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spanish.china.org.cn | 28. 03. 2025 | Editor:Eva Yu [A A A]

Alerta epidemiológica: casos de fiebre amarilla crecen en América Latina

Palabras clave: fiebre amarilla, América Latina
Spanish.china.org.cn | 28. 03. 2025

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica debido al incremento de casos de fiebre amarilla en varios países de América Latina, especialmente en regiones donde la enfermedad no había sido detectada durante años.

La alerta insta a los países de la región a intensificar la vigilancia, fortalecer las campañas de vacunación y tomar medidas preventivas para evitar brotes masivos.

¿Por qué se lanzó la alerta?

La OPS explicó que el aumento de casos de fiebre amarilla está relacionado con factores como la deforestación, el cambio climático y la expansión de vectores como el Aedes aegypti y Haemagogus, mosquitos que transmiten la enfermedad.

Durante los primeros meses de 2025, se han registrado casos en zonas selváticas de Brasil, Colombia y Perú, lo que ha despertado preocupación por la posible expansión del virus a zonas urbanas densamente pobladas.

El organismo también señaló que algunos países han presentado brotes esporádicos en áreas donde la cobertura de vacunación es baja, lo que podría derivar en un incremento significativo de casos si no se controlan a tiempo.

Además, la movilidad internacional y el turismo hacia zonas endémicas aumentan el riesgo de exportación del virus a otros países.

Países en riesgo

La OPS advirtió que los países más expuestos a un brote de fiebre amarilla son aquellos con zonas selváticas y ecosistemas propicios para la reproducción de mosquitos transmisores. Entre los países considerados de alto riesgo se encuentran:

  • Brasil: Ha reportado un incremento de casos en la región amazónica y en estados del sureste.

  • Colombia: Casos recientes en zonas selváticas del Amazonas y departamentos del sur.

  • Perú: Aumento de casos en la región de Loreto, cercana a zonas fronterizas.

  • Venezuela: Riesgo potencial debido a la baja cobertura de vacunación y la crisis sanitaria.

  • Bolivia: En riesgo por la proximidad a zonas selváticas y deficiencias en la inmunización.

  • Ecuador y Guyana: Con antecedentes de casos esporádicos y riesgo de transmisión.


¿Qué es la fiebre amarilla?

La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados. Se presenta en zonas tropicales de África y América del Sur.

El virus pertenece a la familia Flaviviridae y puede causar desde síntomas leves hasta complicaciones graves que derivan en insuficiencia hepática, hemorragias internas e incluso la muerte.


Síntomas principales:

  • Fiebre alta

  • Dolor de cabeza intenso

  • Náuseas y vómitos

  • Dolores musculares, especialmente en la espalda

  • Ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos)

  • Hemorragias internas en casos graves

La fase inicial suele durar de 3 a 4 días, pero en algunos casos evoluciona hacia una etapa tóxica que puede ser letal.

La OPS hizo un llamado a los países para reforzar sus campañas de vacunación masiva contra la fiebre amarilla, especialmente en zonas endémicas y en comunidades vulnerables. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, altamente eficaz y ofrece protección de por vida.

Se recomienda a los viajeros que planean visitar áreas de riesgo que se vacunen al menos 10 días antes del viaje.

Además, la OPS instó a fortalecer la vigilancia epidemiológica para detectar rápidamente casos sospechosos y tomar acciones inmediatas para evitar la propagación. Entre las medidas recomendadas se encuentran:

  • Control del vector mediante eliminación de criaderos de mosquitos.

  • Monitoreo de posibles casos importados en zonas urbanas.

  • Implementación de campañas de concientización para promover el uso de repelentes y protección contra picaduras.


Riesgos de expansión

La OPS advirtió que, si no se implementan medidas urgentes, la fiebre amarilla podría propagarse a zonas urbanas, lo que aumentaría significativamente el riesgo de transmisión masiva.

La organización subrayó la necesidad de una respuesta coordinada entre los países afectados para evitar que la situación se convierta en una crisis sanitaria de gran magnitud.

En un contexto donde las enfermedades transmitidas por vectores representan una amenaza creciente, la fiebre amarilla vuelve a recordarnos la importancia de la vacunación, el control del entorno y la vigilancia epidemiológica para proteger a las poblaciones vulnerables.


Fuente: Excelsior