La «próxima China» es una China mejor

Varios medios de comunicación internacionales han expresado su admiración por el progreso tecnológico de China. Por ejemplo, Bloomberg afirmó que el auge de la IA provocado por DeepSeek ha inyectado una «nueva energía» a las «dos sesiones»; la CNN se centró en la próxima creación de un fondo nacional de orientación de capital riesgo para «apoyar la innovación tecnológica»; y la BBC habló de la formación de talentos tecnológicos al presentar historias, como la de un niño de 8 años en Beijing jugando ajedrez contra la IA y la introducción de cursos generales de IA en los colegios de la capital. Nikkei Asia informó de que, en 2025, la capacidad de producción de chips maduros representará alrededor del 28 % del mercado mundial. Cada vez más, el consenso mundial sobre el desarrollo chino es que la próxima «China» será una China mejor.

Ante los «explosivos» logros tecnológicos, la prensa extranjera se pregunta: «¿Cómo lo ha conseguido?». No se da de la noche a la mañana. Es el resultado de una planificación estratégica a largo plazo y de políticas precisas a nivel nacional, de una sólida atmósfera social que respeta el conocimiento y defiende la creación, de prácticas innovadoras de innumerables empresas que aumentan sus inversiones en I+D y del espíritu de generaciones de profesionales dispuestos a no «quedarse al margen». El «ascenso espectacular» de China no es un breve castillo de fuegos artificiales, sino una historia de irrupción de fuerza acumulada. A medida que el poder económico, tecnológico y nacional del país siga creciendo, este «bosque creativo» no cesará de florecer.

El amplio sistema industrial de China brinda una base sólida para la innovación tecnológica, mientras que su enorme mercado de más de 1400 millones de personas sirve de «prueba de esfuerzo» para la iteración tecnológica y de «amplificador de valor» para la innovación. La mejora multidimensional de la calidad de la población y de la cantera de profesionales, combinada con el fuerte apoyo de las políticas nacionales, el capital y la infraestructura, ha forjado el sólido núcleo de un «desarrollo de alta calidad». Por ejemplo, el despliegue rápido y eficiente de las aplicaciones de IA depende en gran medida de inversiones en redes 5G, computación en la nube y centros de macrodatos. La infraestructura china es como una autopista de alta velocidad que permite la innovación de forma más rápida y constante. Del mismo modo, los frutos derivados de prácticas novedosas del sector privado se benefician de la interacción positiva entre los distintos niveles de Gobierno y las empresas. Como dijo Lei Jun, director ejecutivo de Xiaomi, durante una entrevista al margen de las «dos sesiones»: «Siento el interés y el apoyo del Comité Central del Partido Comunista de China a las compañías privadas, y esto ha impulsado mucho nuestra confianza».

En el aprobado Informe sobre la labor del Gobierno 2025, «alta calidad» fue una palabra clave en repetidas ocasiones. El documento postula explícitamente que el «desarrollo de alta calidad» es la «máxima prioridad», y que debemos poner el mismo énfasis en calidad y en escala económica. Asimismo, establece requisitos de alta calidad en varios campos, como «en las tierras de cultivo de alto nivel», «en las cadenas industriales clave en el sector manufacturero» y «en la construcción de un sistema educativo de alta calidad». Al mismo tiempo, la alta calidad también se define como el medio para alcanzar fines políticos, por ejemplo, «animar a los Gobiernos locales a potenciar nuevas fuentes de ingresos en la búsqueda de un desarrollo de alta calidad», y «dirigir y generar demanda a través de una oferta de alta calidad». Este año se continuará favoreciendo la iniciativa «AI+», la electrónica de consumo y otros productos, lo que demuestra la voluntad y acción de China para «canalizar la demanda a través de una oferta de calidad».

De la cantidad a la calidad, junto con el salto impulsado por el valor en la lógica de desarrollo de China, un país marcado por la «alta calidad» infunde mayor confianza en el mundo.

La comunidad tecnológica mundial ha quedado maravillada con DeepSeek, el prototipo Xiaomi SU7 Ultra ha hecho un deslumbrante debut en el circuito Nordschleife de Nürburgring, El mito negro: Wukong ha abierto nuevas puertas a la industria china de juegos AAA en la escena internacional, y Ne Zha 2 sigue causando sensación en el campo cinematográfico.

Más allá de estas conocidas historias de éxito, el avance de alta calidad ha impregnado todos los aspectos de las industrias y la vida cotidiana de China. En las granjas de piña de Zhangzhou, en Fujian, el control de precisión de la floración ha incrementado el rendimiento por mu en 2000 jin (1000 kg). En la línea de producción de acero galvanizado laminado en frío de Shougang, los ágiles brazos robóticos han dejado atrás los riesgos del trabajo manual, mejorando la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Y cuando se visita la Gran Muralla, pedir un café servido por un dron ha devenido una realidad, lo que refleja los beneficios cotidianos de la pujante economía china de baja altitud.

El vice presidente ejecutivo de Siemens afirmó que la próxima «China» sigue siendo China, pero será una China «diferente». Esta «distinción» alude a una «China mejor» que avanza por la senda del desarrollo de alta calidad. El motor de este avance reside en la integración orgánica de la «innovación independiente» y la «apertura e inclusión».

La misión Chang'e-6, con cargas útiles internacionales, ofrece una plataforma para la colaboración científica mundial. El Satélite de Recursos Terrestres China-Brasil vela por el ecosistema de la selva amazónica. El enfoque tecnológico de código abierto de DeepSeek ha acelerado la adopción generalizada de la IA en el mundo, otorgándole la reputación de una verdadera «OpenAI».

Mientras algunos países construyen «vallas altas y patios pequeños», una «China mejor» promueve la creación de una comunidad de innovación más grande a partir de los principios de inclusión y beneficios compartidos, con oportunidades de desarrollo al mundo.