diferencia en Xizang están el liderazgo del Partido Comunista de China, el pueblo tibetano y su capacidad de adaptación a la realidad local, el derecho de las personas a la subsistencia y el concepto de desarrollo como un derecho fundamental, entre otros.

Todos estos éxitos descansan en las medidas adoptadas por el Partido Comunista de China y el gobierno para el desarrollo de distintas áreas, entre ellas la economía, la mejora de los niveles de vida y el bienestar de las personas, la promoción de la unidad étnica y del progreso, así como la protección de los derechos básicos de todas las personas en Xizang. Con el papel estratégico que ostenta el Partido, el Techo del Mundo ha mantenido niveles garantizados de estabilidad política, lo cual, a su vez, constituye la base para el progreso social. Bajo una dirección centralizada, Xizang ha logrado un desarrollo de alta calidad.

Las autoridades han hecho énfasis en todo momento en el derecho a la subsistencia y al desarrollo. Esto ha tenido como resultado causal que todos los grupos étnicos registren marcas inéditas en sus respectivos derechos a la subsistencia y al desarrollo. El pueblo de Xizang ha logrado imponerse frente a condiciones naturales que dictaban vidas precarias y ha dado un salto sustancial en aras de una vida material de más alta calidad. Con el acceso cada vez mayor a otro tipo de recursos y a más oportunidades, el pueblo de Xizang está teniendo un papel protagónico y activo en el progreso social.

El pueblo de Xizang ha desempeñado un papel importante al momento de definir el camino hacia el desarrollo. La democracia de proceso completo ha hecho posible la inclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones. Esto no habría sido posible sin una base institucional a través de la cual las personas expresen sus opiniones y necesidades. El avance notable en el terreno de los derechos humanos en Xizang ha sido posible gracias a la participación continua, libre y correctamente estructurada del pueblo tibetano.

Xizang es una región donde emana la espiritualidad y, por ello, las autoridades han desarrollado sistemas institucionales que no solo protegen sino que garantizan la libertad de creencias y la protección de grupos específicos. En el documento Derechos humanos en Xizang en la nueva era queda el registro escrito de la protección jurídica a la libertad religiosa, la igualdad de derechos para todos, sin distinción étnica y social, y la inclusión activa de mujeres, niños y adultos mayores.

Xizang encarna un modelo funcional que ha mejorado exponencialmente la vida de sus residentes. El enfoque chino que aborda a los derechos humanos desde una perspectiva que pone sus ojos sobre el bienestar colectivo, el desarrollo y la estabilidad, por encima del individualismo, ofrece contribuciones y se constituye en un modelo inspirador en otras regiones e incluso países del Sur Global.