spanish.china.org.cn | 13. 01. 2025 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
Datos apuntan al éxito de las empresas chinas en el CES
La Feria de Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas, apodada la «Gala de Primavera de la Tecnología», se celebra de martes a viernes, y las empresas chinas vuelven a ser las estrellas. Perros robot agotados en un solo día, gafas de inteligencia artificial con colas interminables, electrodomésticos en el pabellón central y la apuesta del sector automotor por la alta tecnología: la presencia china no solo fue la delegación comercial más numerosa, con más de 1300 compañías, sino que también brilló por su innovación, atractivo y frescura.
En cuanto a la tendencia marcada, los medios surcoreanos predijeron antes del evento que la «ofensiva» china, con un gran número de avances, que incluyeron inteligencia artificial (IA) y robótica, en el CES de 2024, continuará en 2025. Algunas voces incluso afirman que China, Japón y Corea del Sur son parte de una «intensa competición». Hay quienes se centraron específicamente en el rendimiento de las compañías chinas y estadounidenses, aproximadamente el 90 % de los expositores, y compararon su dimensión y rendimiento de marca en sectores clave como chips, electrodomésticos y vehículos eléctricos, refiriéndose a una «batalla encubierta». Las opiniones, en cierto modo, reflejan que la participación china cumple un rol esencial en el estatus del evento como «barómetro» de lo que se viene en electrónica de consumo internacional.
Lo más destacado de las empresas chinas es su capacidad de investigación y desarrollo en múltiples campos de vanguardia. Como señaló Jensen Huang, fundador y consejero delegado de NVIDIA, en su discurso de apertura: «El mayor impacto es la increíble tecnología china». En el popular ámbito de la IA, sus aplicaciones sobresalieron y mantuvieron cierta ventaja. Mientras que algunas firmas extranjeras están aún en fase conceptual o de experimentación a pequeña escala, las chinas ya han convertido productos tangibles en rentabilidad. Su fabricación «inteligente» no solo ha acelerado su desarrollo, sino también su reconocimiento e influencia en el mundo.
Desde la innovación tecnológica, su dinámica creatividad no es casual. Antes de la inauguración del CES, Hisense presentó el primer televisor LED RGB-Mini del mundo, con avances en tamaño y visualización; TCL dio a conocer un robot con IA que ofrece interactividad y compañía emocional; y Shenzhen Poweroak Newener Co. lanzó un frigorífico portátil con almacenamiento móvil de energía, ganador del Premio a la Innovación de la feria.
Detrás de esta oferta, que responde a las aspiraciones sobre estilos de vida futuros, yace la acumulación y exploración de China en disciplinas básicas como la óptica, la electrónica y los materiales, junto con la integración y creatividad necesarias en algoritmos de IA, sensores e ingeniería mecánica en todos los campos a lo largo de los años.
El fuerte énfasis en innovación y el entorno competitivo del mercado nacional son factores clave que permiten a las exponentes chinas introducir adelantos revolucionarios de manera constante. Según el Informe sobre el Índice Mundial de Innovación 2024, publicado recientemente por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), China subió un puesto al 11 en capacidad de innovación, convirtiéndola en una de las economías de más rápida mejora en la última década. Entre las firmas chinas participantes no solo figuran gigantes del sector, sino también numerosas pequeñas y medianas empresas emergentes. Su presencia abarca diversos campos, como perros robot, robots corporales, gafas de IA, electrodomésticos inteligentes y lidar, lo que refleja la vitalidad de la innovación china.
En los últimos años, es habitual que estas llamen la atención en exposiciones gracias a sus logros. Participan no solo en el CES, sino también en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona, los salones del automóvil de París y Fráncfort, la Exposición Internacional de Robots de Japón, la Exposición Internacional de Invenciones de Núremberg (Alemania) y otras ferias industriales, para mostrar sus tecnologías, productos de vanguardia e ideas visionarias, atrayendo a menudo grandes audiencias e incluso acumulando pedidos in situ. Las exhibiciones sirven cada vez más de plataforma para mejorar la comunicación global, fomentar la colaboración y crear oportunidades de éxito mutuo.
Sin embargo, en comparación con otros eventos, el CES suele conllevar una capa adicional de connotación política que va más allá de la tecnología y los negocios. Estados Unidos a menudo las incluye en listas restrictivas bajo acusaciones infundadas, lo que crea obstáculos a su presencia. Este año, algunas de ellas enfrentaron problemas con los visados para asistir al CES. Además, el número y el tipo de expositores chinos pasan por un intenso escrutinio e interpretación política. Sin embargo, el hecho de que las empresas chinas reciban una gran atención en el CES es una respuesta contundente y un rechazo a la «desvinculación» y «panpolitización». En la era de la globalización, favorecer la prosperidad y el desarrollo de la industria tecnológica mundial requiere un compromiso firme con la cooperación abierta y el beneficio mutuo.