spanish.china.org.cn | 07. 03. 2025 | Editor:Eva Yu | ![]() |
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Contra viento y marea, China sigue avanzando
El paso transmarítimo Huangmaohai. Foto: Xinhua
Por Mauricio Castellanos
El Informe sobre la Labor del Gobierno presentado el miércoles por el primer ministro chino, Li Qiang, durante la ceremonia de apertura de la tercera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional (APN) es a la vez una confirmación de que China viene avanzando por el camino correcto y una demostración de que su liderazgo tiene perfectamente claro lo que debe hacer para que el país siga desarrollándose, aun a pesar de las innegables dificultades que enfrenta a nivel interno y del agitado y cada vez más hostil ambiente internacional.
Con un más que respetable 5 por ciento de crecimiento económico, China cumplió con la meta fijada un año atrás, además de haber alcanzado todos sus objetivos y tareas de desarrollo económico y social. Por eso, con la seguridad que le brinda el contar con un aparato productivo cada vez más maduro y robusto, y con una población con un poder adquisitivo cada vez más elevado, el Gobierno ha establecido una cifra de crecimiento prácticamente idéntica, de alrededor del 5 por ciento, para este año, que es el último del XIV Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social (2021-2025).
Dicho objetivo no es en absoluto fácil, pero tampoco es descabellado. Se trata de una meta ambiciosa pero al mismo tiempo realista, cuyo logro dependerá en mayor medida del estímulo de la demanda interna y del desarrollo de las nuevas fuerzas productivas de calidad.
Una de las claves para el éxito económico del último año fue el programa de recambio de bienes de consumo a gran escala, a través del cual el Gobierno les dio una mano a los consumidores para reemplazar por nuevos sus electrodomésticos, teléfonos móviles, e incluso automóviles, usados, y a la vez le dio un espaldarazo a la industria nacional. Dicha estrategia, que resultó en ventas por un billón de yuanes (al 13 de diciembre de 2024), se expandirá en este año, con 300.000 millones de yuanes adicionales en bonos especiales del Tesoro a plazo extralargo para respaldar los subsidios.
Asimismo, el país fortalecerá su apoyo a la empresa privada, en especial a las micro y pequeñas empresas, y, manteniendo su apuesta por la innovación tecnológica,respaldará el desarrollo de las llamadas empresas gacela y empresas unicornio, así como el desarrollo de las industrias emergentes estratégicas y del futuro.
Como lo demostró el remezón que experimentó el mundo tecnológico, y el mundo en general, con la irrupción del chatbot potenciado por inteligencia artificial (IA) DeepSeek, China habla en serio cuando dice que quiere convertirse en una potencia tecnológica, y el éxito del modelo de IA es tanto una inyección de ánimo para el sector tecnológico nacional como una prueba palpable para el mundo de que China está en capacidad de proveer tecnología de punta, y asequible, para beneficio de toda la humanidad.
El desarrollo verde siguió ocupando un lugar destacado en este informe que presenta cada año el primer ministro al legislativo en nombre del Gobierno. En 2025, China desarrollará un paquete de importantes proyectos para hacer frente al cambio climático, y además participará activamente en la gobernanza climática y medioambiental, todo esto sin dejar de apoyar sus industrias de vehículos de nueva energía y sistemas fotovoltaicos, que ya constituyen un aporte invaluable a la lucha contra el calentamiento global que hoy todavía algunos se atreven a negar.
Un asunto que, al igual que en el resto del mundo, sigue dificultando el avance de China es el desempleo. Para un país con una población tan grande, generar empleo no es fácil. Con todo, en 2024 China creó 12,56 millones de nuevos puestos de trabajo, con lo cual la tasa de desempleo urbano calculada mediante encuesta se situó en el 5,1 por ciento. Ambas cifras cumplieron los objetivos establecidos un año atrás, y este año el país le apuntará a un registro del 5,5 por ciento, con el compromiso de proveer ocupación a más de 12 millones de habitantes urbanos y seguir avanzando en la estabilización del mercado laboral.
Y un tema que no podría quedar por fuera es el de la lucha contra el proteccionismo. En un intento nada disimulado por sabotear las sesiones de la APN y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el martes aranceles adicionales del 10 por ciento sobre las importaciones chinas, apenas un mes después de haber lanzado un ataque similar.
Como era apenas obvio, China no tuvo otra opción que responder, imponiendo aranceles adicionales de entre el 10 y el 15 por ciento a las importaciones estadounidenses de algunos productos agrícolas, entre ellos la soya y las carnes de pollo, cerdo y res. Esta, claro, no es la forma en que China acostumbra a hacer negocios, que es privilegiar el diálogo y las consultas y ceñirse a las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Parece ignorar el mandatario norteamericano que, a pesar de estratagemas como esta, China crece y se fortalece día a día, y, por lo tanto, hoy está mucho mejor preparada para hacer frente a sus imprevisibles y erráticas decisiones que durante su anterior mandato. Pareciera ignorar también que siendo el principal socio comercial de más de 120 países, China dispone de variadas opciones para lidiar con su poco ortodoxo comportamiento en el ámbito comercial.
La respuesta de China, decidida pero mesurada, envía el mensaje de que hay, como siempre, disposición al diálogo y la negociación, pero también suficientes herramientas para devolver los golpes recibidos. China ha insistido una vez más en que se opone a todas las formas de unilateralismo y proteccionismo, y en que en una guerra comercial no hay ganadores.
Por eso, firme en la defensa de sus derechos y sus intereses de desarrollo, el país asiático seguirá jugando un papel activo y constructivo en el escenario internacional, demostrando que el respeto y el liderazgo se obtienen no por la fuerza sino a través del trabajo duro y del involucramiento en pie de igualdad con todas las partes interesadas, apuntando al beneficio compartido y no solo al del propio país. En resumen, China seguira comportándose como “el adulto en el cuarto”, tratando de llegar a soluciones consensuadas, pero sin vacilar a la hora de responder a los ataques, cualquiera que sea el ámbito en que estos ocurran.
El Informe sobre la Labor del Gobierno es una demostración de que China sigue haciendo las cosas bien, y también la renovación del compromiso del Partido Comunista de China y del Gobierno con el pueblo chino de conducir el país hacia el desarrollo y concretar la modernización china, y con el mundo de contar con un socio responsable y confiable para concretar una gobernanza global justa y una verdadera prosperidad global.